El despertador del sur
Por: Jorge Arturo Bravo
despertadordelsur@hotmail.
El pasado domingo 6 de agosto los nariñenses celebramos un aniversario más, el número 119, de la creación del Departamento de Nariño, departamento que orgullosamente, lleva el nombre del Gran Precursor de la Independencia don Antonio Nariño, así algunos por ignorancia o absurdos resentimientos, no estén de acuerdo.
Pues, sí, celebraremos los 119 años de historia, de ese maravilloso hecho ocurrido el 6 de agosto de 1904, día en que, cuando en Colombia todavía soplaban los vientos de las consecuencias nefastas que dejó la Guerra de los Mil Días, donde nariñenses dejaron muy en alto el nombre de esta región de la patria, el entonces presidente de la República, Don José Manuel Marroquín, héroe también de esa guerra, en su último acto administrativo, sancionó con su firma la Ley 1ª de la fecha, mediante la cual se creaba el nuevo departamento.
Un hecho que no fue de un día, ni de dos, ni de tres, sino de más de cincuenta años de lucha continua de ilustres nariñenses, políticos, juristas, militares, religiosos, periodistas, académicos e intelectuales, quienes desde los recintos del Congreso, desde plaza pública, desde las páginas de los periódicos de la época, incluso desde el púlpito, liberales y conservadores, unidos todos, como en un haz de voluntades, como hoy debería ser, lograron que el 6 de agosto de 1904 ese viejo sueño se hiciera una bella realidad.
Han pasado 119 años y los nariñenses seguimos padeciendo las consecuencias del atraso en que los gobiernos centrales de turno nos han tenido, y lo peor, mirándonos de soslayo; esto en virtud, no lo podemos negar ni callar, a la falta de un verdadero liderazgo no solo de nuestros congresistas, sino de todos, especialmente de los llamados líderes de izquierda que terminaron cambiando su ideología por un puesto y otros que se hicieron viejos durmiendo en el Congreso y ahora quieren rejuvenecerse desde la Gobernación de Nariño.
Y los congresistas de hoy, antes que venir a querer llevar a sus candidatos a la alcaldía y gobernación para después manejarlos como marionetas, contagiándoles su viciada politiquería, “alguno ya está más que untado”, preocúpense ¡carajo! por hacer realidad la doble calzada de la carretera Ipiales – Popayán, el viejo anhelo de los nariñenses.
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