Por Iván Antonio Jurado Cortés
iajurado@yahoo.com
En épocas electorales se nota mucho un fenómeno que a través
del tiempo se ha vuelto una costumbre bien vista por los ciudadanos del común.
Si se hace un análisis profundo y responsable sobre el tema, se llega a la
conclusión que el impulso o fanatismo ha sido en gran parte el causante de
atraso en los diferentes procesos sociales y políticos que se han realizado o
se quieren engendrar de manera seria y planificada en una sociedad como la
nuestra.
del tiempo se ha vuelto una costumbre bien vista por los ciudadanos del común.
Si se hace un análisis profundo y responsable sobre el tema, se llega a la
conclusión que el impulso o fanatismo ha sido en gran parte el causante de
atraso en los diferentes procesos sociales y políticos que se han realizado o
se quieren engendrar de manera seria y planificada en una sociedad como la
nuestra.
Por lo general las personas fanáticas siempre actúan en base
a un sentimiento efímero, sin un argumento válido que justifique sus actos. Es
un impulso que nace prácticamente del “corazón”, donde la razón es anulada sin
prever el efecto nocivo que pueda causarle a la otra persona o a una comunidad.
a un sentimiento efímero, sin un argumento válido que justifique sus actos. Es
un impulso que nace prácticamente del “corazón”, donde la razón es anulada sin
prever el efecto nocivo que pueda causarle a la otra persona o a una comunidad.
Cuando preguntamos quienes son los responsables para que
algunas personas actúen de forma impulsiva y desmedida en procedimientos
electorales, la respuesta no se deja esperar, es el constituyente primario el
primer comprometido en estos comportamientos, seguido están dirigentes o
líderes que se postulan a cualquier cargo de elección popular.
algunas personas actúen de forma impulsiva y desmedida en procedimientos
electorales, la respuesta no se deja esperar, es el constituyente primario el
primer comprometido en estos comportamientos, seguido están dirigentes o
líderes que se postulan a cualquier cargo de elección popular.
En conclusión, el fanatismo es un proceder inconsciente de
la gente, y la manera de combatir de raíz estas actuaciones irracionales es
con educación ciudadana y planificación de tareas. Los verdaderos procesos de
formación social se caracterizan por anclar bases con criterios sólidos,
planificados y proyectados a congregar personas en una verdadera participación
política.
la gente, y la manera de combatir de raíz estas actuaciones irracionales es
con educación ciudadana y planificación de tareas. Los verdaderos procesos de
formación social se caracterizan por anclar bases con criterios sólidos,
planificados y proyectados a congregar personas en una verdadera participación
política.
Por lo general este tipo de actitudes suelen suceder con
individuos que no pose en ninguna clase de formación política y, en el país del
‘Corazón de Jesús’ es considerable el número; aclarando que la política es la
directriz que rige la actuación de una persona o sociedad.
individuos que no pose en ninguna clase de formación política y, en el país del
‘Corazón de Jesús’ es considerable el número; aclarando que la política es la
directriz que rige la actuación de una persona o sociedad.
La política es una palabra simple con contenido complejo,
debido a la trascendencia en el actuar diario del ser vivo.
debido a la trascendencia en el actuar diario del ser vivo.
La política la practicamos desde que llegamos a este mundo. En
el núcleo familiar es donde más acentuada y funcional debe ser esta palabra, de
lo contrario nunca podríamos desenvolvernos en un ambiente armonioso de
familia. En el trabajo, en el deporte, en el amor, prácticamente en todo lugar
encontramos que las cosas tienen una razón de ser y deben ser planificadas.
el núcleo familiar es donde más acentuada y funcional debe ser esta palabra, de
lo contrario nunca podríamos desenvolvernos en un ambiente armonioso de
familia. En el trabajo, en el deporte, en el amor, prácticamente en todo lugar
encontramos que las cosas tienen una razón de ser y deben ser planificadas.
El fanatismo adolece de planificación, ya que es una actitud
impulsiva, apasionada y enceguecida a favor de un acto o una persona. Si
queremos contribuir en mejorar esta falencia, debemos empezar por brindar
espacios de inclusión, ilustración y posterior capacitación de lo que es un
verdadero proceso y actuar político; más, si se trata de una campaña electoral.
impulsiva, apasionada y enceguecida a favor de un acto o una persona. Si
queremos contribuir en mejorar esta falencia, debemos empezar por brindar
espacios de inclusión, ilustración y posterior capacitación de lo que es un
verdadero proceso y actuar político; más, si se trata de una campaña electoral.
No se puede perder de vista que la actividad electoral es
efímera, así que si cometemos errores producto del fanatismo, estos marcarán a
la persona y dejaran huellas a veces incorregibles y difícil de olvidar.
efímera, así que si cometemos errores producto del fanatismo, estos marcarán a
la persona y dejaran huellas a veces incorregibles y difícil de olvidar.
Se acerca una fecha electorera y la población colombiana se
apresta para elegir un congreso de la República y posteriormente al presidente.
Las maquinarias oligarcas y partidistas continúan en su demoledor trabajo de
cada vez concentrar mayores adeptos, mantenerse en el cargo y afianzar un
cuestionado poder político.
apresta para elegir un congreso de la República y posteriormente al presidente.
Las maquinarias oligarcas y partidistas continúan en su demoledor trabajo de
cada vez concentrar mayores adeptos, mantenerse en el cargo y afianzar un
cuestionado poder político.
Colombia está llena de fanáticos electorales, muestra de
ello, las jugadas camaleónicas y errores al momento de elegir a un servidor o
funcionario público. La combinación de fanatismo y la necesidad laboral de
muchos ciudadanos conllevan una soberbia mezcla, letal para el desarrollo y
progreso de esta sociedad hambrienta de cambio pero que desfallece en su
intento, todo por un obsoleto esquema que favorece a las minorías. Cada vez se
determina que el problema no son los políticos sino la estructura del Estado.
ello, las jugadas camaleónicas y errores al momento de elegir a un servidor o
funcionario público. La combinación de fanatismo y la necesidad laboral de
muchos ciudadanos conllevan una soberbia mezcla, letal para el desarrollo y
progreso de esta sociedad hambrienta de cambio pero que desfallece en su
intento, todo por un obsoleto esquema que favorece a las minorías. Cada vez se
determina que el problema no son los políticos sino la estructura del Estado.
Domingo, febrero 2 de 2014
Este es un espacio de opinión destinado a columnistas,
blogueros, comunidades y similares. Las opiniones aquí expresadas pertenecen
exclusivamente a los autores que ocupan los espacios destinados a este fin por
el blog Informativo del Guaico y no reflejan la opinión o posición de este
medio digital.
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