Rechazo el feminicidio de menores en Colombia

Giovanny Gómez Palomino, columnista
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Por Giovanny Gómez
gomepal26@gmail.com

El feminicidio de menores de edad es una de las manifestaciones más atroces de la violencia de género, y lamentablemente, sigue siendo una realidad en Colombia. La reciente tragedia en Sogamoso, donde una menor fue víctima de feminicidio, ha dejado a la comunidad en estado de shock y ha reavivado el debate sobre la necesidad de medidas más severas para combatir este flagelo.

La Constitución Política de Colombia establece en su artículo 11 que “el derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte”. Este principio fundamental refleja el compromiso del país con la protección de la vida humana. Sin embargo, ante la creciente ola de feminicidios, surge la pregunta: ¿es suficiente la legislación actual para disuadir y castigar adecuadamente a los perpetradores de estos crímenes?

En otros países, la pena de muerte se aplica como una medida extrema para castigar delitos graves, incluyendo el feminicidio. Aunque esta práctica es controversial y enfrenta críticas por cuestiones éticas y de derechos humanos, algunos argumentan que podría servir como un disuasivo más fuerte contra los crímenes de género. Sin embargo, es crucial recordar que la pena de muerte no es una solución mágica y no aborda las raíces profundas de la violencia de género.

En Colombia, la Ley 1761 de 2015, conocida como la Ley Rosa Elvira Cely, tipifica el feminicidio como un delito autónomo y establece penas severas para los culpables. No obstante, la implementación efectiva de esta ley y la protección de las víctimas siguen siendo desafíos significativos. Es imperativo que el sistema judicial actúe con celeridad y firmeza para garantizar que los perpetradores enfrenten las consecuencias de sus actos.

Además, es fundamental fortalecer las políticas de prevención y educación para erradicar la violencia de género desde sus raíces. Esto incluye campañas de sensibilización, programas de apoyo a las víctimas y la promoción de una cultura de respeto e igualdad de género.

El rechazo al feminicidio de menores de edad debe ser unánime y contundente. Como sociedad, debemos exigir justicia para las víctimas y trabajar juntos para construir un entorno seguro y libre de violencia para nuestras niñas y mujeres. La vida de cada menor es invaluable, y es nuestra responsabilidad protegerla con todas las herramientas legales y sociales a nuestra disposición.

Aunque la pena de muerte no es una opción en Colombia, debemos enfocarnos en fortalecer nuestras leyes, mejorar la implementación de las mismas y promover una cultura de respeto y equidad. Solo así podremos honrar la memoria de las víctimas y prevenir futuras tragedias.

Corchazo: la pena de muerte ES o NO, una opción en Colombia.


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