Por Iván Antonio Jurado Cortés
iajurado@yahoo.com
Como dice el refrán: ‘soldado avisado no muere
en guerra’, ha sido el mensaje que diariamente se ha transmitido desde la
Unidad Nacional de la Gestión del Riesgo de Desastres a todas las
jurisdicciones del país. Ya se ha vuelto cultural escuchar fenómenos de alteración climática, sea por
lluvia o sequía. Hace más de 15 años que el clima perdió su ritmo, ni los
agricultores más experimentados pueden calcular las etapas estacionales.
en guerra’, ha sido el mensaje que diariamente se ha transmitido desde la
Unidad Nacional de la Gestión del Riesgo de Desastres a todas las
jurisdicciones del país. Ya se ha vuelto cultural escuchar fenómenos de alteración climática, sea por
lluvia o sequía. Hace más de 15 años que el clima perdió su ritmo, ni los
agricultores más experimentados pueden calcular las etapas estacionales.
Cuando muchas regiones colombianas aún no
salen de las ruinas que dejó la pasada ola invernal conocida como ‘fenómeno de
la Niña’, hoy, la tierra del ‘Corazón de Jesús’ en medio de su incertidumbre
empieza afrontar un nuevo ciclo muy familiar, el ‘fenómeno del Niño’. Las
alertas gubernamentales se han activado, los medios de comunicación reseñan y
presentan diariamente sus efectos y la preocupación de los afectados crece
enormemente por las consecuencias que acarreará.
salen de las ruinas que dejó la pasada ola invernal conocida como ‘fenómeno de
la Niña’, hoy, la tierra del ‘Corazón de Jesús’ en medio de su incertidumbre
empieza afrontar un nuevo ciclo muy familiar, el ‘fenómeno del Niño’. Las
alertas gubernamentales se han activado, los medios de comunicación reseñan y
presentan diariamente sus efectos y la preocupación de los afectados crece
enormemente por las consecuencias que acarreará.
Como dice un viejo labriego de Nariño: ‘contra
la furia de la naturaleza no hay nada que hacer’, frase lamentablemente real.
Las reformas legislativas relacionadas con el manejo ambiental no son
efectivas, aunque algunas bien estructuradas, pero al momento de su
aplicabilidad fracasan por insostenibilidad financiera. Caso concreto con los
planes de gestión del riesgo de desastres y las estrategias de respuesta a
emergencias, cuya promulgación se hizo en el 2012, y es este el momento donde
las medidas no han sido concretas.
la furia de la naturaleza no hay nada que hacer’, frase lamentablemente real.
Las reformas legislativas relacionadas con el manejo ambiental no son
efectivas, aunque algunas bien estructuradas, pero al momento de su
aplicabilidad fracasan por insostenibilidad financiera. Caso concreto con los
planes de gestión del riesgo de desastres y las estrategias de respuesta a
emergencias, cuya promulgación se hizo en el 2012, y es este el momento donde
las medidas no han sido concretas.
La preocupación aumenta cuando en zonas donde
nunca habían sufrido por escasez de agua, hoy lamentan su desdicha. Las
regiones oriente y atlántica afrontan el primer mes de verano, mientras que
otras como Nariño, Putumayo, Cauca, Valle, eje cafetero y Antioquia, se
resignan a tolerar el azote del Niño. Obviamente que las causas son
perfectamente conocidas por toda la humanidad; sin embargo, y a pesar del
conocimiento, la inconciencia, irresponsabilidad y pésima planificación de
muchos gobiernos, permiten que la crisis ambiental acelere hasta el extremo de
poner en eminente riesgo la sostenibilidad humana.
nunca habían sufrido por escasez de agua, hoy lamentan su desdicha. Las
regiones oriente y atlántica afrontan el primer mes de verano, mientras que
otras como Nariño, Putumayo, Cauca, Valle, eje cafetero y Antioquia, se
resignan a tolerar el azote del Niño. Obviamente que las causas son
perfectamente conocidas por toda la humanidad; sin embargo, y a pesar del
conocimiento, la inconciencia, irresponsabilidad y pésima planificación de
muchos gobiernos, permiten que la crisis ambiental acelere hasta el extremo de
poner en eminente riesgo la sostenibilidad humana.
El 80% de las Cars simplemente son entes
burocráticos, convertidos en trampolines políticos de caciques y
terratenientes. A su estilo el Ministerio de Ambiente, solo una figura para
llenar requisitos internacionales y soñar que un cambio de mentalidad y
acciones en favor de la madre naturaleza llegará. Los programas y proyectos
relacionados con la prevención del ataque indiscriminado al ambiente nunca han
sido eficaces, simplemente pañitos de agua tibia.
burocráticos, convertidos en trampolines políticos de caciques y
terratenientes. A su estilo el Ministerio de Ambiente, solo una figura para
llenar requisitos internacionales y soñar que un cambio de mentalidad y
acciones en favor de la madre naturaleza llegará. Los programas y proyectos
relacionados con la prevención del ataque indiscriminado al ambiente nunca han
sido eficaces, simplemente pañitos de agua tibia.
Para la protección del ambiente necesariamente
debe contarse con presupuesto acorde a la necesidad. Que sea desde el nivel
central donde se equilibre las inversiones para este componente. No lo que
actualmente sucede, que la responsabilidad directamente recae sobre los
departamentos y municipios.
debe contarse con presupuesto acorde a la necesidad. Que sea desde el nivel
central donde se equilibre las inversiones para este componente. No lo que
actualmente sucede, que la responsabilidad directamente recae sobre los
departamentos y municipios.
Entendiendo que el 70% de los municipios son
de 6ª categoría y sus presupuestos son irrisorios, nunca podrían asumir
semejante tarea. Según la distribución el Sistema General de Participaciones,
el rubro destinado al tema ambiental es un insulto.
de 6ª categoría y sus presupuestos son irrisorios, nunca podrían asumir
semejante tarea. Según la distribución el Sistema General de Participaciones,
el rubro destinado al tema ambiental es un insulto.
Los organismos de prevención y atención de
desastres se quedan cortos al momento de accionar y contrarrestar incursiones naturales. La Ley 1523 de 2012,
es una herramienta muy bien elaborada, pero sin colchón financiero, hecho que
la transforma en letra muerta, pasando al sueño de los justos.
desastres se quedan cortos al momento de accionar y contrarrestar incursiones naturales. La Ley 1523 de 2012,
es una herramienta muy bien elaborada, pero sin colchón financiero, hecho que
la transforma en letra muerta, pasando al sueño de los justos.
Colombia ya siente el azote del Niño, esta vez
mucho más fuerte que la última fueteada. Llegó la hora de fortalecer los fondos
para la gestión del riesgo y poner en práctica las estrategias de respuesta a
emergencias. No hay de otra.
mucho más fuerte que la última fueteada. Llegó la hora de fortalecer los fondos
para la gestión del riesgo y poner en práctica las estrategias de respuesta a
emergencias. No hay de otra.
Domingo, 20 de julio de 2014
Este es un espacio de opinión destinado a
columnistas, blogueros, comunidades y similares. Las opiniones aquí expresadas
pertenecen exclusivamente a los autores que ocupan los espacios destinados a
este fin por el blog Informativo del Guaico y no reflejan la opinión o posición
de este medio digital.
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