En medio de una profunda tristeza y dolor la comunidad de Ancuya despidió a las tres personas que perdieron sus vidas en la avalancha del viernes en la noche en la vereda Cocha Blanca, ubicada a 4 kilómetros de la cabecera municipal.

Los restos mortales de la señora Vanesa Pantoja, de 28 años, su hijo Cristian Zambrano, de 12 años, y de la señora Zoraida Cundar, de 42 años, hermana de Vanesa, fueron velados en el aula múltiple de la Institución Educativa Carlos Albornoz Rosas, ubicada en el sector urbano.

El señor Miguel Pantoja, integrante de la familia, manifestó que no pudieron llevarlos a La Cocha Blanca, porque la vereda quedó sin vía de acceso, sin energía y sin acueducto.

Entre los asistentes a la velación estuvieron los estudiantes del plantel educativa, en donde Cristian cursaba el séptimo grado, además de los familiares, vecinos de la vereda y de las veredas de Ancuya, quienes sintieron como propio el dolor de la familia Pantoja Narváez.

Los directivos del plantel educativo lamentaron la muerte del estudiante.

Varias personas visitaron la casa de la familia de las víctimas de la avalancha y encontraron algunos elementos de propiedad de Vanesa y Cristian, entre ellos un cuadro de la imagen de Nuestra Señora de la Visitación, patrona de las familias ancuyanas.

Miguel Pantoja informó que la casa era un antiguo trapiche que su tío Parménides la adecuó como vivienda, con una cocina y dos alcobas, en la del extremo dormían Vanesa y su hijo.

Explicó que debido al aguacero torrencial se derrumbó un bordo ubicado en la parte posterior de la casa que afectó la tapia de la casa. La madre y su hijo murieron en la alcoba. Dos personas que dormían en la alcoba del centro de la casa fueron llevadas por voluntarios al Centro de Salud de Ancuya, la señora Zoraida falleció y la señora Graciela presentó algunos golpes que no pudieron en riesgo su vida. Los otros integrantes de la familia salieron ilesos de esta dura experiencia.

Pantoja señala que nunca antes se había presentado un aguacero como el del viernes en la noche y el sábado en la madrugada y por el sector de la casa no se habían presentado deslizamientos.

Don Parménides y su familia fue reubicado por las autoridades en el colegio Carlos Albornoz Rosas, como otras familias de la vereda Cocha Blanca.

Este domingo a las 3 de la tarde en el santuario de Nuestra Señora de la Visitación, el padre Edwin Hormaza celebró la eucaristía en la cual se realizaron las honras fúnebres y se enviaron mensajes de solidaridad a sus familiares y amigos; una gran cantidad de personas que llegaron de todos los lugares de Ancuya asistieron al acto religioso.

Las honras fúnebres terminaron en el cementerio parroquial, ubicado al norte de la población, en medio de las lágrimas de los asistentes.

Nuestras voces de pesar para los familiares, amigos, compañeros de Cristian, vecinos de la vereda Cocha Blanca y en general para toda la comunidad ancuyana.

Paz en la tumba de Vanesa, Cristian y Zoraida.

Fotos: Miguel Pantoja, Cristian Maya y Emilse Guerrero