Por: Jorge
Arturo Bravo
Arturo Bravo
despectadordelus@hotmail.com
No había tenido
la oportunidad de referirme a la Ley 1821 del 30 de diciembre de 2016, que
promulgada por el Presidente de la república Juan Manuel Santos, en otro de sus
“tantos actos de benevolencia y generosidad”, establece el retiro forzoso de
los servidores públicos a la edad de 70 años. Hoy quiero aprovechar la
oportunidad.
la oportunidad de referirme a la Ley 1821 del 30 de diciembre de 2016, que
promulgada por el Presidente de la república Juan Manuel Santos, en otro de sus
“tantos actos de benevolencia y generosidad”, establece el retiro forzoso de
los servidores públicos a la edad de 70 años. Hoy quiero aprovechar la
oportunidad.
En nuestro
caso, esta medida fue bien recibida por los todos los maestros especialmente
por quienes estaban a punto de retirarse por haber cumplido los 65 años de
edad, “bailando en una pata” retiraron los papeles ya presentados, “me voy
hasta los setenta”- dijeron- y llenos de entusiasmo y alegría, unos en medio de
sus “achaques”, volvieron a las aulas que por cierto aún no habían dejado, no
obstante habérselos despedido con bombos, platillos, timbales, discursos,
lágrimas de alegría y de tristeza.
caso, esta medida fue bien recibida por los todos los maestros especialmente
por quienes estaban a punto de retirarse por haber cumplido los 65 años de
edad, “bailando en una pata” retiraron los papeles ya presentados, “me voy
hasta los setenta”- dijeron- y llenos de entusiasmo y alegría, unos en medio de
sus “achaques”, volvieron a las aulas que por cierto aún no habían dejado, no
obstante habérselos despedido con bombos, platillos, timbales, discursos,
lágrimas de alegría y de tristeza.
Sin duda, fue
una medida del gobierno muy bien traída pero en realidad, a quién beneficia
esta ley? A los altos funcionarios públicos que devengan salarios superiores a
los veinte millones de pesos o a los maestros que a través de la historia han
devengado salarios de hambre y que frecuentemente tienen que salir a las
calles, como ayer, a reclamar y a exigir sus justos derechos, un salario que
dignifique de verdad su profesión
docente?. La respuesta la tienen ustedes amables lectores.
una medida del gobierno muy bien traída pero en realidad, a quién beneficia
esta ley? A los altos funcionarios públicos que devengan salarios superiores a
los veinte millones de pesos o a los maestros que a través de la historia han
devengado salarios de hambre y que frecuentemente tienen que salir a las
calles, como ayer, a reclamar y a exigir sus justos derechos, un salario que
dignifique de verdad su profesión
docente?. La respuesta la tienen ustedes amables lectores.
Al promulgarse
esta ley, el gobierno pensó en los jóvenes maestros quienes con altas calidades
profesionales, con títulos de maestría,
doctorados, que manejan a las mil maravillas las últimas tecnologías, estaban
haciendo fila para lograr una plaza a la que tiene derecho por haber ganado los
“azarosos concursos” a los que son sometidos? Seguro que no.
esta ley, el gobierno pensó en los jóvenes maestros quienes con altas calidades
profesionales, con títulos de maestría,
doctorados, que manejan a las mil maravillas las últimas tecnologías, estaban
haciendo fila para lograr una plaza a la que tiene derecho por haber ganado los
“azarosos concursos” a los que son sometidos? Seguro que no.
Según esta ley,
ellos, los jóvenes, tendrán que seguir
esperando cinco años más, hasta que un maestro se retire a los setenta años de edad, para poder ocupar
esta tan anhelada plaza, en esto, de
verdad, el gobierno, ni los mismos maestros, no pensaron y por el contrario, ha
causado un gran malestar con nuestros jóvenes maestros. Pero así son las leyes
colombianas y por eso, hoy no hay nada
que hacer, sino seguir esperando.
ellos, los jóvenes, tendrán que seguir
esperando cinco años más, hasta que un maestro se retire a los setenta años de edad, para poder ocupar
esta tan anhelada plaza, en esto, de
verdad, el gobierno, ni los mismos maestros, no pensaron y por el contrario, ha
causado un gran malestar con nuestros jóvenes maestros. Pero así son las leyes
colombianas y por eso, hoy no hay nada
que hacer, sino seguir esperando.
AL MARGEN: No
es posible que, con la mirada “cómplice y alcahueta” de las autoridades
municipales, ahora hayan convertido también el andén del Parque Bolívar, en
parqueadero de motos, ¡Carajo! suficiente está con los desaseados restaurantes,
el parqueadero de carros, la concesionaria de vehículos ubicados sobre el
espacio público como lo es el andén.
es posible que, con la mirada “cómplice y alcahueta” de las autoridades
municipales, ahora hayan convertido también el andén del Parque Bolívar, en
parqueadero de motos, ¡Carajo! suficiente está con los desaseados restaurantes,
el parqueadero de carros, la concesionaria de vehículos ubicados sobre el
espacio público como lo es el andén.
Este es un espacio de opinión destinado a
columnistas, blogueros, comunidades y similares. Las opiniones aquí expresadas
pertenecen exclusivamente a los autores que ocupan los espacios destinados a
este fin por el blog Informativo del Guaico y no reflejan la opinión o posición
de este medio digital.
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Ley 1821 Del 30 de Diciembre de 2016 by Miguel Córdoba on Scribd