El acoso entre estudiantes

Spread the love

Columna desde Nod

Por: Alejandro García Gómez

El maltrato a un compañero, el “montársela” a alguien, el bullin o acoso estudiantil, se extiende más en todos los estratos e instituciones tanto privadas como oficiales. El problema ha hecho que muchos vivan entre el terror o la deserción, porque los colegios poco pueden hacer para proteger a los acosados, como lo mostraré. Se ha tratado de implementar varios “remedios”. Unos sensatos y coherentes  y otros -como el que señala el rector de un colegio de Medellín- controvertidos como prescindir de responsabilizarlos de las acciones que van en contra del Manual de Convivencia de la institución porque “ellos (los estudiantes) tienen un problema con el modelo tradicional de educación. A todos ellos esos procesos le (sic) han generado traumas… (Y como solución) Se flexibilizaron los currículos. Las materias no tratan temas tan tediosos como en otros colegios” (¡!… ¿se habla de los currículos que el Ministerio fija para todos?) (EL MUNDO, 13.II.11). ¿Qué opina la Secretaría de Educación de Medellín?
Es posible que digamos, mal que bien ese acoso estudiantil siempre ha existido porque siempre un o unos estudiantes se la han “montado” a otros y se han generado peleas. Recordemos el “afuera nos vemos”, que era la manera de casar una bronca en nuestros tiempos estudiantiles. Sí, siempre ha existido el conflicto pero no en el número, gravedad y delicadeza actuales, hasta el suicidio o el asesinato. Hay algunos factores que, a mi modo de ver han servido para incrementar eso que, en nuestros tiempos estudiantiles, era un simple conflicto de convivencia humana y que jamás llegaba hasta los límites insospechados de hoy. Veamos: con la aplicación del Código del Menor en la vida estudiantil en la forma del Manual de Convivencia (antes reglamento) todo proceso pedagógico tomó el cariz de jurídico. Cualquier problema se ha transformado en “querella” que necesita evidencias de prueba judicial. Los docentes andamos acosados con 400, 600 y hasta1000 estudiantes, cada uno con su problemática particular, y no tenemos formación jurídica sino pedagógica y así las evidencias o no se toman correctamente o ni siquiera se alcanzan a tomar. Cualquier abogado encuentra vicios de trámite en los procesos, los presenta ante un juez o similar y tumba el proceso de ese determinado estudiante. Él llegará al día siguiente, vanagloriándose de su hazaña y el resto, los que se “comportaban bien”, sacarán sus conclusiones y actuarán. Y chao convivencia. Y los cursos con 45 o más estudiantes es una deuda que se la debemos al actual Presidente Santos cuando, siendo Minhacienda de Andrés Pastrana, hizo hasta lo imposible por la reforma constitucional (Acto Legislativo 01/01 que recortó 60 billones de salud, educación, agua potable y saneamiento básico) que permitió crear la Ley 715/01 -todo imposición del FMI- que logró convertir a los centros de educación oficial en depósitos de innúmeros estudiantes para poder acceder al presupuesto oficial. Entre más estudiantes por aula mejor, no importa la calidad.
Si a este coctel le agregamos los 8 años de laxitud de la Promoción Automática (decreto 230/02 y anterior) de los Mineducación Niño Díez (Ernesto Samper) y Kiko Lloreda (Andrés Pastrana), tercamente sostenido por la Mineducación de Uribe, Cecilia Vélez, por 8 años, tendríamos: “puedo hacer lo que me dé la gana y no me pueden hacer nada; pero además sin esforzarme por estudiar ni saber nada, gano los años”. Sumémosle las leyes de flexibilización laboral del gobierno Uribe, donde sólo a las diez pm comienza la noche, alejando a los padres de sus hijos, tengo la ecuación: sin estudiar, haciendo lo que me dé la gana puedo ganar los años y mis padres jamás se enterarán. Y si se enteraran, que mis padres, que no pasan tiempo conmigo, con el Código del Menor, se pongan de mi lado y me salven.

¿Y ahora nos quejamos? “Para salvar apariencias, apaguemos incendios, “metamos policía a los colegios” o inventém

Author: Admin

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *