¿Una sociedad enferma?

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Visión de mujer
Por Elsy Melo Maya
elsy.ya@hotmail.com
Los problemas sociales que aquejan a
las comunidades, deben ser una prioridad real y hago énfasis en el calificativo
“real”, porque no se trata de cumplir con una exigencia legal y llenar formatos
para demostrarlo; se trata de dedicarle el tiempo, los recursos y la estrategia
adecuada, para sensibilizar a la sociedad misma, combatirlos y propender por
los resultados positivos
, aunque ello implique largos periodos de trabajo y
constancia en la ejecución de la política pública aplicada.

Y entre ellos, hoy quiero resaltar
la violencia física, sexual y psicológica contra los menores de edad
. Para que
tengamos una idea de este fenómeno social, recordemos que en el 2017 el ICBF
abrió 24.300 procesos por violencia y entre enero y marzo de 2018 la cifra ya
había alcanzado 5.870 casos. Hasta agosto del mismo año, se registraron 7.473
personas asesinadas, de las cuales 457 eran menores de edad, lo cual significó
que en el país aproximadamente ocurrían 2 homicidios de menores cada día. El
año 2018 terminó con el asesinato de 775 menores de 18 años.
Adicionalmente y en cuanto a los
delitos sexuales, también la situación fue trágica: de los 23.798 casos de
presunto abuso sexual, 20.663 fueron víctimas menores de edad. Entre ellos,
17.557 mujeres y 3.106 hombres, advirtiéndose así el aumento de dichas
conductas y el alto riesgo que enfrentan los menores en Colombia.
Al respecto el Director de Medicina
Legal Carlos Eduardo Valdez, manifestó en su momento: “esta es una sociedad
enferma, no reconocemos la violencia y justificamos muchas acciones como si
fueran naturales. Hay una crisis de valores que se refleja en el ataque a los
niños
”. Ahora bien, hay una situación que como mujer y madre de familia, no
puedo dejar de mencionar y es el hecho de que innumerables casos de violencia
son cometidos por los padrastros de los menores. Me pregunto entonces ¿y donde
estaban las mamás al momento de defender a sus hijas o hijos? Por lo general la
respuesta es que no lo hacen por temor a la reacción de un hombre violento,
pero eso no justifica para nada que se permita el maltrato. Lo más grave, es
que muchas mujeres son permisivas y hasta terminan sacrificando a sus hijos, a
cambio de mantener una relación de pareja y eso no tiene perdón de Dios por
decir lo menos.
La sociedad no puede ser cómplice de
situaciones tan aberrantes como éstas y sin dudarlo se deben denunciar
; está en
peligro la vida de personitas que no tienen la condición física ni mental suficientes
para defenderse y quien debería hacerlo, lamentablemente no está actuando como una
verdadera madre.
Febrero 4 de 2.019
Este es un espacio de opinión destinado a
columnistas, blogueros, comunidades y similares. Las opiniones aquí expresadas
pertenecen exclusivamente a los autores que ocupan los espacios destinados a
este fin por el blog Informativo del Guaico y no reflejan la opinión o posición
de este medio digital.

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