Carnaval de Negros y Blancos: 100 años de tradición y color

Aníbal Arévalo Rosero, columnista
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Por Aníbal Arévalo Rosero
nautilus2222@gmail.com

El Carnaval de Negros y Blancos que tiene como epicentro la ciudad de Pasto, llega a sus 100 años desde que toma forma como una fiesta de murgas, comparsas, carrozas y disfraces. No obstante, sus raíces son lo más de profundas, remontándonos a nuestros ancestros pastos y quillacingas. Nuestro carnaval es un sincretismo que combina celebraciones religiosas con las culturas española, africana e indígena. Además, la ubicación estratégica de nuestro territorio hace que reciba influjo de la cordillera andina, el Pacífico y la Amazonía

Los pueblos pastos y quillacingas ya celebraban unas fiestas muy particulares, y lo hacía por estos días que hoy es el Carnaval, le rendían tributo a la luna (quillacinga significa hijo de la luna) y le rendían culto al sol para obtener unas cosechas abundantes. Eran comunidades agrícolas.

La celebración del 5 de enero -Día de negros- tiene origen en un asueto. En 1607 se produce una rebelión de esclavos en Remedios, Antioquia, es por ello que las autoridades coloniales deciden declarar un día de asueto a los negros para reducir la presión en el Gran Cauca, a la cual pertenecía Pasto. En la ciudad de Popayán se celebra con música africana y se decide pintar de negro a blancos y mestizos. Esta costumbre se extendió a Pasto, donde la población negra era escasa, dando forma la celebración de negritos. Aquí toma gran arraigo.

El día de blancos tiene su origen en una noche de farra de un grupo de maestros de las confecciones que trabajaban en la prestigiosa sastrería de don Ángel Zarama, entre los cuales se encontraba Ángel María López y Maximiliano Erazo. Decidieron ir a rematar la celebración de los negritos a la casa de citas de las afamadas y amables hermanas Robby, ubicada en la calle Real (actual carrera 25 con 15). Al amanecer, una de las Robby se alistaba para ir a misa de Reyes, para ello se untaba unos finos polvos de origen francés. Uno de los sastres le pide prestada la polvera y les juega una broma a sus compañeros diciendo: ¡Viva el día de negritos! ¡Viva el día de los blanquitos! Luego, salieron a polvear a los transeúntes que se dirigían a misa de Reyes en la iglesia de San Juan.  

Para 1926 son los estudiantes mayores de colegios y de la Universidad de Nariño que deciden promover el festejo de los negros y los blancos, eligiendo por primera vez a su reina Romelia Martínez. Es la primera vez que se organiza un desfile con carros vestidos y adornados con flores y festones. Organizan además comparsas, murgas y disfraces. Este es el punto de partida de lo que hoy conocemos como Carnaval de Negros y Blancos. Antes de esta fecha solo se llamaba Día de Negros y Día de Blancos, solo era el juego. Claro que se inicia con el juego de negritos como de blanquitos, pero toma forma de carnaval a partir de los disfraces que promovieron los estudiantes en 1926.


Es el año 1926 el punto de inflexión, el que marcará la historia como el inicio del Carnaval, y así lo ratifican los historiadores Lydia Inés Muñoz Cordero y Enrique Herrera Enríquez. En consecuencia, el Carnaval está celebrando 100 años de su surgimiento espontáneo. Un carnaval sin dirección, solo con el entusiasmo del pueblo Pastuso.


Es solo en 1927 cuando se elige la primera reina del Carnaval, distinción que recae sobre la señorita Rosa Elvira Navarrete Paredes. Ese es el despegue del carnaval con programa. Por lo tanto, la celebración se hacía el 5 y 6 en sus inicios solo era negros y blancos.

El 4 de enero de 1928, don Alfredo Torres Arellano y Carlos Martínez Madroñero organiza una cabalgata, saliendo de la residencia de don Alfredo en San Agustín. Por sugerencia del periodista Neftalí Benavides, ‘Kar A Melo’, salen para el Ejido, donde se reúnen 150 caballistas para promocionar las fiestas del 5 y 6. En su paso por el Batallón de Boyacá se encuentran con una familia campesina proveniente de El Encano en romería a Las Lajas que se desplazaba con sus corotos y animales; es el momento que don Alfredo Torres Arellano grita: ¡Viva la familia Castañeda! Según testimonio de don Alfredo, es por una familia con ese apellido que había conocido en Guayaquil.

Pericles surge en 1932, imagen importada desde Bogotá por los estudiantes pastusos como un personaje que invita al jolgorio: “Se ordena el desorden y se desordena el orden”. Originalmente, es un jurista, orador y gobernante ateniense.

Nuestro Carnaval de Negros y Blancos, el 30 de septiembre de 2009, en Abu Dabi, fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad por la riqueza cultural, los saberes y las técnicas y el arraigo en la sociedad. ¡Celebramos un siglo de cultura, color, alegría y patrimonio!


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