Por Zulma Izquierdo García*
Si las cifras reveladas pudieran tomarse como una manera de evaluar las medidas de política pública para avanzar hacia la equidad de las mujeres nariñenses habría que decir que estas medidas no fueron suficientes ni eficaces y que el departamento de Nariño tiene mucho por hacer frente a la materialización y respeto de los derechos de las niñas y el ejercicio de la ciudadanía de las mujeres.
El presente es un breve recorrido por algunas de las cifras más representativas de la investigación “Mujeres y Hombres: Brechas de Género en Nariño”, un trabajo realizado por el Observatorio de Género de Nariño, publicado el 2 de diciembre de 2020 y apoyado por ONU Mujeres, en el marco de la implementación de su programa insignia, Las mujeres cuentan.
La publicación es el primer estudio integral que reúne el análisis de la situación que viven mujeres y hombres en la región nariñense en ocho esferas básicas de la vida individual, familiar y social: 1. Características sociodemográficas 2. Salud Sexual y reproductiva 3. Características de los hogares en los que viven las mujeres y las niñas nariñenses 4. Educación 5. Autonomía económica y pobreza 6. Trabajo doméstico y de cuidados no remunerado 7. Derecho a una vida libre de violencias para las mujeres y las niñas 8. Derecho a la participación política. Se espera que esta investigación se convierta en un insumo fundamental para contribuir a la toma de decisiones de política pública en el departamento de Nariño.
Cifras para destacar:
Se inicia resaltando que en el departamento de Nariño el 51,1% de la población son mujeres, siendo una mayoría departamental en cada una de las subregiones como también en las poblaciones y comunidades étnicas (O.G. Nariño, 2020). Esta mayoría no se ve reflejada en el desempeño de cargos públicos, tampoco en el ejercicio de la participación política o en las tasas de empleo, entre otros.
Si bien las cifras evidencian una importante disminución del embarazo infantil y adolescente entre los 15 y 19 años, se mantiene la proporción de embarazos en las edades de 10 a 14 años y se identifica incremento en algunas de las subregiones del departamento, especialmente aquellas ubicadas en la costa pacífica nariñense en los dos grupos etarios (O.G. Nariño, 2020).
Con relación a la esperanza de vida, las mujeres de Nariño viven más años (80,4 años) pero en condiciones más desfavorables que las de los hombres; el 66% de estas mujeres no cuenta con ingresos propios con la consecuencia de la dependencia económica que a su vez se constituye en factor de riesgo para la violencia contra la mujer, especialmente en la tercera edad (O.G. Nariño, 2020).
En la temática de educación, se identificó que las mujeres son la población con mayor índice de analfabetismo. Más de sesenta mil mujeres nariñenses aún no saben leer ni escribir.
Respecto al acceso a educación superior, los datos muestran que cada año las mujeres acceden más al sistema educativo, pero debido a la baja cobertura de la educación superior en Nariño, solo el 14,3% de las mujeres tiene algún nivel de escolaridad universitaria o postgradual (O.G. Nariño, 2020).
En lo relativo al mercado de trabajo, las mujeres mantienen una tasa de trabajo inferior a los hombres y tasas de desempleo más altas frente a ellos, independientemente de su nivel educativo. Se encontró, por ejemplo, como en el nivel superior, la tasa de desempleo para las mujeres es del 12,3% frente al 7,4% en la población de hombres. Hay inserción de las mujeres en el mercado laboral en condiciones de desigualdad, se encontró que para el año 2018 una mujer recibió 79,4 pesos por 100 pesos que obtuvo un hombre por hacer el mismo trabajo, presentándose una brecha porcentual en el salario de hombres y de mujeres del 20,6% (O.G. Nariño, 2020).
Las mujeres a lo largo del ciclo vital, en cualquier edad, asumen la mayor parte de la carga del trabajo doméstico y de cuidado no remunerados, sin que medie si la mujer tenga o no un trabajo remunerado fuera del hogar; en ese orden, se identificó que las mujeres dedican más de 48 horas a estas labores, lo cual significa una dedicación que sobrepasa el tiempo legal y reglamentario del trabajo remunerado (O.G. Nariño, 2020).
En lo relativo a violencia contra las mujeres, se encuentra que en el periodo comprendido entre los años 2015 a 2019 se reportaron 10.779 casos de violencia en el contexto de la pareja; 3.821 casos de violencia contra las mujeres en el contexto de la familia, siendo aproximadamente la mitad de estos casos dirigidos contra niñas y adolescentes (45,8%). Y finalmente, en este mismo periodo se reportaron 6.065 casos de violencia sexual; de este número el 76% son menores de edad, quienes fueron agredidas en su propio hogar (62%) o por un familiar o persona conocida (71%). Así mismo, entre 2015 a 2019 se recibieron 170 reportes de mujeres asesinadas en el departamento de Nariño, en su mayoría a manos de su pareja actual o algún integrante de su familia; el 48% de estas muertes ocurrieron en la casa de la víctima (O.G. Nariño, 2020).
Recomendaciones
A manera de recomendaciones, desde el Observatorio de Género de Nariño, entre otras, se precisan las siguientes:
La situación apremiante de las mujeres adultas mayores en Nariño hace necesario incluir en la agenda pública la atención oportuna de sus problemáticas específicas, la destinación de mayores recursos para mejorar sus condiciones de vida, contribuyendo con ello también a un envejecimiento digno de las nuevas generaciones.
Es imperativo la adopción de políticas encaminadas a garantizar una mayor inclusión productiva y una mejor cobertura del sistema pensional que incluya en su visión el aporte de la economía del cuidado.
Promocionar espacios de formación y reflexión para el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y hombres con enfoque interseccional que lleguen a todos los municipios del Departamento como estrategia para fortalecer la autonomía, el empoderamiento y la prevención de la violencia sexual.
Es indispensable ampliar la cobertura educativa que aún presenta brechas que requieren ser abordadas para lograr una transformación de las instituciones y las estructuras sociales hacia otras más igualitarias. Así mismo, es importante avanzar hacia una educación libre de sexismo; la educación, sin lugar a duda, es el mecanismo de transformación social; empodera a las mujeres, fomenta la corresponsabilidad en los hombres y contribuye en la deconstrucción de roles y estereotipos de género sustento de la discriminación y violencia contra las mujeres.
Finalmente, avanzar en la igualdad de género implica la participación de las mujeres en los espacios de toma de decisiones en los municipios y el departamento; de manera que incrementar las estrategias para fortalecer esta participación es fundamental en el territorio.
Referencias bibliográficas:
Observatorio de Género de Nariño -O.G. Nariño. 2020. Mujeres y Hombres: Brechas de Género en Nariño. En:
https://observatoriogenero.udenar.edu.co/wp-content/uploads/2020/12/Documento-MHBGN-V01.pdf
Las opiniones contenidas en este artículo no expresan la posición institucional del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia.
- Consultora en género y derechos humanos
Coordinadora Observatorio de Género de Nariño
Nota original: