Por Camilo Estrella Perdomo*
La presencia romana en las regiones de Judea y Samaria se remonta al año 64 a.C. Sin embargo, fue en el año 70 d.C cuando se produjo un evento catastrófico en la ciudad de Jerusalén. Una revuelta judía provocó una violenta reacción por parte de los romanos, liderados por el emperador Tito.
La ciudad de Jerusalén fue asediada, saqueada e incendiada por las fuerzas romanas. Muchos de sus habitantes sufrieron destinos terribles: algunos fueron asesinados, otros fueron exiliados y muchos más fueron vendidos como esclavos. Este oscuro capítulo en la historia de Jerusalén marcó profundamente a su población y tuvo un impacto duradero en la región.
Apenas 65 años después, la población judía se levantó una vez más contra la opresión romana. En esta ocasión, en el año 135 d.C. fue el emperador Adriano quien tuvo la tarea de sofocar la revuelta. Como resultado de este conflicto, el nombre de la ciudad de Jerusalén fue cambiado por el de Aelia Capitolina y miles de judíos fueron nuevamente exiliados.
Este evento marcó un cambio significativo en la región. Las áreas que antes se conocían como Judea y Samaria fueron renombradas por los romanos como Palestina. Este cambio de nombre simbolizó un intento por parte de los romanos de eliminar la identidad judía de la región, un hecho que tendría repercusiones duraderas en la historia de la región.
Los palestinos no siempre fueron musulmanes. En el siglo I, las religiones dominantes eran el judaísmo y el cristianismo, hasta que ocurrió la invasión islámica de la ciudad de Jerusalén en el año 638 d.c. Luego, pasaría a ser controlada por el Sultanato Egipcio de los mamelucos hasta el año 1516, donde paso a ser parte del imperio otomano hasta el año de 1917.
Mientras tanto, a raíz de la expulsión judía del Medio Oriente, la historia de este pueblo se desarrollaba en Europa, donde formaron prósperas comunidades dedicadas al comercio, al sector financiero y otros negocios. En la baja edad media se empieza su persecución por motivos étnicos y religiosos expulsando población y expoliando sus bienes. A estas persecuciones se les llama pogromos. En la edad moderna las migraciones de las comunidades judías se dirigen a Países Bajos, Polonia, Rusia y al Imperio Otomano.
REINOS (PAISES) | POGROMOS |
Francia | XII -XIV |
Inglaterra | XIII |
Estados alemanes y Hungría | XIV |
Austria y estados itálicos | XV |
Reinos hispánicos | XV |
Volviendo al Próximo Oriente, durante todo este largo periodo de tiempo y bajo el paraguas del Imperio Otomano, los palestinos musulmanes y los judíos convivieron de manera pacífica. Siendo estos últimos una muy pequeña minoría. Esto cambiaría cuando en la primera guerra mundial Inglaterra llega a estos territorios; ya sea para mantener el control del canal del Suez o por conseguir recursos petroleros de la Mesopotamia (Irak y Arabia).
Siglo XX: El juego geopolítico de Inglaterra, el origen del conflicto palestino-israelí
La causa de este grave conflicto entre palestinos y judíos radica en que los ingleses decidieron jugar geopolíticamente a tres bandas. Por un lado, prometieron el mismo territorio a Palestinos y judíos, y por el otro, junto con Francia se terminaron repartiendo el próximo oriente. Francia quedó con el control de Siria y Líbano. Por otro lado, Inglaterra con Irak, Jordania y Palestina, ante la desintegración del imperio otomano al finalizar la primera guerra mundial.
Con la aprobación de la Sociedad de Naciones, se creó la figura de los mandatos para controlar estos territorios. El Mandato Británico de Palestina estuvo vigente desde 1923 hasta 1948, año en que se creó el Estado de Israel.
Miremos los hechos de manera cronológica:
1915 a 1916. Intercambio epistolar del alto comisario Británico Henry McMahon con el Jerife de la Meca Husayn Ibn Ali, para realizar un levantamiento en contra del imperio otomano. Prometiendo la creación de un estado árabe independiente.
1916: El Acuerdo Sykes-Picot. Tratado secreto entre Gran Bretaña y Francia para repartirse los territorios del imperio Otomano.
1917: La declaración Balfour: Apoyo público del gobierno británico para la creación de un estado judío en palestina.
1923 a 1948: Mandato Británico de Palestina.
1947: Resolución de las naciones unidas para dividir el territorio de palestina en un estado judío y uno árabe.
1948: Declaración de Independencia del estado de Israel.
La creación del estado de Israel
En el siglo XIX, las prósperas comunidades judías europeas mostraron un gran interés en ayudar a sus similares asentadas en Palestina, las cuales se encontraban en niveles altos de pobreza. Sir Moses Haim Montefiore, un banquero judío de Inglaterra invirtió gran parte de su fortuna en promover industrias, negocios, y asistir a la población con programas de salud y educación.
A finales del siglo XIX, con la efervescencia de los nacionalismos, aparece un movimiento ideológico, político y nacionalista llamado sionismo, en honor a una de las colinas de Jerusalén. Movimiento encabezado por Theodor Herzl, el cual tenía como objetivo la creación de un estado judío promoviendo la emigración de judíos europeos a Palestina.
Al inicio, el número de judíos que llegaban no era considerable y no dejaban de ser una pequeña minoría en comparación con los árabes que en un principio se beneficiaban de alguna manera de las inversiones judías. Pero, recordemos que los árabes estaban igualmente en procesos de construcción de estados nacionales.
Con el aumento de las inmigraciones y la mejora en la calidad de vida de los judíos, comenzaron las tensiones que desembocarían en conflictos. En el año de 1917 la población árabe- palestina era de un 1.200.000 frente a 40.000 judíos y en el año de 1947 la población judía gracias a la inmigración había aumentado a 600.000 habitantes.
El conflicto estaba servido y, ante su escalada, se empezó a buscar soluciones políticas. Frente a la presión internacional por el dolor causado por el genocidio judío en la segunda guerra mundial, la ONU en el mes de noviembre del año 1947 promulgo una resolución para la creación de dos estados, uno árabe palestino y uno judío, además de un régimen internacional para la ciudad de Jerusalén.
Para lo cual se puso como fecha máxima de retirada de los británicos el 1 de agosto de 1948, pero los ingleses se fueron el 14 de mayo, poniendo fin a su mandato en estos territorios. No obstante, había inconformidad por parte de los palestinos al reclamar que a los judíos se les entregaba el 56% del territorio siendo su población 2 veces menor que la de los palestinos.
Según preveía la ONU, para octubre de 1948 los dos estados deberían entrar en vigor. Sin embargo, los reclamos de una y otra parte, seguidos de atentados terroristas por parte de ambos lados fueron creando un ambiente de máxima tensión y ante la retirada de los británicos en el mes de mayo, se promulgó la creación del estado de Israel el día 14 de ese mismo mes. Desencadenado una guerra formal entre varios ejércitos árabes enfrentados al naciente estado de Israel.
El resultado fue una victoria parcial para el estado judío, el cual conservó el territorio asignado y capturó el 60% del territorio proyectado para el estado Palestino. Pero no solamente Israel tomó un gran porcentaje de lo que la O.N.U asignó para Palestina; que fueron básicamente la Cisjordania y la franja de gaza; si no, que los propios estados árabes también se quedaron con territorios palestinos. Egipto se apropió de la franja de Gaza y Jordania de la Cisjordania. Sepultando el futuro estado palestino.
Los más perjudicados fueron, sin duda, los palestinos que de un día para otro tuvieron que enfrentar la pérdida de sus territorios, su expulsión y ser considerados parias en sus propias tierras milenarias.
De la existencia a la supervivencia: Las cinco guerras de Israel
Para existir, un estado necesita tres cosas: territorio, gobierno y población. Como dijo Carl Von Clausewitz, “la guerra no es otra cosa que la extensión de la política por otros medios.” Dadas las circunstancias, fue por esta vía que el estado de Israel obtuvo su territorio. Sin embargo, ningún país árabe lo iba a reconocer y todos tenían el objetivo declarado de eliminarlo y enviar a su gente al mar. Por tanto, ante este ambiente hostil, a Israel le tocó afrontar cinco guerras de las cuales ganó todas
GUERRA No 1: 1948. Israel invade el territorio que la O.N.U había destinado para la creación del estado de Palestina. Expulsa a 600.000 palestinos y promociona la Inmigración de todo judío a Palestina.
GUERRA No 2: 1956. Egipto nacionaliza el canal del Suez. Inglaterra, Francia e Israel le declaran la guerra. El conflicto cesa gracias a la presión política de Estados Unidos y la Unión Soviética.
GUERRA No 3: 1967. La llamada guerra de los seis días. Israel conquista la Franja de Gaza, Cisjordania, Sinaí y los altos del Golán.
GUERRA No 4: 1973. Yom Kipur: La coalición de países árabes encabezados por Egipto y Siria atacan a Israel; al principio parece que la ofensiva es exitosa, pero Israel se recupera y le da la vuelta a la guerra.
GUERRA No 5: 1982. Israel invade el Líbano en busca de terroristas palestinos de la O.L.P.
Cambio de estrategia: De la guerra a la diplomacia
Ante las consecutivas derrotas militares de las coaliciones de países árabes, algunos optaron por cambiar de estrategia y establecer acuerdos para reconocer al estado de Israel. Egipto fue el primer país árabe en establecer relaciones diplomáticas plenas con Israel, a cambio de la devolución de la península del Sinaí. Desde entonces, otros países se han unido gracias a los esfuerzos diplomáticos del estado judío.
Muchos analistas internacionales coinciden en que el objetivo del reciente ataque terrorista de Hamas es sabotear las negociaciones en curso entre Israel y la potencia regional de Arabia Saudita. Si este acuerdo se lleva a cabo, sería una gran victoria política para Israel.
De la OLP a Hamas: El camino hacia la autonomía Palestina
La O.L.P se creó en 1964 como el único representante legítimo del pueblo palestino, con el objetivo declarado de destruir a Israel a través de la lucha armada. Incluía a muchos otros grupos, como Al Fatah bajo el liderazgo de Yaser Arafat, el Frente Popular para la Liberación de Palestina y otros que compartían métodos terroristas.
Paralelamente, Israel ha intensificado su política de represión y castigo, legalizando asentamientos judíos en lugares que históricamente han sido palestinos, en contra de lo que la ONU ha declarado como ilegal.
Esta radicalización ha creado un espiral de violencia y odio. En 1987 ocurrió la primera intifada, con grupos de palestinos luchando con piedras contra el ejército israelí. Se creó Hamas, un grupo con características nacionalistas, yihadistas e islamistas.
En 1993, se encendió un pequeño rayo de esperanza para la resolución política del conflicto con los Acuerdos de Oslo. Estos acuerdos contaron con la representación de Yasser Arafat por Palestina, Yitzhak Rabin por Israel, y el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, como garante. Los acuerdos llevaron a la creación de la Autoridad Nacional Palestina, proporcionándole un autogobierno muy limitado en aspectos como educación, salud, bienestar social y cultura. También permitieron la elección democrática de sus autoridades en los territorios de la Franja de Gaza y Cisjordania.
La idea original era otorgar a Palestina autonomía de manera gradual. Sin embargo, la construcción de asentamientos judíos en territorio palestino continuó con creciente intensidad, al igual que los actos terroristas palestinos. Esto alimentó un círculo vicioso de odio y venganza. En el año 2000, surgió otra Intifada y, en respuesta, Israel comenzó la construcción de un muro en el año 2022 para mejorar su seguridad.
En 2006, se llevaron a cabo elecciones convocadas por la Autoridad Nacional Palestina. En la Franja de Gaza, el grupo extremista Hamas resultó victorioso, mientras que en Cisjordania ganó Al Fatah. Ambos grupos han mantenido el poder y no han convocado nuevas elecciones. Además, existe una rivalidad evidente entre estos dos grupos que ha escalado hasta convertirse en enfrentamientos armados.
Israel: Un gigante económico en miniatura
Israel, un país que alberga a 9.7 millones de personas, se caracteriza por su diversidad cultural y religiosa. Aproximadamente el 73.6% de la población es judía, mientras que los árabes representan el 21.1%. Un pequeño porcentaje, el 2%, se identifica como cristiano, y el resto de la población pertenece a diversas minorías. A pesar de esta mezcla de creencias y tradiciones, Israel se define como un estado laico. Con una extensión territorial cercana a los 20.700 km2, su tamaño es comparable al del departamento de La Guajira.
Israel es una nación que valora la democracia y el estado de derecho, con un sistema de sufragio universal y una clara separación de poderes. Cuenta con un sólido sistema judicial. A todas luces, el estado de Israel es comparable al de un país europeo.
Su sistema democrático es parlamentario, donde los ciudadanos votan por partidos políticos para formar el parlamento. De este cuerpo legislativo se elige al primer ministro, quien actúa como jefe de gobierno.
Además, Israel tiene la figura del presidente, que aunque cumple un rol más ceremonial como jefe del estado, tiene la importante tarea de velar por el orden constitucional y formar gobierno. Para ello, el presidente postula al primer ministro para su aprobación por el parlamento. Este equilibrio de poderes contribuye a la estabilidad y la gobernabilidad del país.
Israel, a pesar de su pequeño tamaño y población, tiene una economía de mercado extremadamente próspera. En 2022, su Producto Interno Bruto (PIB) alcanzó los 499 millones de euros, superando al de Colombia, que fue de 326 millones de euros en el mismo año, a pesar de que Colombia tiene una población cinco veces mayor.
Esto demuestra la impresionante productividad de Israel. Aunque su población es de aproximadamente 10 millones, produce más que Colombia, que tiene 51 millones de habitantes. En términos sencillos, los israelíes son mucho más productivos.
Esta alta productividad se refleja en el PIB per cápita, una medida que divide el PIB total entre la población para dar una idea del nivel de vida. Mientras que el PIB per cápita de Colombia es de 6.630 euros, el de Israel es significativamente mayor, llegando a los 54.659 euros.
A pesar de que Israel no cuenta con muchos recursos naturales posee una economía basada en alta tecnología. El aporte de los sectores económicos al PIB es el siguiente: Sector primario: 2.3 %, Industria: 23%, y servicios 74%.
Bibliografía:
El siglo de la revolución: Una historia del mundo desde 1914. Josep Fontana.
Una historia de la Civilización: Juan Miguel Zunzunegui.
Historia Contemporánea: La historia desde 1776. Manuel Pérez y Miguel Artola.
Una historia del mundo. Hugh Thomas.
Recursos web:
La cuestión Palestina. Fernando Diaz Villanueva.
Guerra Israel Palestina. Juan Miguel Zunzunegui.
Historia de un conflicto: El nacimiento de Israel en palestina. Alberto Garin.
Wikipedia.
*Geógrafo