Falsa democracia

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Endulzando las
palabras
Por Iván
Antonio Jurado Cortés
iajurado@yahoo.com
Los asuntos
internos venezolanos que tanta importancia le han dado los medios de
comunicación colombianos, no son más que problemas que cualquier país de
Latinoamérica presenta, resaltando que la mayoría son por políticas internas
donde la ciudadanía opina o polemiza
; a diferencia de Colombia, que ha vivido
un conflicto armado por más de 53 años, y que se intenta opacar con simplezas
de países vecinos.

Como lo dijo
hace poco un escritor colombiano, “si los pobres de Colombia se quejaran tanto
como los ricos en Venezuela, seguramente este país cambiaría
”, frase perfecta
que encaja con la hipocresía mediática que vive la patria gracias a la
manipulación de políticos y prensa capitalista, que irresponsablemente se
imponen sobre un pueblo inerme ávido de violencia y sencionalismo. ¿A quién le
cabe en la cabeza que la problemática venezolana es más grave que la
colombiana?
Se ha vuelto
común para los connacionales que la mayoría de sistemas informativos vendan
noticias venezolanas tergiversadas; ninguno de estos revela la veracidad del
proceso manipulador y agresivo que la patria de Simón Bolívar afronta por parte
de una aseda oligarquía y del imperialismo yanqui. Pero la hipocresía
colombiana como siempre a flor de piel, no admite que la realidad es distinta a
la difundida
. Cada vez se comprueba que la farsa vende en Colombia.
Es descabellado
comparar los inconvenientes de los dos países hermanos; mientras en el uno los
‘acomodados’ luchan por el control del gobierno de tal manera que les permita
seguir enriqueciéndose aceleradamente, en el otro, una comunidad
hipnotizada rechaza todo acto de
pacificación frente a un belicismo que por décadas generó muerte, lisiados,
desplazamiento, pobreza y atraso a la nación
. Mientras en Venezuela se protege
el interés popular, en nuestro país, el gobierno insiste con una devastadora política neoliberal que
siempre termina aplaudida por los oprimidos.
En una reciente
entrevista publicada por el portal del Partido Comunista Colombiano con Freddy
Fernández, director general de la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), el
periodista expresa, “tenemos una cosa compleja en estos momentos y es, quizás
(cómo decirlo) cierto divorcio de muchos que ejercen la profesión de
periodistas
, de nuestros códigos de ética básicos, que es contar lo que
realmente está ocurriendo, incluso desde la óptica de lo que está ocurriendo”.
Y continúa
Fernández, “sería interesante una suerte de Operación Verdad, una actividad que
permita que periodistas, incluso, que no están de acuerdo con la visión que tiene
la Revolución Bolivariana, pero que tengan un compromiso ético, narraran lo que
está ocurriendo en el país
”. Esto refleja la manipulación inescrupulosa a la
que han llegado medios informativos de masiva sintonía. Es demasiado
preocupante, porque se están convirtiendo en una arma letal en contra la
dignidad de las comunidades vulnerables.
Las
circunstancias en las que se sitúa el Estado colombiano deben obligar a la
ciudadanía emprender acciones efectivas que vayan en conquista de la democracia
popular
, y no la que pregona el gobierno, esa solo funciona a nivel
gubernamental. La reestructuración estatal es inminente, de lo contrario todo
apunta a un desbordamiento de la paciencia comunal, esa que cuando intenta
sacudirse pone contra la pared al ejecutivo y sus aliados.
La falsa
democracia que balbucea el político y repite la gente de a pie, es la
hipocresía más grande en el mundo de la política. A Colombia la han adormecido
con cánticos de sirenas provenientes del cielo, hechizando a los desprevenidos
convencidos que el ‘sexo engorda’
. La implementación de los acuerdos entre Farc
E.P., y gobierno, es el primer peldaño en escalonar positivamente. Vienen otros
objetivos aparentemente sencillos pero complejos a la vez por ser resultado de
una preñez indeseable entre opresor y oprimido.
Los lazos de
consanguinidad de estas dos especies es la razón por la que no se puede
desprender el cordón umbilical, ese que ata la mente del constituyente primario
a la ambición de los dueños del poder. Lastimosamente los latigazos del desamor
son el fortín de quienes han gobernado y lo seguirán haciendo hasta que ‘San
Juan’ agache el dedo
, o mejor dicho hasta que la ciudadanía aterrice su
conciencia.
Lo de Venezuela
es el reflejo del desentendimiento de la política gubernamental. La
problemática bolivariana sirve de pauta para entender el grado de preparación
política de la gente colombiana. Desafortunado, pero esta patria seguirá
intransigente
.

Domingo, 26 de junio de 2017

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