El despertador del sur
Por: Jorge Arturo Bravo
despertadordelsur@hotmail.com
Triste sorpresa la que experimenté la noche del pasado lunes 28 de octubre, cuando gracias a un buen amigo de La Bitácora, me enteré del sensible fallecimiento del doctor José Eduardo Ortiz, un prestigioso jurista de talla regional y nacional, director fundador de la sociedad ASLEYES y del periódico MAESTRO LEGAL.
Me negaba a creer, que nuestro buen amigo hubiese fallecido, de verdad que no lo podía creer, sentí un fuerte dolor en el corazón y éste como que se aceleró en su palpitar, varias veces tomé aire, pues esta noticia era inesperada para todos; pues el doctor José Eduardo, no obstante su gran profesionalismo como hombre de leyes, fue amigo de todos, su sencillez, su amabilidad, su don de gentes buenas, hizo que se ganara en Pasto, en Nariño y en Colombia, el reconocimiento, el cariño y afecto de todos
El magisterio nariñense, especialmente sentirá su muerte porque el doctor José Eduardo, siempre estuvo presto para asesorarlos cuando de reclamar sus derechos, en cuanto a reclamos prestacionales se trataba; asesoramiento que no solo lo hacía personalmente sino de desde las páginas de su periódico de circulación nacional MAESTRO LEGAL.
Lo conocí hace muchos años, por allá en la década de los años ochenta, cuando el doctor José Eduardo se convirtió en el defensor gratuito de los estudiantes universitarios que por reclamar sus justos derechos caían en “la garras” de la policía, ahí estaba él como su incondicional defensor y salía avante en su defensa; varias veces fue el defensor de los estudiantes, entre ellos de nuestro actual alcalde Nicolás Toro Muñoz, gran defensor, desde joven, de las causas populares, su tema de conversación cuando amenamente, el doctor nos comentaba con entusiasmo en nuestras frecuentes visitas a su oficina.
Desde la Fundación Cultural Musurunakuna, de la que fue su benefactor para hacer posible la publicación del periódico Proyección Estudiantil, de hecho en su momento le hicimos el reconocimiento de gratitud pertinente, hacemos llegar a su distinguida familia nuestras más sentidas voces de condolencia, elevamos una plegaria al Todopoderoso por su paz y descanso eterno y pido le dé a su esposa e hijos, mucha fortaleza en estos momentos tan difíciles. Paz en su tumba.