El renacer de la Ronda Lírica – El último juglar

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Por Pablo Emilio Obando
peobando@gmail.com
 
Tengo en mis manos el “master” del disco compacto “El último juglar de Ronda Lirica”, un homenaje a esta agrupación musical que nació en Nariño en el año de 1957, constituyéndose en la consentida de todo un pueblo que se supo interpretada en cada una de sus canciones.
 
Lucio Pastrana, director e intérprete de la flauta, convoca a destacados e inéditos músicos de nuestra región: Bolívar Mesa, Eliecer Argoty, José Elías Muñoz, Segundo Vivanco, Jorge Dueñas, Gonzalo Cortés y Segundo Zarama.

Posteriormente, ingresaría a esta agrupación musical Hipólito Jojoa tras la trágica desaparición de Segundo Vivanco, violinista, que arrastrado por la nostalgia característica de su gente decidió acabar su vida escuchando los bellos acordes de la melodía “ausente de Colombia”, que interpretaba magistralmente en su violín.
 
Con una fama reconocida y aceptada por su público, es convocada Ronda Lirica por el empresario Ramiro Chávez L. para grabar un larga duración en la ciudad de Medellín, en el año de 1967. Tras el rotundo éxito graban un segundo long play con temas regionales e internacionales. Desde la primera hasta la última nota de estos dos larga duración se agotan en las discotiendas locales, no queda hogar sin tener entre su colección discográfica estas dos joyas que aún suenan en radiolas y viejos equipos de sonido. En las producciones musicales se recogen temas como La Guaneña, La Molienda, Desesperación, Miranchurito, Café Amargo, Bunde Sanjuanero, Chambú, Humo, La cogienda del café, Las tres de la
mañana, Agualongo y Cachirí (Vol. 1).
 
Igualmente, quedan registrados para la posteridad Inspiración, Viejo Dolor, Sonsureño, Pastusita, Divina mujer, Navegando, Chachagui, Sol de invierno, Sonia, Júrame, El gran guayabo y Cartas de amor (Vol. 2).  Grandes compositores regionales como Luis E. Nieto, Guillermo Edmundo Chávez, Maruja Hinestrosa de Rosero Luis “Chato” Guerrero, Guillermo Arévalo y otros de igual valía se consagran en la voz de Bolívar Mesa y los instrumentos de Ronda Lírica.
 
El gran valor de estas dos producciones musicales en SONOLUX de la ciudad de Medellín radica en el hecho de que hasta entonces no teníamos una identidad musical definida y eran escasos los representantes nuestros con presencia nacional. Nariño recibe alborozada la presencia musical de Ronda Lírica y hace suyos los sones que escucha una y otra vez en sus fiestas y reuniones sociales.
 
Como anécdota podemos contar que una vez anunciada la grabación del disco y hechas las diligencias del caso, aparece en escena el señor Pablo Cuaspa, propietario de una vieja camioneta que pone a disposición de los integrantes de Ronda Lirica para su desplazamiento a Bogotá, pues así “quedarían algunos pesos para dejar a nuestras familias”, la única condición que pone es que le “compren llantas nuevas a su vieja camioneta para que aguante el camino” y tomando el viejo camino al Norte emprenden una travesía que los llevaría muchos días después a la ciudad de Medellín.

Cuentan con alborozo los protagonistas de esta hazaña que “viajar en el planchón de esa camioneta nos permitió conocer ciudades y regiones lejanas para nosotros” y que fueron momentos únicos e inolvidables pues “en cada región o poblado la gente al vernos llenos de polvo, sucios y llenos de alegría nos preguntaba el motivo de nuestro viaje y al enterarse nos pedían que tocáramos nuestras canciones.  Fueron momentos en verdad inolvidables, pues el nombre de Nariño se oía en las gargantas de muchas personas que contentas y alegres bailaban y cantaban nuestros sones”. 

 
Chucho Vallejo, hijo adoptivo de José Elías Muñoz, vive en su niñez muchas de las presentaciones y actuaciones de Ronda Lírica, tanto así que “cargaba los instrumentos de los integrantes para poder oírlos en sus diferentes escenarios. Su música se me fue metiendo al alma, al ser y deseaba con todas mis fuerzas algún día tocar su música. Anhelo que jamás se me cumplió, pues debí viajar a la ciudad de Bogotá a temprana edad y en el transcurso murieron los integrantes de Ronda Lirica”. Pero, relata Chucho
Vallejo, “al ver un video de Hipólito Jojoa en las redes sociales se me encendió nuevamente el alma y me prometí grabar un CD con Hipólito Jojoa, el último juglar de Ronda lírica, como un homenaje a cada uno de sus integrantes y de paso reconciliarme con mi niñez, con mi tierra y con mi gente”.
 
Surge entonces el proyecto “El último juglar de Ronda lírica”, se contacta a Hipólito Jojoa, a importantes y destacados músicos de la región y se empieza a gestar un disco compacto con ocho temas que recogen lo mejor de la herencia musical de Ronda Lírica. Se tiene la fortuna de buscar y encontrar en manos de su familia la flauta de Lucio Pastrana y una vez más es llevada a los estudios de grabación en las manos y los soplos mágicos de Chucho Vallejo. El resultado no pudo ser mejor, pues temas como: Humo, Desesperación, Viejo dolor, El Miranchurito, Sonsureño, La Guaneña, Agualongo y Lejos de mi tierra encarnan nuevamente ese sentimiento de nostalgia, alegría y pesadumbre que nos caracteriza en el concierto nacional.
 
Mención aparte merece el tema “Lejos de mi tierra” con arreglos y letra de Chucho Vallejo, que seduce desde el comienzo llevándonos a recorrer imaginariamente cada uno de los rincones de nuestra patria chica.  El tema expresa el anhelo de volver, de estar una vez más en este pedazo de cielo que nos vio nacer, vivir y crecer, evoca momentos internos de nuestra existencia, el anhelo infinito de volver al suelo
para en su entorno morir.
 
Se espera el aporte de empresarios, entidades y gobernantes que permitan llevar a buen término este ambicioso proyecto. Merece mención especial la doctora Guísela Checa, directora Corpocarnaval, quien sintiendo como suyo este anhelo convoca a importantes entidades y funcionarios para que con su aporte se pueda cristalizar el más ambicioso proyecto musicocultural de nuestra región. Como un abrebocas, como un adelanto de todo lo que viene, les queremos regalar este video con la canción Humo, acompañada de viejas fotografías, sonidos y nostalgias que una vez más nos devuelven la alegría de ser nariñenses, de haber nacido en este cielo americano, en este paisaje de nuestra alma que nos permite expresar gozosos “Nariño: en tu suelo somos niños que recogemos alborozados las flores de tus montañas, las aguas de tus mares, las nieves de tus volcanes…”, o “Mi Nariño es tierra firme, el trabajo es su bandera… Centinela es de la Patria porque aquí está la frontera”….  O el sublime “Al hacer a Nariño te sobraste Jesucristo….”.
 
Bienvenido a Nariño “El último juglar de Ronda Lirica”, herencia musical que un pueblo grande y noble como el nuestro sabrá apreciar y valorar.
Video
 

Author: Admin

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