Misiones, desafíos, retos, esperanzas y oportunidades es lo que se han trazado los afrocolombianos que habitan en el Departamento de Nariño. Su resiliencia, dignidad y conocimiento, permiten que se mantenga viva su herencia ancestral, su cultura y cosmovisión para construir tejido social y desarrollo para el territorio.

La celebración de la abolición de la esclavitud simboliza el marco jurídico del 21 de mayo de 1851, así como también revive la memoria de las luchas gestadas propiamente por las comunidades para conseguir su libertad. En algunos territorios como Tumaco, pueblos constituidos y organizados socialmente, y otros, ubicados en Barbacoas y Santa Bárbara de Iscuandé consiguieron su libertad, paulatinamente, incluso antes de declararse la abolición en todo el país.

En el departamento de Nariño las barreras levantadas contra la población negra se empiezan a derrumbar y la participación del pueblo afrodescendiente gana cada vez mayor protagonismo. No en vano, hoy presenciamos el liderazgo de un afrodescendiente al frente de la administración gubernamental del Departamento, un hecho que es un reflejo del legado de la gestión y la resistencia de la comunidad afro. Sin embargo, el 21 de mayo también es una fecha para conmemorar, pues aún persiste el reto de disminuir las brechas trazadas por la desigualdad.

El Día de la Afrocolombianidad nos invita a reflexionar sobre la persistencia de la discriminación racial en nuestra sociedad y a trabajar por su erradicación. Es una oportunidad para promover la igualdad de derechos y oportunidades para todos y todas las personas negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras.

En articulación con entidades del orden municipal y departamental, la Gobernación de Nariño ha dispuesto de una gran agenda cultural y académica, que entre el 21 y 25 de mayo, presenta una juntanza sobre el aporte afro a la construcción del territorio.

Fuente e imágenes: Gobernación de Nariño