Foto: Erika Pareja |
Tomado de
www.gobernanzaconsentido.org
Marino
Guerrero sintió el llamado de su tierra y después de 45 años de vivir en
Candelaria, en el Valle del Cauca, regresó a Sandoná, el municipio del que se
fue muy joven a trabajar a un ingenio de caña de azúcar.
Valle de Cauca conoció a su compañera de vida, Francia Candelo, llevan 30 años
juntos y tienen tres hijos. Cuando
regresó con su familia en el año 2006 a la vereda Plan Ingenio, a 5 kilómetros
de la cabecera municipal, de inmediato supo que quería cultivar la tierra y
mejorar sus condiciones para que todo lo que allí se diera fuera orgánico.
Después de 9 años de empeño y acompañamiento por parte de la Fundación
Suyusama, hoy comercializa café, plátanos, hortalizas, lechugas, frutas y
tomates libres de sustancias químicas.
regresar también se encontró con una problemática que lo motivó a trabajar por
la comunidad, vio adolescentes consumiendo alcohol, y a pesar de recibir
amenazas que lo instigaban a dejar su trabajo como líder social, él continuo su
camino y con el apoyo incondicional de Francia, abrió una academia de danza
para niños y adolescentes, con el fin de proporcionar a su comunidad espacios
sanos de recreación, además en el 2008 como presidente de la Junta comunal,
lideró un censo en el que se pudo determinar que las 10 veredas del
corregimiento El Ingenio, contaban con 2.500 habitantes.
2014, de manera voluntaria toma los datos sobre la temperatura del ambiente,
cuatro veces al día, después saca un promedio y comparte sus anotaciones a la organización Semillas de Agua, quien
sistematiza los datos y a su vez los envía a la Universidad de Londres, en
donde hacen unos estudios sobre cambio climático que van directamente a la
Nasa, con el fin de hacer sus proyecciones sobre cambio climático al año
2041. Este ejercicio diario está
instalado en la rutina de la familia Guerrero Candelo, si don Marino sale a
atender algún taller o capacitación, su esposa Francia se encarga de tomar los
datos, pero en cuatro años nunca han dejado de medir la temperatura del
ambiente. Marino y otra compañera de Consacá, Silvia Gómez, son los dos únicos
nariñenses encargados de esta tarea en el departamento, la Fundación Semillas
de Agua, también tiene líderes voluntarios en el Cauca, Putumayo, Caquetá y Huila.
Realizados- Datos Metereológicos
climático es uno de los temas que más le apasionan, “debemos aprender a
adaptarnos al cambio climático, tengo varias estrategias que han funcionado en
mi tierra y varios compañeros de la vereda las están replicando.” Dichas
estrategias se centran en sembrar guayacanes, unos árboles fuertes como
barreras contra el viento, además de usar como cercas barreras vivas y dejar
las malezas en las plantaciones de café, “sabemos que las plantas compiten únicamente
por luz, así que las podamos para que no tapen los árboles de café y ayudan a
mantener la humedad, la porosidad y en época de lluvia protege de erosiones.”
participa en diferentes escenarios del proyecto Gobernanza Territorial
ConSentido Público, iniciativa financiada por La Delegación de la Unión Europea
en Colombia, en el que participan el
Fondo de Población de las Naciones Unidas -UNFPA-, La Federación
Colombiana de Municipios y la Fundación
Suyusama y CORDEPAZ, como socios Regionales en los departamentos de Nariño y
Meta.
Durante casi un año, ha asistido sin falta a las Plataformas Multiactor,
espacio donde autoridades locales y sociedad civil trabajan juntos en la
revisión y ajuste de sus Esquemas de Ordenamiento Terrritorial, además es un
estudiante sobresaliente en el Diplomado Gobernanza Territorial y Construcción
de Paz, del que afirma aprender todos los días, “no sabía muchas cosas de lo
que hemos visto, el diplomado me ha servido para asumir las cosas de una manera
diferente, he aprendido que debo ponerme en los zapatos del otro, a no ser tan acelerado, Gobernanza Territorial
y la Fundación Suyusama me han permitido seguir aprendiendo a los 72
años.”
III plataforma Multinivel en Nariño, donde se graduó como Experto Local en
Planeación y Desarrollo
con una preocupación, afirma que se debe encontrar la manera que los jóvenes
campesinos se sientan orgullosos del lugar donde pertenecen, “en el campo estamos quedando solo los viejos,
porque no es rentable para los jóvenes, debemos garantizarles una vida digna,
ser campesino es un orgullo, es como cualquier profesión.”
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