El despertador del sur
Por: Jorge Arturo Bravo
despertadordelsur@hotmail.com
Luego de cerrarse las inscripciones de los diferentes candidatos a las distintas corporaciones legislativas regionales, concejos municipales, asamblea, alcaldías y gobernación de Nariño, podemos observar que la baraja de candidatos es grande, diría yo, unos quizá con todos los méritos para llegar a la meta que se han propuesto, otros con la máscara de la hipocresía, diciendo: ahora sí, vamos a trabajar por nuestro departamento.
Uno de ellos, quizá, llega con la madurez y la experiencia de haber permanecido tres, cuatro décadas ocupando una silla en el Congreso de la República sin haber hecho, junto a las madrinas que hoy lo acompañan, nada por nuestro departamento y sus gentes; a él debería darle vergüenza y no aspirar a convertirse en gobernador por ejemplo, y ¡qué descaro!, ofreciendo hacer lo que no fue capaz de realizar como Representante y Senador de la República.
Otros quizá no tienen la experiencia de haber sido congresistas, de no haber hecho politiquería desde las altas esferas legislativas o desde los cargos públicos, pero tienen una gran riqueza: no están untados por la corrupta, viciada y manida politiquería, esa que no ha dejado progresar a nuestro departamento; ellos, sin duda, sabrán gobernar con transparencia, con ética, con autoridad, o como diría Aristóteles, aquel filósofo griego, en su Libro Séptimo de República: con sabiduría y valores.
Alguno, aunque joven, tienen la suerte de venir de los cacicazgos de la misma y vieja politiquería corrupta; busca valerse de ella y llegar por ejemplo a la alcaldía de Pasto para gobernar, como dicen muchos pastusos, bajo las faldas de la “tía Teresa” y la bendición del tío, “el cacique mayor de Chiles”, ante esto, el pueblo tendrá que “abrir muy bien los ojos” y salir a votar no por los que aparecen ahora como redentores, votarán por los mejores, por los que han estado siempre al lado del pueblo, y todos, ya sabemos quiénes son.
“Abramos desde ya, muy bien los ojos”, decía mi General Nariño; votemos por el cambio, no por el continuismo; así las cosas, tanto para la alcaldía como para la gobernación, votaremos por el verdadero cambio, el cambio que Pasto y que Nariño necesitan.
