Por: Jorge Arturo Bravo

despertadordelsur@hotmail.com

El Pasado dos de enero el
Carnavalito llegó a su versión No. 53 y durante más de cuarenta años fue un
evento de concurso, aunque nunca hubo perdedores, pues todos sin excepción, se
llevaban su premio en dinero en efectivo, y había excelente calidad, amplia
participación en las diferentes modalidades comparsitas, disfraces
individuales, murguitas y carrocitas elaboradas por los mismos niños y la
orientación, claro está, de sus padres, luego aparecieron los colectivos
coreográficos infantiles.

Pero para la versión de 2010, el
famoso y célebre Comité Cultural, sin los suficientes elementos de juicio y por
el contrario, esgrimiendo argumentos fuera de la realidad, decidieron quitar la
premiación, y dejarlo en lo sucesivo como un evento inconcursable; comenzando a
darles a los responsables en cada modalidad un pequeño aporte económico,
llamado “aporte a la calidad”, el mismo que cada año va disminuyendo,
padeciendo para cobrarlo la misma situación de los artesanos y artistas del
Carnaval.

Considero que si el Carnavalito, el
evento infantil más importante del sur occidente colombiano, que es el
semillero donde nacen los futuros artesanos del Carnaval, se le debe dar la
importancia que realmente se merece, y no el trato de cuarta categoría que en
la actualidad se le da, un evento que por cierto ha perdido la verdadera
esencia y significado de un certamen infantil, pues parece, como se dice en los
medios periodísticos, y también el público, un desfile de instituciones
educativas.

Se hace necesario para estudiar
estos aspectos hacer una verdadera evaluación, solamente del Carnavalito
dedicando para ello al menos una jornada completa de trabajo que puede ser de
8:00 a 12:00 o de 2:00 a 6:00, de hecho el Carnavalito también necesita ser
evaluado, como se hace con las demás modalidades llamadas concursables, porque
hay muchas cosas que se tienen que corregir, como las mal llamadas escuelas del
Carnavalito.

Los gestores culturales,
responsables de algunas modalidades del Carnavalito, especialmente los
independientes como la Fundación Cultural Musurunakuna, que cumplió 28 de
participación continua, pueden también recibir el aporte económico a la calidad
y aspirar a un premio de ser este evento concursable, como es nuestra
propuesta.