El despertador del sur
Por: Jorge Arturo Bravo
despertadordelsur@hotmail.com
Finalizó el pasado domingo, en la ciudad de Ginebra, Valle del Cauca, el 50 Festival Nacional de Música Andina Colombiana “Mono Núñez”, sus “Bodas de 0ro”, sus 50 años de “Preservar, fomentar y difundir la Música Andina Colombiana”, que desde 1975 rinde homenaje, primero en vida y ahora póstumo, al compositor y bandolista Benigno Núñez Moya, conocido como el “Mono” Núñez, oriundo de esa ciudad
Este festival, considerado en 2003 como Patrimonio Cultural de la Nación, que impulsa y estimula, desde hace 50 años, a los talentosos intérpretes y compositores de este el bello género musical, y de las músicas autóctonas, que desde las diferentes regiones del país llegan la última semana del mes de mayo a esa ciudad, me permite recordar cómo Pasto y Nariño, siempre han estado presentes, en este, el más importante evento cultural y musical de Colombia y de América Latina.
Decenas de artistas nariñenses, hombres y mujeres, presentes en este evento cultural y musical, muchas veces viajando con sus propios recursos ante la falta de apoyo oficial, han dejado, con sus triunfos, muy en alto el nombre de Pasto y de Nariño.
Pero lastimosamente en esta versión No. 50, Nariño no estuvo presente de manera competitiva, pues sus aspirantes, aun con buenas condiciones artísticas, no lograron el puntaje exigido por la organización, situación que merece un análisis profundo, para corregir las falencias que se pudieron presentar y buscar los correctivos necesarios para que el próximo año, Nariño nuevamente aspire a ser ganador del Gran Mono Núñez.
Sin embargo, estuvieron presentes por invitación y deleitaron al público asistente al Encuentro Infantil “Mateo Ibarra” las niñas María Camila Ramos, Valentina Burbano Lucero y Champakids y ¡claro! también la invitada de honor Káterine Andrea Muñoz, que la noche del pasado sábado, estuvo presente en el gran concierto de “Las Cinco Mujeres del Mono”; la joven nariñense, considerada “una de las más grandes promesas de nuestra música andina colombiana” interpretó magistralmente la canción del siglo, el vals de Héctor Ochoa “El camino de la vida” robándose los más efusivos y calurosos aplausos, del público asistente.