Madre, un ser de luz

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Visión de mujer
Por Elsy Melo Maya
elsy.ya@hotmail.com

“Cuando pienso en lo que significa la palabra Madre, pienso en mi mamá, pero también pienso en mí. Una palabra que encierra tanto y que por mucho que me inspire, jamás tendré las palabras exactas para expresar todo lo abarca su significado. Por eso decidí hacer uso de la luz como una alegoría a la brillantez espiritual que viene de lo alto y que alumbra el camino, por demás oscuro, de un hijo que al principio parece gatear por la vida. ¿Y acaso a pesar de los años no seguimos buscando la palabra justa y oportuna, el abrazo protector, el consejo sabio, la caricia y la voz de mamá?

Como madres, jugamos un papel de vital importancia en la historia misma de la humanidad, no solo porque somos las responsables de la conservación de la especie por engendrar la vida en nuestros vientres, sino porque además también tenemos la responsabilidad de formar a ese ser humano que comienza su existencia por fuera de nosotras, pero sin soltarse nunca, porque siempre seremos sus madres y siempre serán nuestros hijos. Y no por ello los hacemos dependiente, pues uno de nuestros compromisos es enseñarles a caminar solos en todos los aspectos; no obstante, puedo decir, sin lugar a equivocarme, que de nuestra parte, siempre estaremos presentes en sus vidas y de la mejor manera posible. Si bien el hombre también juega un papel importante en su crianza, nosotras las mujeres- madres, estamos dispuestas, si fuere necesario, a entregar la vida por nuestros hijos. Esa conexión permanente e indiscutible, ese lazo conector se hace sentir sin importar los años o la distancia. Por algo somos mamás y nuestro amor es único e irremplazable.

Ahora que miro a mi hija crecer, recuerdo con cariño cuando la tuve por primera vez en mi pecho, recuerdos sus primeras caídas aprendiendo a dar sus primeros pasos, su llanto ocasional, pero también su alegría, su crecimiento y aprendizaje continuo, llenando mi vida de amor y de satisfacción cada día de mi existencia. La acompañé y lo seguiré haciendo, porque señoras, nosotras, somos el faro que guía sus vidas.

Me atrevo a afirmar que no existe un amor más sincero y desinteresado que el amor de una madre por sus hijos. Y es esta dedicación y compromiso lo que nos convierte, en un ser de luz para nuestras criaturas. Dios bendiga este bendito rol que no conoce significados y que trasciende a través del tiempo. Demos gracias porque nos llaman con todo el amor del mundo mamá.

Finalmente, comparto con ustedes este relato, que claramente expresa el sentir de nosotras las madres: Se le preguntó a una madre: ‘A cuál de tus hijos quieres más?, entonces ella respondió: al enfermo hasta que se cure, al ausente hasta que vuelva, al pequeño hasta que crezca y a todos ellos, hasta que me muera’ y creo que las mamás estarían de acuerdo conmigo si me atrevo a agregar, que nuestro amor para ellos, trascenderá aún después de la muerte.” (Magister en Docencia Universitaria, Andrea Rengifo Rengifo)

22 de mayo 2023

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