
Luego de la misa de 7 de la mañana el sacerdote acompañado de la delegación del barrio programado se dirigía con el Santísimo Sacramento a la casa escogida por las familias del mismo barrio y durante el día elevaban plegarias de agradecimiento y petición; a las 7 de la noche el religioso celebraba la misa en este sitio.
El padre Enríquez destacó el fervor de las familias residentes en los 22 barrios que integran la ciudad dulce de Colombia.