Sembrando ideas

Por Primitivo Enríquez Enríquez

spree1228@gmail.com

Desde hace mucho tiempo el Gobierno Colombiano
viene estructurando Programas y Proyectos para el mejoramiento de la calidad de
la educación, pero es el caso que aún no está claro realmente en qué consiste
la “calidad educativa”, si en los buenos resultados de los estudiantes en las
Pruebas ICFES, si tener al estudiantado en doble jornada (jornada única) en los
colegios y escuelas, tal vez convirtiéndose en “guarderías  para que Padres de Familia puedan trabajar
tranquilos o la Proyección de la Institución Educativa hacia la comunidad con
Proyectos que los beneficien y les ayuden a mejorar su calidad de vida.

Sin embargo el Gobierno se inventó el llamado
“Plan Decenal de Educación”, para ver si se logra algunos resultados en el
quehacer académico tanto de los docentes como de los estudiantes. Pero lo que
queda lo suficientemente esclarecido es que se trata de un simple plan
educativo o es un proyecto que ha realizado teniendo en cuanta las reales
necesidades contextuales  de las
comunidades de los pueblos y las veredas.

No se sabe si teniendo a  los estudiantes más tiempo en las
Instituciones y Centros Educativos, tengan que aprender un tanto más o se
saturen los educandos y a lo mejor busque otras Instituciones donde no hay
jornadas únicas. Estos procesos deben
ser estudiados porque en muchos casos la
alimentación que proporciona el gobierno para los restaurantes no llega a
tiempo, muchas veces tarde demasiado, cómo entonces sostener una jornada única? La infraestructura es básica
para estas jornadas que quiere nuevamente establecer el gobierno. Se debe
exigir en este aspecto si queremos esta vieja y ahora nueva modalidad.

En
Colombia existe una diversidad cultural bien acentuada, por esta razón el país
se ha enfrentado a muchos paradigmas y a
las necesidades de la sociedad, tal vez por ello es casi muy poco que se puede
hablar de una real calidad en la educación colombiana, debido a que existen
lugares muy alejados donde no hay presencia del estado, carentes de
infraestructura para por lo menos desarrollar los procesos educativos; a estos
lugares ni siquiera llega todo cuanto se programa y si llegara no hay recursos
pedagógicos, materiales apropiados para ejecutarlos, sin embargo estamos
hablando de calidad educativa.

Tengamos muy en cuenta lo que significa para
un indígena de cualquier lugar del país, y que generalmente habitan en lugares
distantes e inhóspitos, el tener que despojarse de sus creencias, de sus rasgos
culturales, de su religión e inclusive de su lengua materna; para tener que
adaptarse a otras costumbres y a un estilo de vida distinto y diferenciado de
su propia realidad, se encuentra con docentes que no son de su comunidad enfrentándose a nuevos conocimientos y a
nuevos aprendizajes; considerándolo como un estudiante con el rótulo de excluido  y homogenizado  por la educación que se brinda.

Si analizamos detenidamente el Plan Decenal de
Educación, trabajado por personal especializado en educación del gobierno
colombiano; nos percatamos que se
acentúa la idea de igualdad esto para quienes tuvieron la oportunidad de
manifestarse para que se acomode a ellos, pero la verdad prima la inequidad
porque aquellos no tuvieron voz ni quien los representen. Así las leyes
colombianas recen que los ciudadanos tenemos derecho a la igualdad y que la diversidad
étnica deberá ser protegida, pues sólo está en el papel no en la realidad.

Existe
en Colombia también grupos y sectores compuestos por habitantes vulnerables, y
que les debería llegar la igualdad en sus derechos y fundamentalmente el
derecho a la educación como un servicio público, el ingreso al conocimiento
técnico y científico y todos los conocimientos pertinentes a su cultura. Si los
encargados de la educación colombiana tratan de hacer autoevaluaciones de la
educación en Colombia como un servicio de calidad a la población, es en ese
momento que los Colombianos debemos salir a la calle y manifestar por todos los
medios  esa inconformidad en cuanto a la
calidad educativa que nos ofrece  el
gobierno.

Si
observamos detenidamente las estadísticas, la educación Colombiana ocupa con
relación a otros países, casi los últimos lugares, eso se debe al sistema de
evaluación que se aplica de una manera homogenizada y no tiene en cuanta de
aplicar una evaluación contextual, debido a que los estudiantes tienen
distintas formas de aprender lo que se les enseña y en los lugares distantes es
más visible las distintas formas de enseñanza; por estas situaciones no podemos
hablar de igualdad en los derechos de las personas. Las evaluaciones son
iguales para todos, veamos por ejemplo: hay colegios que tienen laboratorios
excelentes de física, química y ciencias naturales, laboratorios para idiomas,
una infraestructura envidiable, salas de informática extraordinarias,
bibliotecas bien dotadas y actualizadas, se les dictan cursos de preparación
Preicfes; en cambio otras instituciones no tienen nada de esto; pero las
evaluaciones son iguales. Hay colegios en Colombia de educación técnica como es
el caso de los agropecuarios, en donde la intensidad horaria en áreas fundamentales
es casi la mitrad de los colegios académicos, sin embargo las evaluaciones son
iguales, por lo tanto el ICFES debe 
reestudiar esta forma homogénea de evaluación en Colombia.

Cabe también hablar de cuál es la finalidad de
educación que se nos brinda y la pertinencia en el desarrollo de las
competencias. Para este logro se necesitan 
lugares aptos para el aprendizaje, de ambientes de aprendizaje que se
pueda entender en contexto  cuales son
los recursos que utiliza el maestro  en
el momento de buscar el mejoramiento  en
sí de los procesos educativos y determinar si se puede hablar de calidad
educativa.

El
educar al pueblo colombiano desde diferentes perspectivas en lo académico nos damos cuenta que no hay un equilibrio o
un nivel en el pensamiento porque no se tiene en cuenta las necesidades
educativas de la sociedad en cuanto a su problemática por consiguiente no se
generan  los cambios esperados para lo
cual está diseñado el aparato educativo colombiano.

La gran
mayoría de los colombianos estamos ajenos o le damos la espalda a la
problemática  educativa de nuestro país,
debemos verla desde  todos los contextos,
la educación está ante todo movida y guiada por la  politiquería dominante y sólo una
movilización nacional y persistente podría generar un cambio educativo.

La
escuela colombiana actual tiene los ojos vendados y no quiere ver la realidad
de lo que sucede en el campo de la educación, además, tiene cerrada y sellaba
la boca y no puede hablar, tiene sus oídos sordos no quiere escuchar cómo está
de mal la educación que recibimos. Esta indiferencia hace que todo continúe tal
como estamos y la verdad no se avizora un buen futuro y de cambio para nuestra
educación y así cuánto tiempo seguiremos en lo mismo mientras en otros lugares
fuera de Colombia avanzan buscando el mejoramiento educativo con nuevas
orientaciones para formación de una sociedad nueva y más justa.

Las diversas políticas educativas que ha venido formulándose el
gobierno, todas han sido siempre tratando de evadir la realidad de la educación
colombiana. El Maestro forma individuos sólo para que hagan frente a
producción, desplazando lo humano del estudiante a otro plano, olvidándonos de
la educación integral que debería primar para formar personas útiles a la
sociedad en que nos desarrollamos y vivimos.

El Plan Decenal de Educación deber ser insistente en las investigaciones
que debe realizar en los lugares más distantes del país; con el fin  de estructurar un plan específico donde estén
contempladas todas las manifestaciones culturales para así alcanzar los logros
de una educación con equidad.

Teniendo en cuenta lo anteriormente descrito,
los Maestros en la práctica tienen que laborar en las aulas de clases
inapropiadas, generalmente con la falta de los recursos primarios para
desarrollar su labor, con estudiantes que vienen de lugares muy distantes, con
problemas familiares y de nutrición, de escasos recursos económicos que casi no
desean llegar a la escuela o colegio, ya que no tienen una idea de superarse
para el futuro; así de esta manera 
veremos cómo aumentará el analfabetismo 
el campo, el pueblo y la ciudad. Se suma estas dificultades  los Maestros que prestan sus servicios en
zonas de violencia, entonces, de qué calidad educativa podemos hablar en estas
lamentables situaciones.

Aún así  y de alguna manera los
propósitos  del Maestro no se deben
alejar de su función como tal, debe ser un orientador del saber en sus
procesos educativos y no debe evadir la responsabilidad de enseñar a sus
estudiantes y aprender de ellos al mismo tiempo y desde su labor pedagógica
tratar de formar personas integralmente.

Esta
sociedad necesita personas que produzcan conocimiento pero, también está urgida
de seres humanos que se solidaricen con el otro y que desarrollen planes con
los cuales se proyecten labores sociales, para el mejoramiento de la calidad de
vida en las poblaciones más vulneradas de la sociedad, por estar en ese revuelo
de conocimientos, las personas han dejado que el mundo se vaya destruyendo y
que hoy por hoy sean pocas las personas 
que se preocupen por lo que queda de sociedad.