Rincón consaqueño
Por José Rodrigo Rosero Tobar
roserotobarjoserodrigo@gmail.com
Convencido de la noticia que se divulgó a nivel nacional en la que se pregonaba que el mandatario territorial anunció que había recuperado un gran porcentaje del espacio público ocupado del centro de la gran ciudad, viajé con el propósito de adquirir algunos elementos para mis inmediatos allegados, como es costumbre en época decembrina entre la comunidad en general.
Cuando arribé a mi destino mi sorpresa fue mayúscula porque no encontré nada de lo que se había dicho. Me equivoqué de ciudad, pensé en un momento, pero al verificar la noticia, encontré que se trataba de la capital, la misma mencionada en la noticia nacional.
Dudando ciertamente me arriesgué a infiltrarme en el río de gente que se desplazaba por el centro de la ciudad, sintiendo que una mano que no era la mía se deslizaba sutilmente por mi bolsillo buscando lo que no le pertenecía, aunque por precaución y recomendación había escondido con cautela mis pertenencias en un lugar difícil de esculcar.
Las aceras estaban atestadas de productos y por allí no se podía transitar. Las puertas de los almacenes no se las lograba determinar. Obligatoriamente, tocaba caminar por la calle y había que hacerle el quite a vehículos que pitaban sin cesar, no pidiendo permiso, sino ordenando prácticamente cederles el paso en el espacio público que parecía lo consideraban de su propiedad.
Me volví a mi pueblo buscando respirar cierta paz, pero encontré también las calles atestadas de carros y motocicletas que le daba cierto aire de desorden a la localidad.
El marco normativo sobre espacios públicos establece que la participación de la inversión privada sobre los mismos no debe desnaturalizar su uso público, ni limitar, condicionar o restringir el goce, libre tránsito y disfrute visual, sumado a que de acuerdo con lo establecido en el artículo 82 de la Constitución Política, se dice que es deber del Estado velar por la protección de la integridad del espacio público y por su destinación al uso común prevaleciendo sobre el interés particular, aunque tenemos la percepción que las autoridades están perdiendo la batalla en su deber de cumplir las leyes y la Constitución Nacional.
Consacá, 13 de diciembre de 2024