Siete personas ganaron los Premios Sombrero 2021 en las categorías de Educación, Arte y Cultura, Inclusión Social, Medio Ambiente, Ciencia y Tecnología, Deporte y Vida y Obra.
Aquí están los ganadores:
En Educación el especialista Carlos Chalapud Velasco.
En Arte y Cultura el cantautor Jaime Chávez Recalde. La molienda es una de sus composiciones.
En Inclusión Social el líder comunitarios Luis Eduardo Revelo.
En Medio ambiente la geógrafa Aura Martínez Fajardo.
En Ciencia y Tecnología el magister Carlos Alberto Torres Burbano.
En Deporte el magister Daniel Melo Cruz.
En Vida y Obra el maestro José Castillo Jiménez.
En la ceremonia, realizada el pasado miércoles 15 de diciembre en el salón de actos de la IE Nuestra Señora de Fátima, de igual manera se realizaron tres homenajes póstumos.
Al señor Esaú Parra.
Desde muy joven se inició a trabajar con este noble material para sostener a su humilde familia formada por su madre y cinco hermanos a quienes invitó y enseñó el oficio. Diógenes y Campos continuaron con su legado, transmitiéndolo a sus nuevas generaciones y manteniendo viva esta bella tradición.
Para Esaú ser sandoneño fue un gran honor, vivió rodeado de sombreros, su casa de habitación la convirtió en un modesto taller. Hombre adelantado a su tiempo, vislumbró de manera empírica los procesos productivos actuales, esto es, involucrarse de manera activa en todas las etapas del proceso productivo y de comercialización. Generó trabajo, contribuyó económicamente e impulsó a todas aquellas personas inmersas en el proceso: cultivadores, tejedoras, encintadoras, etc.
Esaú Parra supo aprovechar y valorar la creatividad, ingenio, destrezas y empuje de cada hombre, de cada mujer de la región para enseñarles su arte, y a la vez retroalimentarse de los aportes que hicieran cada uno de ellos; maximizar la belleza y calidad de las espléndidas artesanías, era el objetivo del trabajo en equipo.
El trabajo artesanal que se constituía en un complemento del ingreso familiar, ya que Sandona es una generadora primaria de ingresos (agricultura), muy pronto alcanzó una importancia tal que se convirtió en fuente primaria de sostenibilidad económica para un altísimo número de familias del Municipio y sus alrededores.
Traspasar fronteras y dar a conocer las artesanías en otras latitudes, se convirtió en su visión. Es así como el sombrero sandoneño empezó a ser reconocido en todo el país y fuera de él. Tal fue su pasión por el sombrero, que creó un nuevo diseño y lo llamó “JACQUELINE” en honor a la Primera Dama de los Estados Unidos de América, esposa del Presidente John F. Kennedy (1961). Esta innovación la socializó a toda una generación, la cual empezó a producir, vender y exportar. La belleza, suavidad, textura y colorido de los sombreros causó un gran impacto social, no solamente a nivel nacional sino internacional, atrajo turistas y comerciantes americanos; convirtiéndose así en un embajador y revolucionando a todo un pueblo, haciendo visible ante el mundo el Municipio de Sandoná.
El libro “TEJIDO VIVO. MANOS MAGICAS DE SANDONÁ (2012-2015)” narra que con la compra de máquinas prensadoras y hormas realizada por Don Esaú, llegó a Sandoná un significativo aporte para la mejora del proceso de elaboración de sombreros, implementación de nuevos diseños y un acabado de excelente calidad; confirmando así su compromiso con el trabajo bien hecho. La implementación de tecnología de esos tiempos, se aplica a las reglas económicas actuales, las ventajas comparativas de Sandoná se potenciaron y las competitivas se fortalecieron. Con esta acción, queda refrendado el hecho de que Esaú Parra era un adelantado a la época.
Cada historia tiene su anécdota. Con más de 70 años, Esaú Parra dejó a un lado el proceso productivo activo y llegó a su casa un encargo del actor Charles Bronson, quien le solicitaba le restaure su sombrero comprado años atrás y le envíe cinco más con las mismas características; la marquilla “SOMBRERO HECHO EN SANDONÁ EP” y el nombre ESAÚ PARRA fueron suficientes para que el encargo de la celebridad llegara a su objetivo.
Finalmente, fue tal su implicación en la sociedad sandoneña, que fue Presidente de la Junta de Acción Comunal Central, siendo artífice para la compra del terreno para el Estadio de Fútbol Cañaveral. Además, debido a su visión emprendedora, fue socio fundador y accionista de la empresa de Transportes Sandoná. Como colofón Don Esaú Parra siempre será recordado, como el gran líder cívico, social y la mejor persona.
Por estas y muchas razones más, considero que el Señor ESAÚ PARRA, uno de los CABALLEROS DE LA PAJA TOQUILLA DEL GUAICO NARIÑENSE, posee los méritos suficientes para esta postulación y reconocimiento póstumo. Invito a todos aquellos que tuvieron la oportunidad de conocer su trabajo, su historia de vida y su legado a que apoyen esta iniciativa.
Que las nuevas generaciones garanticen que esta hermosa tradición, este arte y este trabajo que proporciona el sustento de tantas familias en Sandoná, nunca desaparezcan. Que los materiales tóxicos alternativos y la robotización nunca van a estar por encima del ingenio y habilidad manual de nuestros artesanos y nuestra palma de iraca, como decía el maestro Esaú…
A la señora Juanita Castillo.
A la señora Matilde Yépez Arcos.
Edición de los videos: Jairo Celis
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