¡Bajémonos de motos y carros!

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Para ningún sandoneño es un secreto que en los últimos 15 años la movilidad se convirtió en un grave problema que día tras día crece por el aumento exponencial del número de vehículos: motocicletas y carros que transitan por las mismas calles.

En las últimas administraciones municipales se han realizado reuniones para tratar este tema, en las cuales además del diagnótico, se han propuesto estrategias para afrontar el problema, algunas desde la institucionalidad y otras desde la misma comunidad.

Si el problema está relacionado con el alto número de vehículos que transitan por nuestras vías urbanas, nuestra contribución como ciudadanos para mejorar la movilidad consiste en disminuir la utilización de estos automotores y recuperar una práctica que la gran mayoría de ciudadanos utilizamos hasta hace unos 20 años.

Volvamos a caminar por nuestras calles y carreteras para tener la inmensa alegría de reencontrarnos con nuestros vecinos, amigos y familiares y regresar, si es del caso, a la conversación personal, que sin darnos cuenta la estamos perdiendo.

Todos recordamos como una de las primeras enseñanzas de nuestros padres: la de saludar a las personas que nos encontremos en “el camino”, práctica que desafortunadamente las nuevas generaciones, en un alto porcentaje, ya no la utilizan.

Para volver a caminar es importante planificar el tiempo por aquello de los horarios de entrada a las oficinas, al trabajo, a las instituciones educativas o para cumplir alguna cita; Sandoná es una ciudad pequeña, razón por la cual considero que no hay ninguna excusa para hacer los recorridos a pie o “a pata”, como decían los mayores.

Si un alto número de personas recuperamos el hábito de caminar, teniendo en cuenta que varias personas lo hacen por razones de salud, en poco tiempo recuperaremos la tranquilidad de vivir en “la Ciudad Dulce”, que sin darnos cuenta se nos perdió por culpa de la modernidad; es cuestión de hacer la reflexión sobre nuestra propia contribución encaminada a tener una mejor convivencia.

En nuestra memoria colectiva figuran los dos días del año que salimos a caminar por la vías sandoneñas: el Viacrucis del Viernes Santo y la “noche de las velitas”, en los cuales aprovechamos estos espacios para interactuar con todo tipo de personas, en un gran ejercicio de comunicación.

La utilización periódica de todo tipo de vehículos genera congestión en las calles; riesgos de accidentes de tránsito; invasión del espacio público; contaminación ambiental por la emisión de gases de efecto de invernadero; contaminación auditiva; estrés en la comunidad.

La otra alternativa es cambiar los vehículos por bicicletas, que hemos expuestos en diferentes escenarios con presencia de funcionarios públicos, cuyo proceso está dando sus primeros “pininos” y que en la medida que se la adopte puede, de igual manera, ayudará a mitigar los problemas de la movilidad sandoneña. Esta propuesta la abordaremos con más detalle en una próxima oportunidad.

Sandoná es una ciudad hermosa, de la cual todos nos sentimos orgullosos, que está en proceso de convertirse en sitio turístico sostenible, razón por la cual como sus buenos hijos debemos contribuir para mantenerla con esta calificación.

Author: Admin

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