La vuelta al Volcán Galeras

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Por Andrés Hurtado García
Tomado de la Revista Aeronaútica

Nariño es tierra de volcanes, de gente trabajadora y de bellísimos paisajes. Se distribuye en tres realidades telúricas: selva amazónica al oriente, zona fría y paramuna en el centro y vertiente pacífica al occidente. Uno de los grandes atractivos turísticos del departamento es la vuelta al volcán Galeras. Este imponente cerro es el guardián de Pasto, ciudad que se levanta en las faldas del volcán. Los pastusos aman su volcán tutelar. Varias veces le he dado la vuelta que ofrece a los ojos ávidos de belleza el tránsito por varios climas y ecosistemas, desde el frío de Pasto, el caliente de la espalda del volcán, y el preparamuno de Yacuanquer.

Iniciamos el recorrido en Pasto, a 2.527 metros sobre el nivel del mar. El primer pueblo es La Florida, ubicado a 24 kilómetros de Pasto y a 2.240 metros de altitud. Viajamos hacia el occidente. La Florida se enorgullece de su pasado por los hijos que marcharon al Conficto Peruano y a la Guerra de los 1.000 días. Es interesante saber que los más bellos monumentos a Bolívar se encuentran en Nariño, departamento que no acompañó al principio a Bolívar en La Independencia. Se trata de impresionantes estatuas ecuestres del Libertador, sostenidas del pedestal solamente por las patas traseras del caballo. Así hay varias en pueblos de Nariño.

Foto: blog.redbus.co

Al descender hacia El Ingenio comenzamos a rodear el volcán y a buscar tierra caliente. Estamos a 1.559 metros de altitud. Aparecen enormes cañaduzales. El Ingenio que es localidad de Sandoná produce excelente panela. La iglesia del pueblo es bella. Desde aquí ya se ve la imponente estampa de la basílica menor de Sandoná que sobresale en el horizonte. Mirando hacia la derecha y durante casi toda la vuelta al volcán se ve abajo el abismo por el que discurre el río Guáitara.

Las zonas aledañas al cañón del río y en las que el clima es ardiente son denominadas guaicos en Nariño. Llegamos a Sandoná, población de 25.000 habitantes y ubicada a 1.848 metros de altitud. Estamos exactamente al otro lado de Pasto, al sur, con el Galeras de por medio. Igual que Pasto, Sandoná se encuentra en las faldas del volcán y a 50 kilómetros de Pasto Los quillasingas habitaron en la región y llamaron Paltapamba a la meseta. Por aquí pasaron muchos conquistadores, entre ellos Sebastián de Belalcázar.

La economía se mueve gracias a la caña de azúcar y al café. Hay decenas de trapiches paneleros que dan trabajo a centenares de personas. En menor escala se cultivan frijol y maíz. El pueblo es famoso por su basílica y los sombreros. El imponente templo diseñado en estilo gótico florido, otros dicen que es neogótico, eleva sus altísimas torres hasta 65 metros. Está construido en piedra blanca y al verlo es imposible no trasladarse a los templos góticos europeos como Burgos y Colonia. Evidentemente, el nuestro es más sencillo pero de una imponencia impresionante.

Los sombreros de iraca o paja toquilla, que son tradición artesanal de Sandona y cuya elaboración está reservada a las mujeres, tienen justa fama no solo regional y nacional sino mundial. Muchas veces han servido de complemento en los desfiles de modas de las pasarelas de Milán, capital mundial de la moda. Su acabado es perfecto y su diseño encantador.

Frente a Sandoná y visible desde todo el pueblo, la cascada de Belén, de 50 metros de caída, se precipita por una de las faldas del volcán que flanquean el pueblo por su costado norte. Continuando la circunvalación del volcán llegamos a Consacá, cuyo solar se encuentra entre 1.200 metros y 4.260 en la cumbre del volcán. Son famosas sus artesanías de fique y su economía se basa en la producción agrícola: café, caña, panela, hortalizas.

A seis kilómetros del pueblo se encuentra el sitio de la batalla de Bombona, clave en la pacificación del sur del país. Allí Bolívar venció a los españoles comandados por el General Basilio García, el 7 de abril de 1822, desde una roca El Libertador dirigió la batalla que se dio en las propias faldas del Galeras y en ellas quedó herido de muerte el gran General Pedro León Torres, cuya estatua donada por Venezuela engalana la plaza de Yacuanquer, que es nuestro siguiente destino.

Después de haber transitado por tierras de clima cálido, comenzamos a recobrar altura. Yacuanquer se encuentra a 2.670 metros de altura, 100 metros más que Pasto, en tierra fría y parte de su suelo pertenece al ecosistema páramo en las faldas del volcán. Posee una bellísima cascada que se llama Fin del Mundo. Lorenzo de Aldana, el mismo fundador de Pasto, fundó la población en terrenos de los indios yacuanqueres. Entramos así a la Panamericana y bajamos a Pasto, llamada “la ciudad teológica” por sus numerosos y bellos templos.

Esta “Vuelta al Volcán”, como la llaman los nariñenses, ofrece paisajes de gran variedad y el contacto con gentes humildes, trabajadoras y amables, que cultivan y cuidan la tierra con amor.

Author: Admin

3 thoughts on “La vuelta al Volcán Galeras

  1. Saliendo de pasto hacia el occidente le falto mencionar el Corregimiento de Genoy y el municipio de Nariño antes de llegar a la Florida

  2. Olvidó mencionar a Nariño Tierra de poetas, Tierra de artistas y artesanos que hacen latir con fuerza el corazón y brotar lágrimas de emoción al ver las monumentales carrosas en el desfile tradicional del seis de enero.

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