Este sábado 3 de febrero en la tarde en la basílica Nuestra Señora del Rosario de Sandoná se cumplieron las honras fúnebres del maestro Libardo Guzmán Bravo, quien durante más de 70 años acompañó con su alegre música las fiestas sandoneñas.
El hijo del señor Bernabé y de la señora Isabel, desde adolescente se dedicó a la música, aprendiendo a interpretar instrumentos, como trombón y bajo marcante, con dos grandes músicos de esta localidad: Rafael Hernández y Juan Castillo Arciniegas, quien compuso el himno de Sandoná.
Uno de los juegos que practicaban los niños en los recreos, cuando asistían a la escuela, era jugar a los trompos; al terminar el juego era común tratar de romper el trompo del niño perdedor, para lo cual los demás acondicionaban sus trompos con una guasca, la misma con cuál hacían bailar estos elementos.
En una de esas actividades recreativas, Libardo les preguntó a los demás si era con guasca corta o con guasca larga, despertando las risas de sus compañeros. Ahí surgió el apodo que lo acompañó durante toda su vida.
Reconocimientos al músico sandoneño:
Fotografías del maestro Guzán Bravo, tomadas por sandoneños:
Video de las presentaciones del maestro Libardo Guzmán Bravo:
Imagen de la portada: Guido Chamorro
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