Cuando Alfredo Di Stéfano jugó en Pasto

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Larga y conocida es la historia de uno de los personajes más grandes que el fútbol ha conocido: Alfredo Di Stéfano. Argentino nacionalizado español e ídolo de clubes como River Plate, Millonarios, Real Madrid. Tuvo una carrera por demás exitosa e inscribió para siempre su nombre en la historia de este bonito deporte.

A continuación, exponemos un particular e interesante relato de su paso por la capital nariñense donde se enfrentó al equipo llamado para la ocasión “Omega-Textiles”, conformado por los mejores jugadores del departamento para la época, quienes se enfrentaron al que para entonces era un equipo que no tenía oponente: Millonarios.

La disputa se dio en el recordado estadio del barrio Javeriano, lugar donde se dieron muchos de los primeros pasos del fútbol departamental, en la ciudad de Pasto. Esta historia se rescata de una publicación impresa del periódico Diario del Sur fechada a 14 de abril del año 2000 y resulta prudente conservarla a través de los medios electrónicos para el disfrute de los amantes del fútbol y de la historia que guardan los lugares.

“Millonarios, el club de futbol más laureado en el balompié colombiano, estuvo de visita en Pasto en 1951 con todas sus estrellas. Pedernera, Di Stéfano, Rossi, Cabillón, Mourín y otros, deleitaron a los asistentes al estadio del barrio Javeriano con sus gambetas y esa clase para jugar que los llevó a ser los mejores del planeta.

El fútbol colombiano realizó su primer torneo oficial en 1948. Ese año Independiente Santa Fe se alzó con los honores, pero detrás del “Expreso Rojo” estaba en Millonarios con una constelación de estrellas en sus filas que lo llevaron a ser el mejor equipo del país en los años siguientes.

Millonarios empezó a ser tema obligado de los corrillos del fútbol. Los jugadores que conformaban la banda de los “Embajadores” tenían dentro de sí una estela de historias que sonaban a novela.

Esas historias eran magnificadas y agrandadas por las noticias que corrían de boca en boca y, que entre más lejos llegaban, se les añadían ingredientes nuevos que contribuían a despertar el interés por conocer a los protagonistas de tan asombrosas leyendas.

Pero las gestas en las canchas del cuadro albiazul no eran leyenda. Eran una realidad que nadie quería perderse y, a pesar de que el departamento de Nariño estaba lejos del espectáculo del fútbol, no pudo aguantarse las ganas de tener en su tierra a esas glorias del fútbol.

La visita

El periodista Carlos H. de la Rosa Morales, era dirigente del equipo de futbol Textiles en Pasto. También era socio de Millonarios, eso le valió para hacer posible la presencia del mejor equipo del mundo en la capital nariñense. La empresa era arriesgada en la parte económica, pero Carlos H. la afrontó a pesar del riesgo. No importaba lo que pudiera pasar, había confianza en llenar el estadio y recuperar la inversión.

Después de muchos contactos, confirmaciones y fracasos en la idea, por fin el 27 de mayo de 1951 el cuadro “Embajador” llegó a Pasto para jugar en el estadio del barrio Javeriano ante un seleccionado que se llamó Omega-Textiles.

El partido

Muchos de los jugadores existentes en Pasto querían formar parte de la escuadra que haría frente a Los Millonarios. Al final, se juntaron los mejores hombres que integraban los equipos de Textiles y Omega para el partido. Era una verdadera selección Nariño.

Millonarios

A los 30 segundos de iniciado el cotejo, Di Stefano marcó el primer gol a favor de los bogotanos. Se presagiaba una paliza. Cerca del final del primer tiempo, el mismo jugador marco el dos a cero.

En la segunda parte, Millonarios sustituyó a varios hombres y Textiles-Omega marcó el descuento por intermedio del sandoneño Eduardo Arévalo. Aún festejaban el tanto cuando Millos amplió la cuenta por intermedio de Rossi.

Textiles-Omega

El arquero de Millonarios que era el doctro Gabriel Ochoa Uribe, soportó el segundo gol en contra luego de una jugada brillante de Gerardo “Loca” Narváez que lo dejó parado, impotente para atajar el remate.

Que no se acabe

Pedernera marcó el cuarto gol para Millos. El marcador final fue de 4 a 2. Buen balance para los locales. El final del partido llegó. Para los aficionados se hizo demasiado corto, querían que no se acabe que siga la exhibición de gambetas y fútbol. Un partido y el recuerdo para la historia.

Al hacer las cuentas las cosas se nublaron. La entrada estaba a seis pesos en sombra, cinco en sol y en general tres pesos. El estadio lo alquilaron por 1.500 pesos, Millonarios cobró 7.231.15 pesos. El estadio Javeriano no albergaba mucho público y el periodista Carlos H. de la Rosa perdió 1.000 pesos, a esa hora y en esa época, era mucha plata. Demasiada…”

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Author: Admin

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