El arranque del plan de vacunación: entre esperanzas, demoras y grandes retos

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Tomado de www.razonpublica.com

Por fin hay una fecha para que comience la vacunación contra la COVID-19 en Colombia. ¿Qué queda en el largo camino para salir de la pandemia?

Ya hay fecha, ¡aleluya!
20 de febrero es el día más esperado del último tiempo, el día que comienza la vacunación contra la COVID-19 en Colombia.

Después de más de un mes de espera, con muchas voces angustiadas presionando para que se conociera el cronograma, con el gobierno titubeando para no comprometerse, el presidente Duque anunció el viernes que ese día empezará el proceso de inmunización. Cumplió raspando con su propia fecha límite, pues desde diciembre pasado había dicho que empezaba en febrero.

Duque espera que durante el primer trimestre haya al menos 1 millón de personas vacunadas. Dijo además el presidente que Colombia compraría vacunas de Moderna y Sinovac para alcanzar la meta de un poco más de 35 millones de personas vacunadas.

Canasta de vacunas



El plan de vacunación está dividido en dos fases y cinco etapas. Según el Ministerio de Salud la primera fase (etapas 1, 2 y 3) busca reducir la mortalidad y la incidencia de casos graves de COVID-19, además de proteger a los trabajadores de la salud, mientras que la segunda (etapas 4 y 5) pretende reducir el contagio para alcanzar la inmunidad de rebaño.


Colombia está pasando por el segundo pico de la pandemia, que hasta el momento deja 53.650 muertes y 2’086.806 casos diagnosticados. Desde el 19 de diciembre de 2020 se reportan más de 200 muertos diarios y desde el 10 de enero de 2021 más de 300.

Duque espera que durante el primer trimestre haya al menos 1 millón de personas vacunadas.
Las festividades navideñas trajeron consigo un duro golpe a cientos de familias, después de que los anuncios por el comienzo de la vacunación abrieran una luz de esperanza sobre lo rápido que saldríamos de esta situación. Hoy sabemos que no es tan sencillo.

Las demoras

El anuncio de Duque parece un poco tardío respecto de los avances de otros países latinoamericanos, pues por lo menos siete ya han empezado el proceso de vacunación.

La confusión sobre si había o no contratos firmados con las farmacéuticas y sus cláusulas de confidencialidad, sobre cuándo llegarán las vacunas del mecanismo COVAX –que busca un acceso más equitativo a ellas– y sobre si hubo demoras o negligencia en la negociación han hecho parte de las especulaciones alrededor de la demora en el anuncio de su llegada a Colombia y del comienzo de la vacunación.

La Silla Vacía reportó que, entre otras cosas, las razones estaban relacionadas: (1) con la espera de Colombia a que las vacunas tuvieran aprobación internacional para adquirirlas; (2) con que no se pueden producir acá y esto nos deja en peores condiciones de negociación que Brasil, México o Argentina, (3) con que el Ministerio de Salud no llegó a acuerdos pronto con las farmacéuticas, especialmente por las condiciones que exigen para no hacerse cargo de consecuencias que involucren dolo o culpa grave, (4) porque en principio el gobierno quiso apostarle todo a COVAX, pero luego se dio cuenta de que las farmacéuticas iban a destinar su producción primero a los acuerdos bilaterales, y (5) a lo cual se sumaron algunos retrasos burocráticos.

Las farmacéuticas están en claras condiciones de ventaja porque todos necesitan las vacunas ya. Todos los laboratorios acudieron a acuerdos de confidencialidad para negociar con los países y hubo variada resistencia frente a estos. El proceso de negociación con cada farmacéutica es distinto, y hasta ahora reina la incertidumbre en países de África y en América Latina.

La más grande esperanza que tenemos es que las vacunas aprobadas hasta ahora han mostrado buenos resultados, evitando muertes y estados graves Como era de esperarse, los países con más recursos económicos y tecnológicos tienen mejores condiciones de negociación, y mientras tanto el resto de países siguen con sus esperanzas puestas en el mecanismo COVAX. Según anunció Duque el sábado, Colombia está en el primer grupo de países que recibirán vacunas por esta vía.

Hay que decir también que las vacunas que han llegado a Latinoamérica han sido pocas, y que no solo en estas latitudes, sino en Europa y en Estados Unidos hay retrasos en la entrega de dosis por parte de las farmacéuticas. No hay suficientes vacunas para inmunizar al planeta entero, ni siquiera hay para los países ricos, y las farmacéuticas no están cumpliendo sus compromisos.

La Unión Europea ya decidió que pondrá en marcha controles a las exportaciones de vacunas a las empresas que no hayan cumplido con los contractos existentes con ella, y aunque eso no afecta a COVAX, si pone en aprietos al resto de países.


Los retos y las esperanzas

Aparte de los retos evidentes que conlleva cumplir el cronograma y las fases que Colombia ha diseñado para evitar un tercer pico de la pandemia, no hay que olvidar retos logísticos como garantizar las cadenas de frío para vacunas como la de Pfizer y otros serios obstáculos. Como explicaron Andia, Gómez y Vaca en la pasada edición de Razón Pública los principales son:

Retrasos en el proceso que puede ocasionar una tutelatón de personas que quieran acceder antes de su turno a la vacuna. Al respecto la Corte Suprema de Justicia ya denegó una primera tutela que quería incluir a los trabajadores de la rama judicial en la primera fase. La Corte Constitucional será quien tenga la última palabra sobre las tutelas para saltarse la fila.

Los sectores que pidan incluir más personas de las que contempla el ministerio, o que le pidan dar prioridad a otras poblaciones.

La obtención de los datos y la integración de fuentes para llevar a cabo la clasificación de manera adecuada. Particularmente la población más vulnerable puede no estar registrada o tener registros desactualizados o simplemente no estar identificada.

Seguir recolectando información sobre la seguridad, efectividad y posibles efectos de la vacuna.
Garantizar que se apliquen las dos dosis de las vacunas que lo requieran en el tiempo diseñado para ello, o buena parte de los esfuerzos serán en vano.

La población que no quiere vacunarse porque desconfía de las vacunas. El DANE, en diciembre de 2020, informó que el 44,2% de los hogares no está interesado en vacunarse por miedo a los efectos colaterales o por la creencia de que la vacuna no es efectiva.
La más grande esperanza que tenemos es que las vacunas aprobadas hasta ahora han mostrado buenos resultados, evitando muertes y estados graves provocados por la COVID-19.

Las variantes más infecciosas, por su parte, son una mala noticia. Ya se reportó el primer caso de la variante brasileña detectado en Colombia. La vacunación será una carrera de resistencia donde no importa apenas cómo se comience, sino llegar a la meta. Según Andrés Vecino, con tres millones de dosis aplicadas en marzo se podría evitar un tercer pico de alta mortalidad entre personas mayores de 80 años.

Y como no podemos bajar la guardia, hay que seguir insistiendo en lo que hemos aprendido en este año difícil: las mejores herramientas para no enfermarnos son el tapabocas bien puesto y ajustado, la distancia física, lavarnos las manos con frecuencia y permanecer al aire libre o en lugares ventilados. Es el momento de abrir las ventanas.

Foto: El País

Nota original:

Author: Admin

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