Remembranzas consaqueñas
Mi abuelo
Por José Rodrigo Rosero Tobar
roserotobarjoserodrigo@gmail.com

Cerca al bicentenario, recuerdo una frase que en tono acusador me expresaran cuando en un diálogo coloquial me dijeron “vamos a escribir la verdadera historia de la batalla de Bomboná”, creo que por el hecho, a excepción de otros, de haberme atrevido a publicar, financiado con recursos de crédito adquirido por mi hermana Carmen Alicia, un documento sobre Consacá.

Lejos de agraviarme, traté de internarme, no en buscar la historia verdadera como me dijeron, sino en determinar aquellas personas que han intentado expresarse por intermedio de sus escritos y acciones sobre sucesos históricos presentados en la localidad, llegando hasta mi abuelo José Antonio, quien gran parte de su vida se dedicó a escrutar los devenires consaqueños y aunque infortunadamente no conozco sus escritos porque hasta el momento no han sido publicados, se conoce de sus acertados conocimientos de los aconteceres comarcanos.

Acaecido su deceso por allá en 1993, en uno de aquellos homenajes recordatorios familiares, una noche diáfana y placentera, en el patio de la casa que en su vida construyera y de estancia solariega, hoy dividida en pedazos y lejos de su inicial esencia, improvisé unas líneas que aquí traigo para quienes les interese y que no lo conocieron y para quienes lo conocieron y quizá ya no lo recuerdan. 

No está aquí

Pero es como si jamás se hubiera ido

Es como si el viento

Lentamente lo llevara al olvido

Navegó los confines de la vida

Por un sino perseguido

No entendimos al momento su inventiva

Porque no la atendimos

Persiguió la verdad de las verdades

Caminando solo en el camino

Buscó con diáfana insistencia

La historia de su Consacá querido

Trastocó todo cuanto sucedía

Cual diario sin destinatario conocido

No han salido a la luz sus enseñanzas

Lo científico, lo trivial lo peregrino

Dedicado a las letras en su vida

No encontraron eco sus sonidos

Nos dejó enseñanzas de enseñanzas

Ejemplo que muy poco hemos seguido

Su nombre camina solariego

Por los senderos del camino

No está aquí en este momento

Pero es como si jamás se hubiera ido

Consacá, 04 de marzo de 2022

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