Iván Darío Restrepo o la pasión por el fútbol

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Por Pablo Emilio Obando A.

peobando@gmail.com
Iván Darío Restrepo Medina cuenta
con nostalgia y emoción sus primero pininos en el futbol. A sus diecisiete años
alcanza el sueño de ingresar al Deportivo Cali como futbolista profesional. No
fue fácil, su origen humilde le impide contar con un par de guayos que le
permita darse a conocer; sin dudarlo y con la pasión que lo caracteriza acude a
sus más cercanos amigos para tratar de resolver la situación. Aparece entonces
el también futbolista Breybi Cárcamo Marceno, le facilita los guayos y “firman”
un pacto de honor que Iván Darío pagará con creces y con suma satisfacción. Desde
entonces lo acompaña el deseo de ayudar incondicionalmente a los muchachos que
demuestren ganas y pasión por este deporte de masas
.

Es su madre, Donelia Medina,
funcionaria de Coldeportes en la ciudad de Cali quien le brinda su apoyo
incondicional e irrestricto. Con trabajo, con constancia y fortaleza acompaña a
su hijo en el tejido de sus sueños. Y le lleva a ser una de las glorias del
fútbol colombiano. Hoy recuerda con emoción como en las diferentes salidas eran
sus amigos y las madres de ellos quienes le facilitaban alimentos y comestibles
que le permitan cumplir a cabalidad con las exigencias de un deporte como el
fútbol. Fue así como aprendió que el deporte es un acto de solidaridad y
respeto hacia el otro
, hacia aquel que carente de medios y recurso, pero
pletórico de talento y calidad, quiere convertirse en la encarnación de sus
propios sueños y anhelos.
Como jugador de futbol profesional
viste la camiseta del deportivo Cali, del América y más tarde del Pasto. En
este último equipo recuerda con profunda emoción su participación en el ascenso
a la A o profesional. Y se enamora de su gente, de su tierra, de sus talentos
que abundan y requieren de una mano amiga y profesional que les permita
alcanzar su sueño
. Se queda entre nosotros y emprende una de las más plausibles
labores: la creación de una escuela de fútbol.
En muchas ocasiones lo encontramos
en las instalaciones del estadio La Pastusidad, rodeado de muchachos y
adolescentes cuyo único anhelo es aprender de su talento y experiencia. Inicia
así una carrera contra las adversidades y la soledad, pues poco a poco empieza
a entender que en nuestra región abunda el talento, pero también la
indiferencia de quienes orientan los destinos del deporte
. No obstante este
escollo, sigue con su anhelo y poco a poco y en más de un lustro alcanza, para
satisfacción de niños y adolescentes, su anhelo de formar una escuela de
fútbol. En la actualidad son más de doscientos niños que hacen parte de su
trabajo y se forman como futbolistas que en un futuro darán brillo a nuestra
región.
Iván Darío nos cuenta como muchos de
estos niños no cuentan con los elementos necesarios y se hace obligatorio el
buscar entre sus amigos y personas de gran corazón la donación de unos guayos,
unas camisetas y unas pantalonetas. Ha encontrado en el camino buenos corazones
que le han permitido cristalizar el deseo de tantos niños que siente que de
alguna manera la vida le ha dado la oportunidad de pagar de la mejor manera la
ayuda que él también recibió en al camino. Pero siempre hacen falta elementos
deportivos y cada día hay más niños que requieren de la solidaridad
, por eso
convoca a quienes desean aportar en la construcción de este anhelo colectivo.
Se forma en Argentina, en la AFA,
como instructor de fútbol y posteriormente como Director Técnico
. Y entrega
incondicionalmente su saber, su experiencia y su trayectoria a cientos de niños
y familias que ven en él a ese personaje que tiende puentes entre los sueños y
las realidades. Su trabajo lo lleva a pensar en tener su propia sede deportiva
que le permita continuar en su tarea de formar futbolistas y gracias a una
entidad como EMSSANAR logra el préstamo de un terreno que le permite y facilite
su labor. El estado del terreno no lo desanima y, por el contrario, convoca a
niños, niñas y padres de familia y así adecuar una sede digna y decorosa.
Les resta a las autoridades
municipales y departamentales el facilitarle su labor, brindarle los recursos y
la logística necesaria para continuar formando a nuestros niños en la digna
carrera profesional de futbolistas. Desde estas páginas simplemente aplaudimos
su labor y expresamos, interpretando el sentir colectivo, un agradecimiento
para Iván Darío Restrepo Medina y su titánica labor de trabajar pensando en los
niños y las familias de Pasto y de Nariño
. Un personaje excepcional sin duda
alguna, un “pastuso” que hace historia rodeado de niños, sueños y futbol…

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