Tomado de mascolombia.com
El diario español, El País, reseñó la difícil situación que afronta la Federación Nacional de Cafeteros a raíz de la pérdida de $500 mil millones en contratos de venta de café a futuro, una situación que investiga la Contraloría.
Un artículo publicado por el diario El País el viernes, 27 de enero, reportó que la Contraloría General de la República se encuentra investigando a la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) por un hueco que podría ascender a 500 mil millones de pesos (unos 120 millones de dólares) y que involucra los recursos públicos del Fondo Nacional del Café (FoNC).
La noticia cae como un baldado de agua fría, ahora que la FNC se encuentra en proceso de presentar la terna para elegir su nuevo gerente.
La pérdida habría ocurrido con los contratos de venta de café a futuro, en los que comprador y vendedor acuerdan, con meses de antelación, una cantidad de café a entregar y un precio de venta.
El País reseña que, “según un informe publicado en diciembre por la Contraloría, se calcula que esos contratos produjeron pérdidas acumuladas de 500 mil millones de pesos (120 millones de dólares), que afectarían a dos actores”: el Fondo Nacional del Café, por un lado, y centenares de pequeños caficultores y una treintena de cooperativas, por el otro.
El informe de la Contraloría señala que los productores y la Federación negociaron, entre finales de 2020 y 2021, compras de café a un promedio de $950.000 por carga de 125 kilos. Esos acuerdos se hicieron, según la entidad, por chat o de manera verbal, y no quedaron estipulados en contratos firmados.
Lo que ocurrió después fue que los precios internacionales del grano casi se duplicaron, con lo que algunos productores incumplieron las entregas y vendieron al precio de mercado por otras vías. Comenzó así una cadena de incumplimientos, pues al no entregarles a las cooperativas el café acordado, estas le incumplieron a la Federación Nacional de Cafeteros y, en algunos casos, al Fondo Nacional del Café.
En el primer caso, la Federación, que se había comprometido a entregarles determinadas cantidades de café a sus compradores en la bolsa de Nueva York, se vio enfrentada a la disyuntiva de, o bien entregar el café acordado, o asumir la diferencia entre el precio pactado previamente y el de ese momento, cosa que hizo con los recursos públicos del Fondo Nacional del Café (FoNC).
En el segundo caso, algunas cooperativas les compraron café a futuro a productores con recursos del Fondo Nacional del Café y, al no recibir por parte de estos el grano en el plazo pactado, los recursos del Fondo se vieron comprometidos.
Según El País, luego de estos incumplimientos, la Federación Nacional de Cafeteros hizo nuevos contratos de futuros a precios más altos, a través de las mismas cooperativas que venían atrasadas en las entregas de café pactadas previamente. Con ello, el problema se agudizó.
Los incumplimientos comprometen legalmente a productores y cooperativas —afectando incluso la sostenibilidad de algunas de ellas, como la de Andes— y están teniendo un costo reputacional para el país a nivel internacional.
Esfuerzos de las cooperativas
El 7 de diciembre, Federación Nacional de Cafeteros destacó en un comunicado que, a pesar de las dificultades, muchas cooperativas han hecho esfuerzos para cumplir sus compromisos contractuales:
“El Comité Directivo de la Federación Nacional de Cafeteros […], en su seguimiento permanente a las ventas de café a futuro, expresó su complacencia por el esfuerzo de la mayoría de las cooperativas por honrar sus compromisos con la FNC en cuanto a la entrega de café a futuro”.
Esta razón, sumada a la ola invernal que afecta al país, llevó a que el Comité Directivo aprobara “otorgar un plazo adicional de seis meses para el volumen acordado para entregas en 2022 a aquellas cooperativas que suscribieron acuerdos de entrega sobre los compromisos retrasados”.
La Federación Nacional de Cafeteros también invitó a las cooperativas que aún no han acordado algún mecanismo de entrega a que “recuerden que lo que está en juego es el patrimonio de todos los caficultores del país, lo que incluye la provisión de bienes y servicios públicos cafeteros”.
Al respecto, es importante recordar que la función principal del FoNC es la garantía de compra de las cosechas en el mercado interno, a través de la fijación del precio y de las cooperativas de caficultores.
Contratos altamente riesgosos
Los contratos de venta de café a futuro son de riesgo, pues no es posible saber a ciencia cierta en cuánto estarán los precios internacionales al momento de tener que entregar el café, con lo que la transacción puede reportarle pérdidas tanto al productor como al comprador.
Para los caficultores resultan particularmente desafiantes, si se tiene en cuenta que muchos de ellos presentan una baja escolaridad, tienen acceso restringido a la información, perciben bajos ingresos, están endeudados y difícilmente dimensionan las implicaciones de firmarlos, tanto en términos legales como del impacto que tiene su incumplimiento para las cooperativas y, en general, la institucionalidad cafetera.