Historia de la primera Vuelta a Nariño en Bicicleta

Spread the love

Por: Jorge Enrique Tello Chávez
jet.30@hotmail.es

En la década de los años sesenta surgieron los grandes protagonistas del deporte de las bicicletas, las bielas y las caramañolas, gracias al sacerdote filipense Solaque, presidente de la Liga de Ciclismo de Nariño, a la que estaban inscritos los Clubes Ciclo Cóndor y Ciclo América.

Contando con el patrocinio de don Ignacio Montenegro, del Almacén el Rhin de la Calle Angosta y de don Alejandro Rivera, del Almacén Auto Eléctrico Rivera de la calle 17 con carrera 19.

Revisando mis archivos en 1967 se corrió la primera Vuelta a Nariño, participando 16 ciclistas, que recorrieron seis etapas, terminando en el Estadio Libertad 14, quienes se constituyen en los pioneros del ciclismo nariñense.

El ganador fue el pastuso Humberto Córdoba, funcionario de la Caja de Ahorros de la Caja de Crédito Agrario, quien venía de ser protagonista de la Vuelta a Colombia de ese año. Ganó la etapa reina entre Pasto e Ipiales por la vía larga, pasando por Tangua, El Pedregal, Santa Ana, Túquerres, el Espino, Guachucal, Aldana y “La Ciudad de las Nubes Verdes”, porque en esos años no existía la Vía Panamericana.


Así quedó la clasificación general

1. Humberto Córdoba de Ciclo Cóndor

2. Pedro Arellano de Ipiales

3. Daniel Pascuaza de Ciclo Cóndor

4. Alfredo “Centavito” Eraso de Ciclo Cóndor

5. Antonio Rosero de Ciclo América

6. Guillermo Burgos de Ipiales

7. José Martínez del Ecuador

8. Arnulfo Pozo del Ecuador

9. Carlos Pinza de Ciclo Cóndor

10. Harold Montes de Ciclo América

11. Jesús “El Negro “Achicanoy de Ciclo Cóndor

12. Gerardo Gómez de Ciclo Cóndor

13. Armando Goyes del Ecuador

14. Segundo Albornoz de Pasto

Por equipos:

1. Ciclo Cóndor.

2. Ecuador y,

3. Ciclo América.

Premios de montaña: Humberto Córdoba.

Por aquellos años, las carreteras de Nariño eran totalmente destapadas. Presencié la llegada de los pedalistas, por la puerta de maratón, por la tribuna oriental y llegando a la meta final, en la tribuna de occidente, abarrotada de aficionados.

Los pedalistas llegaban con sus rostros irreconocibles por el polvo o el barro pegado a su humanidad. Los técnicos y mecánicos en sus carros acompañantes dichosos y felices por el deber cumplido.

Este es un espacio de opinión destinado a columnistas, blogueros, comunidades y similares. Las opiniones aquí expresadas pertenecen exclusivamente a los autores que ocupan los espacios destinados a este fin por la página Informativo del Guaico y no reflejan la opinión o posición de este medio digital.

Este es un espacio de opinión destinado a columnistas, blogueros, comunidades y similares. Las opiniones aquí expresadas pertenecen exclusivamente a los autores que ocupan los espacios destinados a este fin por la página Informativo del Guaico y no reflejan la opinión o posición de este medio digital.

Author: Admin

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *