Visión de mujer
Por Elsy Melo Maya
elsy.ya@hotmail.com
En Colombia el Código de Infancia y Adolescencia (Ley 1096 de 2006), en su artículo 20, numerales 12 y 13, establece que los niños y adolescentes serán protegidos contra el trabajo que por su naturaleza o por las condiciones en que se realiza, pueda afectar su salud, su integridad y seguridad o pueda impedir su derecho a la educación. El artículo 35, define los 15 años como la edad mínima de admisión al trabajo, pero determina que los adolescentes entre los 15 y 17 años, para poder trabajar deben contar con autorización del Inspector de Trabajo o en su defecto, por el ente territorial local y gozarán de las protecciones laborales consagradas en el régimen laboral y demás normas, tratados y convenios internacionales ratificados por Colombia y que hacen parte del Bloque de Constitucionalidad.
Por su parte en el año 2002, la OIT lanzó el primer Día Mundial contra el Trabajo Infantil. Una fecha: 12 de junio, para crear conciencia en la sociedad sobre la magnitud de este problema e impulsar mecanismos legales para erradicar esta realidad, que a la luz del derecho internacional, se hace evidente en las peores prácticas como la esclavitud, trata de personas, la servidumbre por deudas, incluyendo su reclutamiento forzoso por los grupos armados, o para la prostitución y la pornografía, entre otras actividades ilícitas.
Lo cierto es que en cualquier situación, el trabajo infantil pone en riesgo la salud de los menores, impide su pleno desarrollo, los priva de su educación o a su edad, les exige asumir una doble carga y les impide vivir su infancia como debe ser: con tranquilidad y bajo el amparo y protección de sus progenitores. Sin embargo, se sabe que más de 73 millones de menores en el mundo, están expuestos en ambientes peligrosos y diferentes formas de trabajo forzosos. De los 152 millones en situación de trabajo infantil en la producción económica, 88 millones son varones y 64 millones son niñas.
El trabajo infantil se concentra en primer lugar en la agricultura (71%) y con seguridad que lamentablemente nuestro territorio hace parte de ese porcentaje; el 17% en el sector de servicios y el 12% en el sector industrial. Y usted, ¿es de los que protege a sus hijos y combate el trabajo infantil? O por el contrario, evade su responsabilidad, como tantos padres o madres de familia que a diario miramos en las calles y prefieren utilizarlos. Y termino esta columna con la expresión de una niña que suele repetir: “Yo no pedí nacer”. Esto es algo que vale la pena recordar como padres, antes de someterlos a cualquier situación que menoscabe su integridad personal.
Junio 15 de 2020
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