El despertador del sur
Por Jorge Arturo Bravo
despertadordelsur@hotmail.com
Al conmemorar el pasado domingo 10 de abril la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, donde fue aclamado con los gritos de ¡O sana!, ¡O sana!, ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!, iniciamos la celebración de la Semana Mayor, la Semana Santa, la cual, después de dos años, vuelve a ser presencial en sus diferentes ceremonias religiosas como las que se oficiaron en cada templo, en cada parroquia, con el tradicional “domingo de ramos” y cuyos templos se vieron, colmados de feligreses portando eso sí, su respectivo tapabocas como medio de bioseguridad.
Que estos días Santos, sean dedicados no solo para el turismo, los paseos y la parranda, como muchos lo hacen, sino para pensar en nosotros mismos, en nuestra familia, en nuestros amigos, en nuestro trabajo, en nuestros compañeros y pidamos al Dios Crucificado, llegue a su fin esta violencia que azota a Colombia, al mundo entero y alcancemos la tan anhelada paz colombiana, pero también demos gracias por estar con vida después de sufrir esta larga pandemia del Coronavirus que se llevó a los confines de la eternidad a tantos amigos y familiares, pandemia que aún sigue entre nosotros, no lo debemos olvidar.
Que estas reflexiones sirvan igualmente para un sincero cambio de actitud, muchos, después de esta terrible pandemia que soportamos no han cambiado, siguen igual, demostrando esas actitudes de arrogancia, de indiferencia y prepotencia; esas actitudes de envidia y de egoísmo, que a muchos caracteriza, dejemos a un lado esa actitudes, y dejémonos llevar y guiar por las actitudes de la sencillez y de la humildad, de la solidaridad y de la comprensión, de la bondad y de la generosidad; esas que dan grandeza a la persona y prometámonos a nosotros mismos y ante Cristo Crucificado, ser cada día mejores.
De otro lado, nos sentimos complacidos haber celebrado el pasado jueves 7 de abril nuestras Bodas de Coral, los 35 años de vida de la Fundación Cultural Musurunakuna. Gracias a todos y a todas quienes, con su valioso contingente, hacen posible la existencia de esta organización sin ánimo de lucro, dedicada a trabajar desinteresadamente por la cultura, por la niñez y la juventud de Pasto y de Nariño.
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