El Despertador del Sur
Por: Jorge Arturo Bravo
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Desde 1994, según las leyes colombianas —leyes más leyes que con frecuencia se promulgan en este nuestro país del Sagrado Corazón de Jesús—, se ha permitido que los jóvenes de Colombia ejerzan su derecho al voto, su derecho a elegir y ser elegidos según su rol. Primero fue la elección del Personero de los Estudiantes, la misma que se realiza en todas las instituciones educativas oficiales y colegios privados del país, donde pueden votar todos los estudiantes, desde preescolar hasta el grado once.

Después, al despertar el nuevo milenio, vinieron las elecciones a los Consejos Municipales, Departamentales y Nacional de Juventud, las cuales se llevaron a cabo en el segundo trimestre del año 2002, cuando más de 9.000 jóvenes, entre los 14 y 26 años de edad, según la Ley 375, salieron a las urnas. Cuatro años después se eligieron los segundos, aunque con muy baja votación, así que no venga ni la Registraduría ni los periodistas a decir alegremente que hoy se eligieron los segundos y afirmen equivocadamente que en 2021 se eligieron los primeros.

Tampoco importa si fue el primero, el segundo, el tercero o el cuarto proceso. Lo más importante es que los jóvenes —el presente valioso que tiene Colombia— se despertaron de ese letargo en que se encontraban y salieron a las urnas a elegir, buscando nuevas propuestas, nuevas alternativas y nuevos proyectos que, de verdad, beneficien a los jóvenes de Pasto y de Colombia.

Ahora se espera que quienes resultaron elegidos puedan ejercer un excelente papel, que trabajen en beneficio de los mismos jóvenes, que fluyan, pues, de sus mentes jóvenes, visionarias, rebeldes y transformadoras, los mejores proyectos: proyectos de jóvenes para los jóvenes.

Y que los gobiernos locales, regionales y nacionales de turno den a los jóvenes la verdadera importancia que ellos se merecen como el presente más valioso del país. Un país que, por estar cada vez más “embadurnado” de corrupción, no se ha dado cuenta de la grandeza de sus jóvenes. Hacemos votos para que no permitan que la politiquería corrupta y envilecida se meta en los consejos.

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