Por: Chucho Martínez Betancourt
chumarte@gmail.com
Algunos representantes a la Cámara han presentado un proyecto de Ley para crear el departamento número 33, del litoral pacífico, creyendo es la panacea para resolver sus seculares problemas originados en un centralismo excluyente, no solo del Litoral sino de otras regiones periféricas del país, como el resto del departamento de Nariño.
Si bien aceptamos la autodeterminación de los pueblos como un derecho para decidir su destino político de secesión o unificación, su aplicación debe consultar con realidades objetivas, como, por ejemplo, contar con estudio de factibilidad y Certificado de Disponibilidad Presupuestal -CDP- del Ministerio de Hacienda, que ha reconocido una grave crisis presupuestal del país. Entonces, crear departamento para redistribuir su pobreza, cuando los paisas quieren independizarse para administrar sus rentas propias es un sinsentido.
Compartimos la crítica al centralismo que reversó la descentralización administrativa y fiscal para hacer una recentralización y reconcentración en los tres polos de desarrollo de siempre, que se aspira modificar con las propuestas del gobierno de reordenamiento territorial para favorecer regiones excluidas fortaleciendo mecanismos como las Regiones Administrativas de Planeación -RAP-.
También cuestionamos la ineficiencia de los 12 gobernadores originarios del Pacífico que ha tenido Nariño, los 14 presidentes del Cauca y los 4 del valle.
La experiencia es lastimera con la creación de departamentos como los otrora llamados territorios nacionales y como el Chocó y Guajira. Las desigualdades regionales son estructurales que arrastran a una dirigencia regional mediocre, especialmente la política.
“El Chocó, sigue siendo el penúltimo de Colombia -dice Ivonne Quiñones-. La corrupción de los afro-convenientes hará que corramos la misma suerte. Todos a proteger a nuestras amadas comunidades negras, las víctimas eternas de estos malhechores que en nombre de todas sus tragedias pasadas y presentes han ido siempre por beneficios y privilegios personales, jamás colectivos”.
Si la absoluta mayoría de nariñenses, congresistas, el gobernador y por esa línea el presidente, estamos en contra de la creación del departamento del litoral pacífico, es mejor, que retiren el proyecto y nos dediquemos, a exigir el cumplimiento de la maqueta de inversión de los planes de desarrollo nacional y departamental.
Rayón. Atentos a la demanda de nulidad de la elección del gobernador. El Consejo de Estado ya ha dado muestras de antipatía con el Pacto Histórico. Más vale la seguridad que la policía.
-
-
-
-
-
