Con la
participación de funcionarios municipales y departamentales y líderes
comunitarios, este miércoles comenzó
el Diplomado en gobernanza territorial y construcción de paz en el Salón de la Casa Artesanal de Sandoná.

En la primera
sesión, orientada por el psicólogo Rafael García de CERES Asociados, se trataron
los conceptos generales del programa de gobernanza territorial: gestión
pública, desarrollo humano, enfoque de capacidades y gobernanza.

La gestión pública
es el conjunto de funciones y acciones que tienen las instituciones del estado
para cumplir con los objetivos de desarrollo de un territorio.

El desarrollo
humano es entendido como la capacidad de darle solución a las capacidades de
vida; salud corporal; integridad corporal; sentidos, imaginación y pensamiento;
emociones; razón práctica; afiliaciones; otras especies; jugar; control sobre
el entorno de cada uno. Estas capacidades fueron propuestas por la filósofa
estadounidense Martha Nussbaum.

El enfoque de
capacidades de los seres humanos en un determinado entorno se refiere a las
capacidades relacionales técnicas y a las condiciones para desarrollarlas. Así
mismo significa que los ciudadanos deben tener un pensamiento crítico, empatía y
pensamiento en perspectiva ética.

La gobernanza
promueve grupos diversos, colaborativos, la participación, la inclusión y la
interdependencia con el fin de que en un territorio todos ayuden a tomar las
mejores decisiones que les permitan mejorar su calidad de vida y su bienestar.

Durante el
Diplomado, que consta de 13 sesiones, una cada mes, se abordarán los temas de
Ordenamiento territorial, Gestión de proyectos, Rendición de cuentas y
Desarrollo institucional.

La segunda sesión se desarrollará a finales del mes de noviembre.

El diplomado,
avalado por la Universidad Javeriana de Cali, se dicta además en los municipios
de Consacá, Ancuya y Linares, que hacen parte de la Subregión del centro
occidente de Nariño o Subregión del Guaico, en la cual se adelantará el Programa
“Gobernanza local con sentido público”, financiado por la Unión Europea.

En la ejecución
del programa está la Federación colombiana de municipios, el Fondo de población
de naciones  – Unfpa – y la Fundación
Suyusama.