Yo conocí a Gabo

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Por: Kevin Andrés Fajardo López.
Conocimos a Gabriel García Márquez durante una
tertulia en la noche del 18 de mayo de 2013 en la ciudad de Cartagena
, con
motivo de una cena familiar y la presencia de unos entrañables amigos.

Gabo llegó acompañado de su esposa, doña
Mercedes Barcha. Vestido con su típica guayabera Caribe y un paso lento que
instintivamente lo relacione con el paso lento del tiempo de Macondo.
Para mis padres y para mí fue de los momentos
más emotivos que hemos vivido. El carisma y la cortesía del Nobel excedieron
los límites de su propia grandeza
muy a pesar de lo evidente de su enfermedad,
pues el alzhéimer lo había menguado físicamente.
Disfrutamos de la presencia de Gabo por
fugaces dos horas; hasta entrada la media noche, momento en que de su puño y
letra me autografío uno de sus más preciados escritos: El Coronel no tiene
quien le escriba
. En su dedicatoria se alcanza a leer: Para Kevin una forma
buena. Gabo.
No fue suficiente la noche para expresarle
nuestros más profundos sentimientos de gratitud por entregarle al mundo sus
obras inmortales. Y aunque su condición física no le permitió un diálogo fluido
fueron suficientes unas cortas palabras contenidas en un “noble”
consejo que aún retumba en mi inconsciente: “si te lo propones puedes ser
más grande que yo mismo
“.
Fue un momento de realismo mágico junto al
Nobel
y que extrañamente sentí como revoloteaban en mi estómago las mariposas
amarillas de la inmortal obra de Gabo.

Author: Admin

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