Por Pablo Emilio Obando Acosta
Profunda consternación ha causado entre los nariñenses la noticia del fallecimiento del arquitecto Julián Bastidas Urresty, un destacado intelectual que se destacó por la publicación de importantes textos de carácter histórico, musical y urbanístico.
Nace en Samaniego (Nariño). “Realizó estudios de arquitectura, Gestión Urbana y Urbanismo en prestigiosas universidades: Escuela Politécnica de Lausana (Suiza), Universidad Tecnológica de Compiegne (Francia) y Universidad de París IV – Sorbona. Se ha destacado como conferencista y catedrático universitario. Es autor de numerosos artículos y en el campo del periodismo ha colaborado con el Magazín Dominical del diario El Espectador y en Reto de DIARIO DEL SUR. Se destacó como un brillante columnista de Página10. com. En 1994 publicó el libro cuaderno de campaña… “.
Autor, igualmente, de los libros HISTORIA URBANA DE PASTO y EL SON SUREÑO. Textos de obligada referencia para entender y comprender la idiosincrasia y pensamiento del pueblo nariñense y que son fuente permanente de consulta e investigación por parte de numerosos intelectuales de nuestro departamento.
Hijo de un ilustre escritor del departamento de Nariño, Emilio Bastidas, y hermano del historiador, poeta y ensayista EDGAR BASTIDAS URRESTY.
Sobre su texto HISTORIA URBANA DE PASTO, escribe el arquitecto y restaurador Alberto Corradine: “Al recorrer sus páginas es posible ver crecer, sufrir, fortalecerse y transformarse físicamente la urbe, pero a la vez comprender las condiciones morales y sociales de la ciudad, de sus habitantes, así como sus relaciones o diferencias con sus vecinos, tanto los situados al norte como son los payaneses como los situados al sur que comprenden a todos los ecuatorianos… “.
Dueño de una regia personalidad, fino, culto, sensible y de una excelsa educación que le permitía el aprecio y admiración de sus amigos y conocidos.
En reiteradas ocasiones formuló un llamado a nuestras autoridades y ciudadanía en general tendiente a preservar y cuidar el patrimonio arquitectónico de la ciudad de Pasto: “La toma de conciencia y de responsabilidad colectiva es un medio eficaz para preservar el patrimonio cultural amenazado por las transformaciones de los últimos años, sirve para valorar y consolidar la identidad local y fundamentar políticas de cultura ciudadana, de protección al patrimonio histórico, aspectos, que consideramos esenciales para convivir en armonía y proyectar la ciudad del futuro… “.
En innumerables oportunidades dejó escuchar su voz y su sentir ante una modernidad avasallante que arrasó con gran parte de nuestra ciudad y sus patrimonios arquitectónicos. Tocó sentimientos y llamó a nuestros gobernantes para dolerse de tanto despropósito urbanístico que acabó con gran parte de ese Pasto antiguo y lleno de profundas nostalgias.
Sin embargo, siempre tuvo en claro que “La crítica de la situación de hoy no es una invitación a regresar al pasado. Se trata de identificar y conservar los elementos del espacio que poseen valores culturales, sociales y simbólicos, de crear una nueva dinámica en la práctica urbana y arquitectónica a partir de las enseñanzas del pasado y de los desafíos del mundo contemporáneo, de favorecer el intercambio social y la vida armónica de la ciudad… “.
Nariño despide, entre reconocimientos y lágrimas, a uno de sus más caros representantes de la cultura, la literatura y el periodismo culto y sobrio. Nuestras autoridades deben rendirle los honores correspondientes y destacar su nombre y consagración académica e intelectual como un referente para las nuevas generaciones.
Nuestras condolencias a sus familiares y allegados.