
Por Pablo Emilio Obando Acosta
peobando@gmail.com
Gracias a una cordial invitación de la Administración Municipal de Colón, Putumayo, en cabeza de su alcalde Franklin Libardo Benavides Revelo, tuve la oportunidad de reunirme con docentes de varias instituciones educativas para tratar asuntos relacionados con las competencias socioemocionales y su incidencia en el aula escolar.
No es un secreto que, en la actualidad, la labor docente se ha tornado riesgosa y compleja, enfrentando situaciones de difícil comprensión. El trabajo excesivo, la presencia de alumnos con afectaciones socioemocionales, y familias distantes y temerosas de sus propios hijos, entre otros factores, han provocado una especie de quema emocional del magisterio colombiano —y de muchas otras regiones del mundo—.
El exceso de estudiantes por aula, el bullying profesional y social, la ausencia de una logística adecuada, y el desmantelamiento de los equipos de apoyo docente, han generado una problemática que desborda la capacidad de resistencia de muchos educadores. A esto se suma la existencia de ambientes laborales tóxicos, donde las relaciones entre colegas se tornan enfermizas y agobiantes.
Por otra parte, se evidencia una incapacidad de los directivos docentes para gestionar y resolver esta crisis. Muchos, ante su negligencia, adoptan medidas que incrementan el estrés emocional del cuerpo docente, como exigir firmas constantes, aplicar normas con excesiva rigidez, y evitar el diálogo directo con su equipo, deteriorando las relaciones laborales y minando la motivación en una profesión ya bastante afectada.
La baja inversión en educación, sumada a políticas como la mal llamada inclusión educativa —implementada sin recursos ni apoyo—, representa una sobrecarga injusta para el docente, reflejando la indolencia de muchos directivos ajenos a la realidad del aula.
Ante este panorama, es urgente iniciar un diálogo abierto y sincero sobre las competencias socioemocionales en el aula, como una vía para mejorar la convivencia y el ambiente laboral entre docentes y estudiantes.
¿Qué son las competencias socioemocionales?
Son habilidades que permiten gestionar emociones, establecer relaciones saludables y tomar decisiones responsables. En el contexto escolar, estas competencias son esenciales para la salud mental y la convivencia.
Competencias clave:
- Autoconciencia: Reconocer y comprender las propias emociones.
- Autorregulación: Gestionar emociones y comportamientos.
- Empatía: Comprender los sentimientos de los demás.
- Habilidades sociales: Mantener relaciones sanas y respetuosas.
- Toma de decisiones: Actuar de forma informada y responsable.
Beneficios en el aula:
- Mejora del clima escolar.
- Reducción del estrés y la ansiedad.
- Relaciones más sanas entre estudiantes y docentes.
- Mayor motivación y rendimiento académico.
Estrategias para implementarlas:
- Incluir actividades lúdicas y reflexivas que promuevan la empatía y la autorregulación.
- Modelar comportamientos saludables por parte del docente.
- Crear un ambiente seguro, donde los estudiantes se sientan valorados.
- Brindar retroalimentación constructiva y respetuosa.
Las competencias socioemocionales son un pilar fundamental para transformar positivamente la educación. Los docentes, con su ejemplo y compromiso, pueden fomentar estas habilidades en sus estudiantes, generando un impacto significativo en su bienestar y desempeño escolar.