Despertador del Sur
Por Jorge Arturo Bravo
despertadordelsur@hotmail.com
Al cumplirse el pasado lunes 18 de octubre un aniversario más de ese bello acontecimiento que marcó un hito en la historia de nuestro departamento, como fue el acto de posesión de Don Julián Bucheli Ayerbe como primer Gobernador del Departamento de Nariño, y que dio inicio a la vida político-administrativa, y al observar la casa donde Don Julián posesión recordé que allí durante más de cuarenta años funcionó la Casa de la Cultura de Nariño.
Y me dije a mis adentros y me lo he dicho siempre, no es posible que Pasto La Gran Capital, la que tantos premios se gana, por la diversidad de proyectos que presenta ante el gobierno central y ante organismos internacionales, sea la única ciudad capital del país que no tiene Casa de la Cultura, constituyéndose, pienso yo, en una vergüenza para los diferentes estamentos culturales de Pasto y de Nariño.
La tuvo, es cierto, y desarrolló una excelente labor en beneficio de la cultura, de la letras y también de las artes, desde su creación, mediante ordenanza, el 30 de noviembre de 1961, hasta el año 2003, cuando fue cerrada por el entonces gobernador Parmenio Cuellar Bastidas, paradójicamente primo hermano del gestor de su creación, Edgar Bastidas Urresty.
Al cerrase la Casa de la Cultura de Nariño, se acabó también con la biblioteca Eusebio Caro, una biblioteca pública que prestó un enorme servicio a estudiantes, intelectuales, académicos y público en general; hoy tampoco, Pasto La Gran Capital, cuenta con una biblioteca pública y lo peor nadie sabe dónde fueron a parar los cientos de libros que tenía esta biblioteca.
Hoy, después de 18 años que han pasado desde el cierre de la Casa de la Cultura de Nariño, ya es hora que la Gobernación de Nariño y la alcaldía de Pasto y junto a ellas sus estamentos de cultura, se articulen, ahora que está de moda la articulación, y se piense nuevamente, mediante Ordenanza departamental, en su creación, y por qué no, mediante acuerdo municipal crearse la Casa de la Cultura de Pasto, como la tiene el más humilde de los municipios de Colombia, así dejará Pasto de ser la única ciudad capital que no tiene Casa de la Cultura y no sigamos haciendo creer que la Gobernación de Nariño la tiene.
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