La censura de libros

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Por Augusto Cabrera Rodríguez
augusto.cabrerar@gmail.com

Introducción

El veinticuatro de octubre es día mundial de las bibliotecas. En Las bibliotecas, encontramos miles y miles de libros, enciclopedias, y tantos materiales adquiridos para el estudio, investigación, recreación, actualización y documentación referidos en todas las ciencias del saber científico, cultural, económico, religioso, ciencias naturales, recreación, etc.

En todos los pueblos, veredas, grandes ciudades y capitales existen las bibliotecas. Los libros están arrumados en grandes estantes y anaqueles, estos son patrimonio otorgado por los gobiernos nacionales y extranjeros para enriquecer los saberes a los cuales tienen derecho todos los pueblos.

Las bibliotecas son lugares donde se aglutinan las personas en forma individual o en grupo para hacer consultas impuestas por las escuelas, colegios, universidades e instituciones de carácter educativo con temas que deben ser actualizados para una nueva jornada institucional.

Las bibliotecas, desde hace algunas décadas han decaído por la aparición del Internet, celulares y otras técnicas y redes digitales modernas de estudio, son medios económicos, rápidos y de menor esfuerzo. Los temas que se imponen se encuentran en estos medios de comunicación.

La censura de libros

La censura, o prohibición de la lectura de ciertos libros y aun de los medios de comunicación oral o escrita que traten de contenidos de carácter ideológico, moral, político, religiosos que sean contrarios, ofensivos, dañinos e inconvenientes que estén contra el gobierno, medios de comunicación, religiosos o refutan alguna creencia o doctrina científica cultural y humana.

Los libros censurados no están en las bibliotecas de las escuelas, y/o colegios religiosos porque sus objetivos no son los de promover la no lectura de identidad sexual, de género, credos religiosos y políticos o de tipo pornográfico.

En algunas escuelas y colegios pueden limitar la lectura de libros sobre estos temas, o se deja al libre albedrío de los profesores sobre los temas que han sido censurados, también intervienen el Ministerio de Educación y secretarías de educación departamentales.

Sin embargo, aclaramos, que dada la modernidad y libertad de pensamiento y cultura se permite hablar de cualquier tema en las cátedras escolares.

En la práctica, cuando se publican artículos o comentarios sobre determinadas personas eclesiásticos o civiles, de inmediato aplican la censura, y mandan a recoger los materiales impresos. Para dar crédito a los mandatos de la censura de libros,

A continuación, quiero contar mi propia historia sucedida en mis estudios de secundaria en un colegio de la ciudad de Pasto: En vacaciones y en mis ratos de ocio me dediqué a leer un libro titulado “La María” o “María Magdalena”. Habla sobre la vida de Jesucristo y sus relaciones con la protagonista, lo cual va en contra de las creencias religiosas, lo cual hace que la iglesia católica censure esta obra, y declara apóstata al que la leyera.

En mi colegio dado el carácter de internado dentro de sus reglamentos, exigían la confesión y comunión los primeros viernes de cada mes, nos daban salida para ir a las iglesias para confesarnos; el sacerdote encerrado en el confesionario esperaba a los pecadores, a quienes les daba la concebida absolución.

Me arrodillé frente al sacerdote y le confesé que había leído el libro “La María” o “María Magdalena”, el sacerdote de inmediato me recriminó y me daba la absolución con la condición que debía ir a confesarme con el Padre “Penitenciario”, en la iglesia Catedral. Yo no sabía de la prohibición o censura de esta obra y no sabía o no alcanzaba a entender sobre su contenido dado mi inexperiencia y edad en el acto de la lectura.

El Padre “Penitenciario”, analizó mentalmente esta situación y vio que no era pecado ni motivo para no darme el perdón, me dio la absolución y pude comulgar.

El orden natural de las censuras

Algunos grupos cristianos no censuran los libros que hablan sobre el homosexualismo porque para ellos el tema es del orden natural.

Los políticos se censuran entre sí porque en la política esto es natural.

Los deportistas no censuran las faltas de los contrarios porque esto sucede en el devenir del juego entre rivales, para eso hay un árbitro que castiga e impone las leyes del juego.

Los géneros humanos están de acuerdo con la censura porque debe haber respeto entre ellos.

Los estratos sociales están de acuerdo o desacuerdo con la censura porque los niveles sociales tienen sus normas que los rigen para no caer en las ridiculeces de sus acciones y comportamientos.

Conclusiones

Con gran satisfacción participo a mis lectores que en las bibliotecas Luis Ángel Arango e Instituto Caro y Cuervo de Bogotá y en la biblioteca del Banco de la República de Pasto están mis libros titulados: “Los agüeros en la cultura popular de Nariño”, ”Los mensajes en los hechos y milagros de Las Lajas” y “Dialecto sandoneño”, obras que no tienen el sello de la censura.

Estimados lectores no censuren mis escritos porque son escritos con respeto y admiración hacia ustedes…

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