Señor…en vos confió

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Visión de mujer

Por Elsy Melo Maya
Que la fe mueve montañas, es una
realidad para quienes creemos en Dios Todopoderoso y en la Virgen María. Y
estas palabras: Señor…en vos confío, pueden ser comunes en nuestra cotidianidad
y muy seguramente las repetimos con cierta frecuencia, pero son palabras que
pronunciadas con convicción y fe absoluta, pueden significar la diferencia
entre la vida y la muerte, entre la salud y la enfermedad, entre la desesperanza
y la felicidad
.

Al parecer ya todo estaba hecho y nada
era posible de mejorar pese a los conocimientos y el esfuerzo de los seres
humanos, todo era perdido e inevitable, fue entonces cuando aferrándonos a
nuestras creencias , al amor y la conexión entre una madre y sus hijos, miramos
hacia lo supremo y pretendiendo sobrepasar esa esfera terrenal, acudimos con la
intersección de la Virgen María ante Dios, ante Él que todo lo puede, para
quien todo es posible, para quien los tiempos son perfectos
y nada sucede antes
o después de cómo tiene que ser, al que todo lo sabe y todo lo conoce.
Dios a través de la oración, nos
reveló una nueva forma de hacer presencia entre los hombres: “Donde hay dos o
tres reunidos en mi nombre, Yo estoy en medio de ellos” (Mt.18-20) y es por
medio de la oración realizada en unión con la familia, con los amig@s que El
actúa; Dios no niega su presencia a quien lo invoca y si se hace presente es
por su infinita misericordia
.
Sentir la presencia y la bendición
de Dios y la Virgen Santísima sobre una familia, sin duda alguna es un extraordinario
episodio de vida, nada fácil de exponer y mucho más difícil de explicar: cuando
la confianza, la fortaleza, la seguridad y la tranquilidad te invaden a través
de una energía poderosa, el conocimiento científico y las conclusiones médicas,
como ocurrió en este caso, pasan a un segundo plano y tan solo importa la
presencia de Dios y sus designios
.
Para Él nada es imposible y dar
testimonio de su bondad y poder infinito, es lo mínimo que podemos hacer en
agradecimiento a esa nueva oportunidad de vida que le ha brindado no solo a
nuestra madre a quien la sanó milagrosamente
, sino en general a toda una
familia, para quien su presencia es fundamental. ¡Tu Señor puedes hacer obras
maravillosas, inigualables e inexplicables. Te pedimos que sigas obrando sobre
toda la humanidad!
Marzo 26 de 2018

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