Rincón literario
Por Irma Zambrano E.
Ya se acabaron las fiestas
vamos todos a sembrar,
de las más variadas flores
para adornar el altar.
Los jardineros ofrecen flores
dando gracias a María,
también el fruto de su trabajo
base de su economía.
Los ramilletes de flores
quedan al pie del altar
y el aroma de las mismas
se esparce en aquel lugar.
Vamos a regar los campos
que vuelvan a florecer,
volver a encender la hoguera
que nos hace comprender.
Que hay un vínculo de amor
de antiguas generaciones,
entre el pasado y el presente
nacen nuevas ilusiones.
El cultivo de la caña
es muy digno de alabar,
por eso los ancuyanos
hemos venido a tu altar.
Es una tradición hermosa
de ofrendar flores a María,
entre alegrías y tristezas
marchamos en armonía.
Han venido desde lejos
devotos y peregrinos
sin importar el cansancio
han recorrido caminos.
Hacen la caminata
con respeto y devoción,
a rendir un homenaje
a la reina de la Visitación.
La reina de los ancuyanos
que nos mira con amor,
en los momentos de angustia
de tristeza y de dolor.