El adentro y el afuera de este Andar en el Sur

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Por: Gustavo Montenegro Cardona
Coordinador área de comunicaciones
Fondo Mixto de Cultura de Nariño
Afuera llueve. Adentro hace calor. Afuera la
vida sigue en su ritmo agitado de cada mañana. Adentro, hay una pausa. Afuera,
como desconocidos, hombres y mujeres viven su propio afán. Adentro, unos y
otros se saludan. Experiencias de paz se encuentran con instituciones
promotoras de procesos de construcción de región
. Adentro, la radio se
enciende  porque empezó, muy temprano,
“La Región” espacio comunicativo de la Alianza permanente para la comunicación
y la cultura de Nariño.

En el tercer piso de la Casona Taminango, ya
lugar emblemático del centro de Pasto, suenan las músicas de “Revelación
Marimba” del municipio de El Charco, pacífico nariñense
. Suena el currulao y la
fiesta empieza. Al micrófono expandido llegaron Borja, Juan Carlos, Mario,
Braulino, Patricia, Luis, Johan. Amigos y amigas de este encuentro que desde
temprano le dio la palabra a expresiones cotidianas que han procurado la paz
desde lo local en contextos de conflicto.
Así arrancó la sesión por el Reconocimiento,
principio fundamental de la metodología diseñada por la Fundación Kai Kai.
Experiencias invitadas desde Montes de María, Meta y el Oriente Antioqueño,
también llegaron a este sur que sintió caer densas gotas de agua durante la
mañana del 3 de mayo.
En las rutas, espacios de ida y vuelta  para andar por la memoria, los ancestros y
los activos de paz; la resistencia, protección y acción humanitaria; la restitución de los derechos y la
reconciliación y la transformación de causas de fondo de la conflictividad
armada
, llevando en las manos marcadores, cintas, fotografías, papeles
impresos, pendones, plegables, colores, alambres, sogas, más fotos, cajas
pintadas de simbólicos colores, los participantes de Andar el Sur, marcaron
esta Casona tomada por la paz, con mensajes relacionados directamente con el
sentido de cada ruta que estaba marcada por las 40 experiencias que se
encontraron en “Andar el Sur”.
En una esquina hay besos por la paz. En otra,
jóvenes comunicadores dejan su huella en los muros de la Generación
Alternativa. En el medio del camino, la ADC muestra sus “disueños” por un campo
en equidad. Alrededor del caracol sin fin de la casa, relatos de memoria y
dignidad nos hablan de las víctimas del conflicto. PARCEROS estudiantiles se
juntan con nuevas masculinidades y feminidades. Los jóvenes de Santacruz
decretan “a través de la cultura estamos formando paz”
. Y el sello de los
ciudadanos del sector montañoso se traduce en una plegaria por la vida digna y
la permanencia en el territorio.
Javier Eduardo Rosero, integrante de la
Fundación Morada Sur, participan con la “Casa Patas Arriba” mueve sus propias
cajas, y altera el orden del espacio asignado para hacer sentir la fuerza de
los jóvenes que desde otras formas de asumir lo barrial también construyen paz
.
Se fue la mañana, pero no el agua que insistía
en quedarse. Natural música de la lluvia, justa con la presentación de las
metáforas, las analogías y los sueños diseñados por parte del coordinador
regional de PNUD-Nariño, Borja Paladini, quien puso a dialogar las manifestaciones
propias del entorno natural como vías posibles para generar otros mecanismos de
tratamientos de conflictos en el departamento de Nariño
, tierra de remolinos,
de árboles, de bosques, de procesos enraizados desde los cuáles e puede disoñar
otro camino para la paz.
Cerca de las cinco de la tarde, ya el cielo
nublado había hecho de las suyas. Paradójicamente, adentro, en la casona, todo
era calor, fiesta, ir y venir. Cantaron los jóvenes, danzaron los asistentes.
Se sintieron los clamores de niños y niñas que desde lo más interno del
municipio de Santa Bárbara-Iscuandé encontraron en el “Comedor semillero de
esperanza”
, un refugio para alimentar el cuerpo y para saciar la paz del
espíritu.
Se conversó sobre comunicación, radio,
conflicto y comunidad y antes de cerrar el telón de la jornada, la expresión
social se convirtió en “Teatro por la paz”. Se escucharon las voces del
Proyecto Alternativo para la Resolución de Conflictos Escolares
, y las mujeres
indígenas Ñaupa Warmy Sharini, junto al Pacto Local de Paz de Samaniego,
hicieron minga de relatos desde experiencias vivas de paz en el territorio que
ha asumido el conflicto y su resolución desde las raíces trenzadas en la tierra
propia.

Así caminamos el 3 de mayo, entre rutas,
experiencias, voces, sentires, fiestas y cantares. Andamos el Sur, porque la
paz, vale la pena
.

Author: Admin

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