Manzanas verdes
Espacio por la convivencia y la cultura ciudadana
Por: LuccA
luccianolucio-melo@hotmail.com
Para el grueso del país, el apoteósico carnaval que acaba de exponer nuestro departamento ante los ojos del mundo, ha llegado como primicia de un acontecimiento que se sabía existía, pero que no se le daba el realce e importancia de lo que en realidad se ha merecido, macondianos como somos, el hielo nos sigue descrestando.
En buena hora y para bien de todos los que lo vivimos y sentimos, sabemos toda la vida que nuestra fiesta cultural, encuentro de identidad, éxtasis multicolor y raigambre patrimonial de nuestra raza, definitivamente seguirá siendo la mejor, mientras la mano oscura del mercantilismo cultural se nos venga encima y ahí si como diría mi abue Vitorina: el que mucho abarca poco aprieta.
No ha sido una sorpresa, de ninguna manera, la única sorpresa es nuestra bella Pasto, a nosotros no nos ha tomado por sorpresa el concepto monumental de nuestra capacidad creadora, sencillamente porque esa majestuosidad es un espectáculo que cada año la esperamos con la misma ansiedad de siempre, lo que se hereda no se hurta y la experiencia no se improvisa.
Quizá el país apenas despierta y dimensiona, que desde latitudes menospreciadas y estigmatizadas históricamente, también se hace patria, se aporta, se representa, se vive y se ratifica que estamos viviendo un momento histórico único, diferente, donde las supremacías parecen comprender que la grandeza es de todos.
Creo yo que esa alineación natural ahora más que nunca está estructurándose a nuestro favor, por tanto, es necesario prepararnos, capacitarnos y reencontrarnos, porque lo que viene es candela, pero de la buena, por supuesto.
Esa monumentalidad que miró el mundo gracias en gran parte al poderoso ciberespacio, que no limita ni selecciona, permitió conocer quiénes son los artífices de toda esa gran responsabilidad: en la cúspide, por obvias razones, las manos creativas de nuestro pueblo, sus mentes estudiosas que proponen gracias al estudio profundo y compromiso por lo que representa su fiesta, pero principalmente también por el órgano rector que rige y determina que estos resultados finalmente se obtengan, digo órgano rector porque es en últimas, en quien recae una responsabilidad de esa magnitud.
Quien encarna esa institución encarna también el sentir de todo un pueblo, de una raza, cultura y la inmensa capacidad para proponer semejante reto, obedeciendo a un juicioso y responsable trabajo de planeación, administración y visión que hoy por hoy con seguridad será referente de muchos proyectos no solo en Colombia sino en el mundo entero.
Cómo hacer de la pasión de un pueblo algo tan grandioso como lo es nuestro carnaval, un acontecimiento monumental de las culturas, donde se representan valores y sentimientos que siempre se han exaltado y se han tenido.
Hoy ratificamos esos principios. El mundo reconoce nuestra grandeza, hoy cuando se han alineado las cosmovisiones que lo gravitan, recordamos al otro país, a ese que desconoce, que discrimina y relega, que nosotros, los provincianos, los pueblos olvidados y mal vistos existimos, que Colombia es así, grande, diverso y colorido.
CORPOCARNAVAL le dice al mundo que es posible lograr metas ambiciosas, que es posible cumplir objetivos, que se puede transformar una sociedad con valores únicos y especiales desde el arte y la cultura.
CORPOSANDONA hoy más que nunca, debe ser una prioridad si queremos que los ojos del mundo se posen también en nuestro territorio, porque al paso que vienen los próximos carnavales, Pasto va a reventar y no habrá cama pa’ tanta gente; es ahí donde los peces como en subienda saltarán en las redes del río de posibilidades y anhelos.
El país más bello del mundo florecerá como el Macondo del hielo y las mariposas amarillas.
Villa del Rosario, enero 20 de 2024.
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