En Nariño, un rincón pintoresco de Colombia, donde el Galeras abraza los campos verdes y los sabores auténticos que emergen de la tierra, el SENA se sumó a la celebración anual que fortalece el vínculo con los campesinos.
Como doña Rosalba, 19 unidades productivas del Programa SER y cinco emprendimientos del Fondo Emprender participaron en el Mercado Campesino, donde a ritmo de música, danza y muestras gastronómicas comercializaron sus productos.
Como ha ocurrido en los últimos años, el SENA se vinculó nuevamente al Mercado Campesino Mi Nariño, Despensa del Agro por la Vida, organizado por la Gobernación del departamento, en el que participaron más de 20 unidades productivas del Programa SENA Emprende Rural y cinco emprendimientos creados a través del Centro de Desarrollo Empresarial SBDC (por sus siglas en inglés) de la Entidad.
“En este espacio, los campesinos de 48 municipios y distintos corregimientos de Pasto, han ofrecido sus productos para que los ciudadanos puedan adquirirlos a bajo costo y sin intermediación. De nuestra parte, hemos acudido con emprendedores y las unidades productivas creadas y fortalecidas por el programa SENA Emprende Rural de los tres centros de formación de Nariño”, manifestó Eduardo Antonio Benavides Rosero, director regional del SENA en Nariño.
El SENA brinda soluciones a la población campesina colombiana a partir del emprendimiento, ofreciendo procesos de formación y acompañamiento para la creación de unidades productivas con el fin de generar ingresos, diseñar opciones de trabajo estables y brindar opciones laborales a los campesinos y los jóvenes, especialmente.
Rosalba Tabla es una mujer desplazada por la violencia, proveniente del municipio de Barbacoas. Ella, junto a varias mujeres del departamento, con el acompañamiento del programa SER y el apoyo del Fondo Emprender, crearon ‘Sabores de Nariño’, un restaurante que participó en este mercado campesino.
“Estos eventos son muy importantes, porque nos permiten dar a conocer el proyecto y comercializar nuestros productos como el cuy asado, el frito pastuso, nuestro tradicional horneado, empanadas, desayunos y almuerzos”, puntualiza Rosalba.
De esta manera, los habitantes de Pasto reconocen el trabajo tan importante de nuestros campesinos y emprendedores del departamento, quienes lograron establecer acuerdos comerciales por más de 400 millones de pesos. Los pequeños productores y asociaciones pudieron llegar hasta el consumidor final y establecieron acuerdos comerciales por un año, lo que le permitirá una mayor rentabilidad en sus negocios.
Fuente y foto: Servicio Nacional de Aprendizaje