Remembranzas consaqueñas
El casco urbano de Consacá
Por José Rodrigo Rosero Tobar
roserotobarjoserodrigo@gmail.com
Su apariencia alargada, cuenta con cuatro calles y un barrio con apariencia de un suburbio; una de ellas recuperada en tiempos recientes con una pavimentación que le cambió evidentemente la apariencia al sector, calle que antaño fuera el centro de atención del pueblo, pues allí se desarrollaba toda la actividad social, especialmente los fines de semana con toda clase de ventas que ocasionaba el esparcimiento y la diversión de la incipiente sociedad consaqueña.
Porque no recordar que la hoy identificada como calle cuarta y que se extiende hasta la carrera octava, en tiempos pasados cruzaba el pueblo completamente de occidente a oriente, pero, por esos avatares del destino parte de ella desapareció, ojala no definitivamente, porque se pregona que los bienes territoriales son imprescriptibles.
Consacá como pueblo data su existencia desde tiempos inmemoriales, desarrollado como núcleo poblacional primeramente como asentamiento con bohíos ubicados de manera dispersa pero cercana, con una persona que hacía las veces de principal y los demás eran los demás.
En 1638 se declaró la existencia del pueblo que había sido desaparecerlo por parte de la burguesía criolla desarrollada. A finales del siglo XVI, contaba con un habitante que padecía de ceguera, no obstante cumplir labores de pregonero en la ciudad de Pasto. En 1818, la Audiencia de Quito ordenó a los entonces dueños de la hacienda Consacá, restaurar las tierras usurpadas a favor del pequeño cabildo de indígenas de la parcialidad de Consacá, lo que consecuencialmente conllevó la orden de restaurar el pueblo.
Con esta orden se reinicia en forma definitiva el desarrollo del casco urbano. En 1822, cuando Bolívar atravesó por estos lares en su campaña emancipadora, encontró un pueblo debilucho y lánguido que se resistía a desaparecer, y sobrevivía a todos los embates para destruirlo. Incluso, cuando el 7 de abril de ese año pretendió acampar en este pueblo, debido a que no encontró víveres para la tropa, se vio obligado a continuar hasta los campos de Bomboná, en donde era esperado por los ejércitos pastuso-realistas leales a la corona española.
En 1921, el concejo municipal, mediante ordenanza 030, ordena agregarle diez hectáreas tomadas de las tierras comunales pertenecientes al resguardo de indígenas de la parcialidad de Consacá, para ampliar el área del casco urbano.
En 1964 contaba con 336 viviendas, de las cuales 26 eran chozas pajizas. En 1997 se funda el barrio los Héroes, con 155 soluciones de vivienda de interés social, en terrenos de la antigua hacienda Vista Hermosa. Posteriormente se construyó una urbanización por la empresa Cofinal, aledaña al parque central.
Existieron normas implantadas en el nuevo mundo sobre distribución de villas y ciudades y, aunque en Consacá no se conocieron, intuitivamente se desarrollaron cual si se aplicaran en todo su contexto, pues si miramos la ubicación de la capilla, el palacio municipal y el palacio nacional frente al parque central, nos damos cuenta que tomaron la distribución urbanística de acuerdo a la recomendación de la corona española para las urbes nacientes en las colonias conseguidas.
Recorro orgulloso mi pueblo, el que albergó mi infancia, vio crecer mis añoranzas, aquel que cuando me alejo me llena de nostalgias de mirar sus montañas y quebradas, sus calles otrora empedradas, sus gentes conocidas, su domingos austeros anhelados, el estadio de confrontaciones colmado, la tienda frecuentada y aquello que la vida aparentemente monótona llevaba.
Consacá, 04 de febrero de 2022
Este es un espacio de opinión destinado a columnistas, blogueros, comunidades y similares. Las opiniones aquí expresadas pertenecen exclusivamente a los autores que ocupan los espacios destinados a este fin por la página Informativo del Guaico y no reflejan la opinión o posición de este medio digital.
Refiriéndome a la aproximación del bicentenario de la Batalla de Bomboná (7 de abril de 1822 – 7 de abril de 2022), es bueno recordarles a la Academia Nariñense de Historia y a las mismas autoridades del Municipio de Consacá, que ésta no puede ser una celebración, sino una conmemoración del triunfo de la raza pastusa frente a los ejércitos granadinos. No es celebración porque fue una confrontación sanguinaria de parte y parte, donde se extinguieron miles de vidas jóvenes, que ellos mismos murieron sin saber quienes eran los beneficiados de esta lucha entre nacionales mismos. Entonces no se puede celebrar una fecha trágica, se la puede conmemorar o recordar por el significado de esta victoria. Fue trágica, más para los granadinos que para los pastusos que salieron victoriosos. ¿Por qué se cree que Bolívar no ganó en Bomboná? Sencillamente porque Bolívar no entró triunfante a Pasto; sino que huyó con su derrota y sin ninguno de sus hombres hacia El Trapiche, Cauca( (Hoy Bolívar). Entonces por qué levantar monumentos en honor de un derrotado y de un cruel y asesino de los pastusos; para qué dignificar a una piedra como la Piedra de Bolívar; si el ni siquiera debió haberse parado en esa porque hubiese caído asesinado, como cayó el General Pedro León Torres, quien si parece que se paró a gritar desde allí y fue blanco de las armas sureñas. Entonces queremos saber a quienes van a honrar los consaqueños y los historiadores este acontecimiento?. CARLOS BEDOYA ENRIQUEZ, Cronista.
Doctor Bedoya, un agradecimiento inmenso por su erudito comentario. El sugestivo encabezado que dice hacia el bicentenario de la batalla de Bomboná, es un sofisma tratando de despertar el ánimo de conmemorar más no de celebrar el hecho sucedido en el municipio de Consacá un lejano 7 de abril de 1822. Las guerras han sido una constante en el mundo y considero que, si bien se habla de ganadores y perdedores en la contienda, lo cierto es que desde una percepción profunda del hecho tan solo concluyen con miseria y desolación
Muchas gacias por su erudito comntario. Hacia el bcentenario de la batalla de Bomboná, es una sugestiva frase ratando de despertar el interés en conmemorar, no en celebrar, este acontecimiento. El mundo ha estado siempre marcado por las guerras y, en mi humlde concepción, considero que en una batalla, si bien se habla de ganadores y perdedores, bajo una percepción real lo único que deja es desolación y desesperanza. Un abrazo inmenso.