Agricultura sostenible ante el cambio climático

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Foto: energia-rural.com
Tomado de www.bolpress.com
Por Roberto Salomón, 
Alfredo Boada Mola y Fausto
Triana *
El
diagnóstico de los científicos es casi unánime: la degradación de los suelos
como consecuencia de la actividad del ser humano se acentúa sin cesar en el
mundo
. Estadísticas de la Cepal de 2011 señalan que en América Latina y el
Caribe el sector agropecuario es responsable de 28`por ciento de las emisiones
de gases de efecto invernadero, mientras que el cambio de uso de suelo y la
deforestación genera 21 por ciento del total.

Según un informe de la Organización de
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), de aquí al 2050,
al menos más de dos millones y medio de kilómetros de tierra podrían tornarse
improductivos
. No es fortuito que ante esta situación y para promover el uso
más sostenible de ese recurso, la ONU haya declarado el 2015 el Año
Internacional de los Suelos. Es muy claro: si no protegemos el fundamento de la
producción de alimentos, la base de nuestros ecosistemas, es decir, el agua y
principalmente el suelo, tendremos un gran problema en el futuro, sostienen
expertos de ese organismo.
En efecto, se estima que si continúan los
actuales niveles de degradación, toda la superficie cultivable del planeta
podría desaparecer en 60 años. A juicio del director general de la FAO, José
Graciano da Silva, aunque se trata de un recurso de enorme importancia, no se
le presta la suficiente atención
.
¿Qué es el suelo? De acuerdo con los
especialistas, el suelo es la epidermis, la capa superficial de la tierra, cuyo
espesor va de algunos milímetros a varias decenas de metros
. Cubre los dos
tercios de las tierras emergidas, pero solo una quinta parte es cultivable, o
sea, el 5,5 por ciento de la superficie del planeta.
Según expertos, ese recurso se constituye a
partir de una roca matriz que se altera y transforma por el efecto conjugado de
la vida animal y vegetal, del agua y el aire. Inicialmente no hay más que roca,
luego un liguen se instala encima de esta, llegan animales a comerlo y las
partículas de polvo se acumulan.
Entonces puede aparecer una gramínea, que va a
atacar un poco la superficie de la roca con sus raíces. Esto conduce a fabricar
materia orgánica, que a su vez va a descomponerse y a mezclarse con los restos
de las rocas
. Poco a poco una pequeña placa de tierra se constituye y para
alcanzar un centímetro de espesor necesita desde 50 hasta mil o dos mil años,
según su ubicación. Esto significa que es difícilmente renovable.
Muchos afirman que el suelo es el más
desconocido de los grandes recursos del planeta, y aunque es fuente de vida,
con frecuencia se le identifica con la muerte, puesto que en él se sepultan
cadáveres. Sin embargo, es muy valioso y lo necesitamos para producir
alimentos, vestimenta, refugio, forraje y energía. También almacena y filtra
agua, recicla nutrientes, constituye un amortiguador contra las inundaciones
,
secuestra carbono y ayuda en la lucha por la adaptación al cambio climático y
hospeda la cuarta parte de la biodiversidad del planeta.
Los suelos están hoy en peligro y basta
señalar que dos hectáreas de estos son selladas por crecimiento urbano cada
minuto a nivel mundial
. Hay que subrayar en ese sentido que el fenómeno de la
urbanización y la industria se han extendido en perjuicio de varios cientos de
miles de kilómetros de terrenos cultivables de buena calidad. Se afirma, por ejemplo,
que en Estados Unidos se perdieron por esa causa más de 100 mil kilómetros en
menos de 10 años.
Uno de los mayores causantes de la degradación
de los suelos lo constituye la erosión
, que arrastra materia hacia los ríos u
océanos a una velocidad mayor que la de su reconstitución natural. Ese recurso
además se agota desde el momento en que sus propiedades no tienen la
posibilidad de regenerarse.
Según estadísticas internacionales, anualmente
se erosiona una superficie equivalente a la del Reino Unido, o sea, más de 200
mil kilómetros cuadrados. No menos grave es el fenómeno de compactación, que
modifica la actividad biológica y la circulación del agua en las tierras
cultivadas. Según la FAO, en medio siglo se han degradado como mínimo 12
millones de kilómetros cuadrados de suelo.
Otro agente devastador es el pastoreo
excesivo, que también ha dañado grandes superficies, mayormente en África y
Asia
. Asimismo, se inscriben entre los enemigos de los suelos, la utilización
de técnicas agrícolas con químicos y la deforestación, que aumenta la erosión y
el calentamiento global.
El hambre y el suelo
Los expertos coinciden en que la progresiva
degradación de los suelos a escala planetaria amenaza la seguridad alimentaria
,
particularmente en los países en vías de desarrollo, donde se concentra la
mayor parte de la población. Si hace algunas décadas se le prestaba escasa
atención a ese fenómeno, pues solo se explotaba la mitad de la tierra
cultivable existente, actualmente la situación es muy diferente.
En efecto, no pocos especialistas coinciden en
que la combinación del crecimiento demográfico y la degradación de los suelos
podría tornarse explosiva y provocar una multiplicación de los conflictos sobre
la utilización de las tierras. La situación no es nada sencilla, pues además
existen otros problemas como el de que en zonas donde hay terrenos fértiles se
carece del agua y la población indispensables
, por lo que en esos lugares de
nada vale contar con suelos buenos si no se les puede sacar partido.
De acuerdo con analistas, la magnitud del
problema queda de manifiesto cuando se conoce que la superficie con suficiente
regadíos en lugares que demandan esta atención no aumenta mucho, apenas un dos
por ciento anual. Según la FAO, actualmente padecen hambre cerca de 800
millones de personas
, y aunque la cifra hace una década superaba los mil
millones, es demasiada aún la legión de los que sufren ese flagelo.
Las necesidades alimentarias no van dejar de
aumentar y lo más probable es que la disponibilidad de tierras arables por
habitante continúe disminuyendo
, particularmente en las naciones del Sur
subdesarrollado.
Estas y otras temáticas relacionadas con la
seguridad alimentaria fueron analizadas en la 39 Conferencia de la FAO,
realizada en Roma. Pocos días antes en La Habana se efectuó un taller sobre La
Alianza Regional del Suelo (para el área del Caribe, Centroamérica y México), a
iniciativa de ese organismo internacional, a fin de adoptar una estrategia con
vistas a la protección y conservación de ese recurso vital para la producción
de nutrientes.
El secretario de la Alianza Mundial por el
Suelo, el boliviano Ronald Vargas, destacó entre los acuerdos de la reunión, el
establecimiento de un programa regional de manejo, conservación y restauración
de los suelos, y de una plataforma destinada a su gestión sostenible que
incluya educación, y actividades continuas de sensibilización y
concientización
. También incrementar la inversión en los países de la región en
la investigación interdisciplinaria y aplicada en suelos.
Asimismo, el fortalecimiento del sistema de
Información de Suelos de Latinoamérica (Sislac) y el desarrollo de capacidades
en cartografía digital de los terrenos fértiles, y aplicaciones funcionales,
entre otros.
No podía faltar, además, el establecimiento de
un programa regional para la estandarización de muestreos y análisis de suelos
(red de laboratorios)
y metodologías para evaluar el impacto de las áreas
beneficiadas con el manejo sostenible.
Los suelos sanos son la base de la producción
mundial de alimentos y deberían convertirse en un elemento clave en las
políticas públicas
, aseguró el director de la División de Tierras y Aguas de la
FAO, Moujahed Achouri. Se trata de un recurso esencial para lograr la seguridad
alimentaria y la nutrición y tiene el potencial de ayudar a mitigar los efectos
negativos del cambio climático, indicó Achouri, quien alertó que la presión
sobre los recursos del suelo está llegando a límites críticos.
Según el experto, además de mantener el 95 por
ciento de la producción de alimentos, los suelos albergan más de una cuarta
parte de la biodiversidad del planeta, son una fuente importante de productos
farmacéuticos, y juegan un papel fundamental en el ciclo del carbono.
Al mismo tiempo -alertó- el nivel de
degradación del suelo, que se calcula en un 33 por ciento a nivel mundial, es
alarmante y tiene el potencial de poner en peligro la seguridad alimentaria y
enviar muchas personas a la pobreza. Se considera que la gestión sostenible de
esa capa cultivable, a su vez, puede contribuir a la producción de más
alimentos y más saludables
.
Agricultura sostenible ante el cambio
climático
Dos grandes cumbres mundiales se perfilan en
el horizonte antes del cierre de 2015, la primera sobre Desarrollo Sostenible y
la segunda focalizada en el Cambio Climático. Paradigmas que sin dudas marcarán
el futuro de la humanidad, ambos asuntos revisten especial relevancia
aterrizados en elementos fundamentales: el desarrollo de la agricultura y los
desafíos del clima.
La Cumbre Especial sobre Desarrollo Sostenible
que se celebrará en septiembre de 2015 en Nueva York y la Cop21 de París sobre
Cambio Climático
se antojan los pasos definitivos dentro de la cruzada, por
ejemplo, contra el hambre en el orbe.
Avances hacia la consecución de los Objetivos
de Desarrollo del Milenio (ODM) son significativos en torno a disminución de la
pobreza; escolarización de niños; reducción de la mortalidad infantil; y acceso
al agua potable, entre otros.
La oficina regional de la FAO, con sede en
Chile, se congratuló de los pasos positivos de América Latina y el Caribe en la
reducción de la pobreza. Precisamente una cuestión debatida en esta capital
durante el VI Seminario regional de Agricultura y Cambio Climático por la FAO y
el paraguas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
La Cepal y la FAO, funcionarios de gobiernos y
especialistas coincidieron en impulsar un cambio de paradigma hacia una
agricultura sostenible ante los desafíos del cambio climático
. Se trata de un
camino preliminar con miras a la nueva agenda de desarrollo 2030 que se
aprobará en septiembre. Al mismo tiempo, toma en cuenta las dinámicas actuales
de cara a la Cop 21 de Cambio Climático de diciembre.
Eve Crowley, representante regional adjunta de
FAO, resaltó que 72 países lograron los Objetivos de Desarrollo del Milenio de
reducir a la mitad la hambruna. Refirió además que el propósito de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible, integrados en la agenda 2030 a adoptarse en
septiembre, es conseguir la completa erradicación de la subalimentación crónica
y poner fin a la malnutrición.
La agricultura también tiene el
potencial de mitigar las emisiones, pero para ello es necesario un cambio de
paradigma hacia un modelo sostenible
“, consideró la funcionaria de la FAO.

Estadísticas de la Cepal de 2011 señalan que
en América Latina y el Caribe el sector agropecuario es responsable de 28`por
ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que el cambio
de uso de suelo y la deforestación genera 21 por ciento del total. Antonio
Prado, secretario ejecutivo adjunto de la Cepal, dijo a su turno que el informe
del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC)
señaló que este fenómeno podría causar a futuro impactos negativos.
En particular se enfocó en América Central, el
noreste de Brasil y parte de las zonas andinas, así como en el centro de Chile
y el oeste de Argentina. Al abundar sobre el asunto, Prado advirtió que esto
podría comprometer la seguridad alimentaria en las tres primeras áreas, con
altos índices de pobreza y muy dependientes de la agricultura.
A su turno, Ana María Loboguerrero,
Coordinadora para América Latina del Programa de Investigación en Cambio
Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria, anotó que el Programa de Investigación
CCAFS busca generar conocimientos. La idea es mejorar la toma de decisiones de
administraciones públicas, empresas, organizaciones agrarias y de los propios
agricultores, en favor de la calidad de vida de estos y lograr que el sector
agropecuario sea más competitivo
, recalcó.
Al evento asistieron delegaciones de
Argentina, Colombia, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala,
Honduras, República Dominicana y Uruguay. Asimismo, una representación de la
presidencia ecuatoriana de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
(Celac).
Igualmente, representantes del Consejo
Agropecuario Centroamericano y del programa de mejoramiento del café de
Centroamérica PROMECAFE.
Francia, en calidad de anfitrión de la Cop21,
confió por intermedio de su Consejero en la embajada en Chile, Emmanuel Pineda,
en que además de los 52 países comprometidos con la reducción de emisiones se
sumen más en el futuro.
Urgen acciones a favor del planeta
Es indispensable disminuir las emisiones de
gases de efecto invernadero entre 40 y 70 por ciento
para 2050 en comparación
con 2010, con vista a evitar así el incremento de la temperatura global por
encima de los dos grados Celsius. Así lo aseguró Ramón Pichs, copresidente del
Grupo de Trabajo III del Panel Intergubernamental de Expertos de la ONU sobre
Cambio Climático (IPCC).
En entrevista para Prensa Latina, Pichs
remarcó que en ausencia de medidas de adaptación y mitigación en la emisión de
esos gases, los impactos negativos del cambio climático serán cada vez más
generalizados e intensos. Para los países subdesarrollados es fundamental
acceder a tecnologías idóneas y financiamientos a fin de poder avanzar en el
enfrentamiento al cambio climático, comentó Pichs.
Los documentos del IPCC -acotó- son una referencia
muy importante para el proceso de negociaciones políticas multilaterales que
este año tendrán un momento muy importante en la Conferencia de las Partes de
la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático en París,
Francia, del 30 de noviembre al 11 de diciembre. Allí, los países
subdesarrollados llevarán justamente esas posiciones, de la necesidad del
acceso a tecnologías y financiamiento para avanzar en esas direcciones.
También, lo referido al tema de que las
responsabilidades de los distintos países y regiones dependen de su
contribución histórica a este problema del calentamiento global. Son justamente
los países más industrializados los principales responsables de las emisiones
históricas de gases de efecto invernadero
, subrayó el experto.
Sobre las negociaciones que se realizan en el
mundo acerca del tema, el doctor Pichs dijo que es un proceso
extraordinariamente polémico que tiene lugar en el contexto de una crisis
global aún no superada. En esas condiciones, señaló, es fundamental para los
países subdesarrollados lograr un acuerdo que sea equitativo para enfrentar el
cambio climático
.
El aumento de la emisión de gases de
invernadero a la atmósfera en la década de 2000 a 2010, debido a la quema de
combustibles fósiles, como petróleo y carbón, sobrepasó los 30 años anteriores,
advirtieron científicos recientemente reunidos en La Habana.
La producción de energía sigue siendo el
principal factor impulsor de las emisiones de gases contaminantes como el
dióxido de carbono (CO2) y otros
, indicaron los participantes a la X Convención
sobre Medio Ambiente y Desarrollo.
El 35 por ciento de las emisiones proviene del
sector energético
, 24 por ciento de la agricultura, la silvicultura y otros
usos de la tierra, 21 por ciento de la industria, 14 del transporte, y seis por
ciento del sector residencial.
En todo el planeta, afirman, hay más de 120
tipos de impactos observados atribuibles al cambio climático, y los países más
afectados son los que tienen una menor capacidad de adaptación
, que son una
buena parte de los países en desarrollo.
Para fines de siglo va a ver en todo el mundo
una disminución de las precipitaciones
, que afectarán sobre todo la región del
Caribe, habrá más calor, mayores eventos extremos, aumentarán los riesgos de
desastres y los impactos del cambio climático van a ser más severos.
El panel hizo referencia a los mensajes
principales del quinto informe de evaluación del IPCC, donde se destaca que la
influencia humana en el sobrecalentamiento del planeta es cada vez más evidente.
Ese calentamiento global es inequívoco, y la mayor parte del mismo está
condicionado por la contribución de las actividades humanas a la generación de
gases de efecto invernadero
.

Este 2015 la Tierra se encamina a su año más
cálido desde que comenzaron los registros mundiales de temperatura en 1880. Un
reporte de científicos del clima de la Administración Nacional Oceánica y
Atmosférica de Estados Unidos (NASA) indica que la temperatura media global fue
0.80 grados Celsius por encima del promedio del siglo XX, de 12.0 grados, en
los primeros meses del año. A través de la quema irracional de combustibles
fósiles, como carbón y petróleo, la civilización emite a la atmósfera terrestre
enormes cantidades de dióxido de carbono (CO2) y otros gases contaminantes de
efecto invernadero
, de forma más rápida de lo que la Tierra puede absorber.

El calentamiento global implica el ascenso de
las temperaturas medias del aire y los océanos, derretimiento de hielo y nieve,
sequías extremas, alteración en regímenes de precipitaciones, e incremento del
nivel del mar
, entre otras adversidades para los ecosistemas marinos y
terrestres, incluida la vida humana.
Esos rasgos del estado actual del clima
mundial, a corto y mediano plazos, solo empeorarán si se mantienen los actuales
niveles de emisión de sustancias contaminantes a la atmósfera terrestre
, según
las advertencias del IPCC.
* Salomón es periodista de la Redacción de
Economía de Prensa Latina, Boada es periodista de la Redacción Ciencia y
Técnica y Triana, corresponsal de Prensa Latina en Chile.
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